Al filo de lo tecnol¨®gico
La tecnolog¨ªa impregna la comunicaci¨®n en las expediciones de 'Al filo de lo imposible', pero el riesgo a ocho mil metros de altura sigue siendo el mismo
Sebasti¨¢n ?lvaro tiene una llamada perdida. Puede parecer superfluo, pero ni el m¨®vil ni el lugar desde donde le llaman son comunes. ?lvaro es el director y presentador del programa Al filo de lo imposible, el espacio de aventura que TVE empez¨® a emitir en 1982. Hace 10 a?os, ?lvaro no habr¨ªa podido recibir esa llamada. No, sin los ¨²ltimos avances tecnol¨®gicos.
Un parte meteorol¨®gico m¨¢s fiable, comunicaci¨®n a m¨¢s de 5.000 metros y la posibilidad de recibir el diagn¨®stico m¨¦dico de un especialista en la cima del Everest son algunos de los cambios que han revolucionado el programa. Sin embargo, horadar monta?as no ha sido ni ser¨¢ jam¨¢s f¨¢cil. "La tecnolog¨ªa ha mejorado, pero la seguridad, no", matiza ?lvaro en las oficinas de Satlink.
El responsable del programa se siente en esta empresa, localizada en el pol¨ªgono madrile?o de Alcobendas y especializada en telecomunicaciones v¨ªa sat¨¦lite, como en casa. Satlink y Al filo de lo imposible trabajan mano a mano y cumbre a cumbre desde 1992. La empresa es como el se?or Q de James Bond, el que crea inventos capaces de revolucionar las expediciones al Himalaya, al Everest o al desierto de Gobi.
Al habla desde el Himalaya
La llamada de ?lvaro era de la alpinista Ester Sabadell. "Est¨¢ sola con un porteador, subiendo su tercer ochomil. Me llama desde el campo base con un tel¨¦fono como ¨¦se". El cacharro al que se?ala ?lvaro mide 14,5 cent¨ªmetros de alto y cinco cent¨ªmetros de ancho. Es un peso pluma (220 gramos), dual (sat¨¦lite + GSM) y de pantalla monocromo. "Es el antiguo. Yo lo prefiero al nuevo porque es m¨¢s duro y resistente".
El nuevo re¨²ne las prestaciones de un tel¨¦fono moderno: tribanda, (sat¨¦lite y GSM 900, 1800, 1900 Mhz), pantalla en color, c¨¢mara incorporada, Bluetooth, infrarrojos, USB, 13,9 cent¨ªmetros de alto, 4,8 de ancho y 1,8 de grosor. Y pesa una minucia: 130 gramos. "Con el modelo antiguo tengo a dos grupos en el campo base. El de Ester y otro de cinco personas".
Uno de los monta?eros de este ¨²ltimo equipo se encarga s¨®lo de cuestiones tecnol¨®gicas. Env¨ªa fotos, graba en v¨ªdeo y utiliza el BGAN. Las extra?as siglas de red de ¨¢rea global ancha representan un m¨®dem no m¨¢s grande que la pantalla de un MacBook. Un juguete en el que se puede enchufar de todo: c¨¢mara, ordenador, PDA, m¨®vil, etc¨¦tera. "Es como llevarse la oficina a cuestas", compara Velasco, de consejero delegado de Satlink.
El ingenioso invento dispone de cobertura mundial y pesa menos de un kilo. Tambi¨¦n transmite datos y voz a alta velocidad (hasta 492 kbit/s); incluso simult¨¢neamente. "Digamos que es el enchufe a Internet en cualquier parte del mundo", resume Velasco.
Hace una d¨¦cada subir al Himalaya significaba poco menos que viajar a la Luna. "La primera vez que nos llevamos un m¨®vil fue en 1992. Fue al Himalaya y pesaba 100 kilos...", deja caer Antonio Perezgrueso, subdirector y director de fotograf¨ªa de Al filo de lo imposible. Ahora, con los servicios de Satlink, que da cobertura con los tres sistemas satelitales existentes (Iridium, Inmarsat y Thuraya), las expediciones tienen un reverso medi¨¢tico: "Con el BGAN podemos enviar noticias al telediario", explica ?lvaro. "Basta bajar de la cumbre con las im¨¢genes grabadas en la c¨¢mara de v¨ªdeo o en la de fotos. Despu¨¦s se conecta la c¨¢mara al ordenador y del ordenador al tel¨¦fono". En un periquete las im¨¢genes llegan al telediario.
Tambi¨¦n cambia el sistema de comunicaci¨®n entre los monta?eros: quedan desterrados los walkie-talkies. En el Everest antes de la llegada del tel¨¦fono satelital era casi imposible comunicarse con su propio equipo. "Si perd¨ªas la visibilidad, es decir, si se te pon¨ªa una ladera delante, ya pod¨ªas ir despidi¨¦ndote de hablar. Ahora con el tel¨¦fono por sat¨¦lite nos mantenemos en contacto".
Tampoco es necesario caminar mirando al cielo: "Para escalar, en los 90 levant¨¢bamos la vista a las nubes. A veces dec¨ªamos 'va a hacer bueno', y a los dos d¨ªas nos pillaba un alud. Ahora tenemos previsiones fiables con cinco d¨ªas de antelaci¨®n". La meteorolog¨ªa punta permite hollar monta?as complicadas. "En noviembre alcanzamos la cima de una monta?a en isla de Fuego, un territorio con un clima caprichoso. Todo gracias a las previsiones. Nos avisaban por tel¨¦fono desde Espa?a. Nos dec¨ªan cu¨¢ndo y por el lado de la monta?a donde pod¨ªamos escalar. Tuvimos 10 horas de buen tiempo, las suficientes para hollar el pico".
La tecnolog¨ªa vuelve ubicuos a los m¨¦dicos. "Un alpinista que sufre congelaciones puede enviar im¨¢genes a nuestros especialistas", explica ?lvaro. "Imaginemos que Edurne sufre congelaciones en los pies, como ya le ocurri¨® en el K-2 en 2004. Puede sacar una foto y enviarla a nuestro especialista en Zaragoza [la cl¨ªnica Maz]", plantea Sebasti¨¢n ?lvaro. Los m¨¦dicos dan un diagn¨®stico y un tratamiento en un pisp¨¢s a trav¨¦s del m¨®vil.
Informar no es sin¨®nimo de socorrer
El programa de TVE Al filo de lo imposible fue pionero mundial en retransmitir en directo a trav¨¦s de Internet. Y eso que el clima y el lugar eran de lo m¨¢s desfavorables.
En marzo de 1998 en una traves¨ªa a 30 y 50 grados bajo cero y con 100 kilos de peso en los trineos, conectaron con Internet desde el ?rtico canadiense. "En 1999 y 2000 hicimos lo mismo desde el Everest", detalla su director Sebasti¨¢n ?lvaro.
Para rizar el rizo, en mayo de 2001, el programa coloc¨® una antena direccional a m¨¢s de 8.000 metros de altura. All¨ª dejaron a un t¨¦cnico, mientras los intr¨¦pidos monta?eros coronaban la cima con dos c¨¢maras. Grabaron im¨¢genes y las enviaron. Una retransmisi¨®n por encima de los 8.300 metros que sigui¨® todo el planeta a trav¨¦s de TVE internacional.
Claro que una cosa es informar y otra socorrer. "?De qu¨¦ sirve conocer la localizaci¨®n exacta de un alpinista herido, si un helic¨®ptero no puede llegar?", plantea el director de Al filo de lo imposible.
"Un helic¨®ptero puede volar a 5.000 metros; eso con suerte". En la frontera de los 8.000, no hay helic¨®ptero que vuele. "A esa altura lo ¨²nico que puedes hacer es retransmitir la muerte...". Una cruda realidad que el alpinismo vivi¨® en vivo y en directo el pasado mayo. En el Annapurna, la cima de 8.091 metros del Himalaya, el navarro I?aki Ochoa falleci¨® a 7.400 metros. El intento desesperado de 14 alpinistas por rescatarle fue en vano. El mundo se mantuvo informado al segundo de la situaci¨®n, tambi¨¦n los m¨¦dicos, pero el socorro no pudo llegar a tiempo "Con los avances tecnol¨®gicos, se puede retransmitir en directo un drama; pero el tel¨¦fono no ayuda al rescate".
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