El 11-S golpea a Santiago Calatrava siete a?os despu¨¦s

Con motivo del s¨¦ptimo aniversario del 11-S, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, public¨® ayer un art¨ªculo de opini¨®n criticando duramente los retrasos en la reconstrucci¨®n de la zona cero y pidiendo, entre otras cosas, un cambio en el dise?o del intercambiador de transportes que est¨¢ construyendo Santiago Calatrava. "Es demasiado complicado de construir y amenaza con retrasar la construcci¨®n del monumento por las v¨ªctimas y todo el proyecto. Debe reducirse".

Hasta ahora la alcald¨ªa de Nueva York ha sido la instituci¨®n con menos poder dentro del complejo entramado burocr¨¢tico e institucional que maneja los hilos de la reconstrucci¨®n de la zona cero. La responsabilidad de la estaci¨®n que est¨¢ construyendo el arquitecto espa?ol recae en el Port Authority de Nueva York y New Jersey, una entidad independiente encargada de los transportes entre ambos estados.

Alas cortadas

El pasado julio esa instituci¨®n ya anunci¨® que el proyecto de Calatrava, que hab¨ªa conseguido sobrevivir a los recortes de fondos que ya golpe¨® hace dos a?os el proyecto del monumento, iba a sufrir por falta de fondos y literalmente cort¨® las alas al proyecto. El intercambiador iba a tener inicialmente una cubierta transparente que se alzar¨ªa casi 50 metros, abri¨¦ndose a diario en dos seg¨²n la luz. Calatrava tuvo que aceptar eliminar esa parte del proyecto. No est¨¢ claro en qu¨¦ medida la petici¨®n de ayer de Bloomberg volver¨¢ a transformar la estaci¨®n de Calatrava, puesto que un acuerdo reciente ha puesto en manos del alcalde la posibilidad de exigir responsabilidades a los implicados en la reconstrucci¨®n por los retrasos, aunque no se sabe si eso se puede traducir en cambios concretos.

En su art¨ªculo, publicado en The Wall Street Journal, Bloomberg tambi¨¦n solicita el desmantelamiento del Lower Manhattan Development Corporation. Este h¨ªbrido, formado por responsables de la alcald¨ªa y del estado, ha sido la cabeza visible de los cambios en la zona cero que, a juzgar por el desolado paisaje con el que amanece siete a?os despu¨¦s de la cat¨¢strofe, no han sido muchos. Hasta la fecha s¨®lo uno de los siete edificios proyectados para el ¨¢rea se ha construido y est¨¢ habitado. Otro, la Torre de la libertad, el icono con el que se aspira a desafiar al cielo con 541 metros, apenas ha crecido desde que su puso la primera piedra hace dos a?os.