En serio
Esta vez vamos en serio, ha dicho Tom¨¢s G¨®mez, ense?ando todos los dientes como si tuviera alg¨²n motivo para sonre¨ªr. ?No sabe usted qui¨¦n es Tom¨¢s G¨®mez? No se preocupe. Ni siquiera la mayor¨ªa de los madrile?os lo sabe. Es normal, porque el l¨ªder de los socialistas de Madrid ha estado un a?o entero trabajando en broma, por lo que se ve. O mejor, por lo que no se ha visto, que ha sido a ¨¦l en ninguna parte.
Cada vez que Zapatero dice que Madrid es una de sus prioridades, yo tambi¨¦n sonr¨ªo, pero mi sonrisa es triste, melanc¨®lica, una mueca pat¨¦tica de desesperaci¨®n. Y pienso en Bono, en Fern¨¢ndez de la Vega, en Simancas, en Sebasti¨¢n, en el tamayazo, del que seguimos sin saber nada a pesar de que el PSOE controla desde hace m¨¢s de una legislatura el aparato de informaci¨®n del Estado, y as¨ª, pasando por Trinidad Jim¨¦nez, apartada de su cargo cuando empezaba a estar preparada para ejercerlo, llego hasta un remoto a?o de mi juventud en el que era evidente que el mejor candidato era Fernando Mor¨¢n pero el elegido fue Juan Barranco. Desde los ochenta, y se dice pronto, el PSOE, en Madrid, no da una. Habr¨¢ quien piense que es mala suerte. Yo no lo creo.
A lo peor es que con los a?os he desarrollado una man¨ªa conspirativa, pero cada vez estoy m¨¢s convencida de que el PSOE ha renunciado deliberadamente a Madrid, de que lo ha abandonado en manos de la derechona para poder presumir de partido progresista y descentralizado en la periferia que lo consolida en el Gobierno.
Como estrategia, es mezquina pero rentable, y quiz¨¢s por eso, casi todos los miembros de la nueva c¨²pula de G¨®mez tienen un cargo previo. As¨ª, si como es previsible, y nunca en mi vida he deseado tanto equivocarme, logran la proeza de incrementar una abstenci¨®n que ya supera con creces la tercera parte del censo, ninguno correr¨¢ el peligro de acabar en el paro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.