Obama y McCain se dan una tregua
Los candidatos comparecen "unidos como una familia americana" por el 11-S - Bush se atribuye el m¨¦rito de que EE UU no haya sido objeto de nuevos ataques
Respetando el duelo de la naci¨®n entera, los dos candidatos presidenciales, Barack Obama y John McCain, interrumpieron ayer su campa?a, cambiaron las acusaciones por un mensaje de unidad -"no como dem¨®cratas y republicanos, sino como norteamericanos"- y dedicaron el d¨ªa a recordar a las v¨ªctimas del 11-S y a reflexionar sobre las lecciones que aquel terrible acontecimiento ense?¨® a este pa¨ªs.
Los analistas piden cerrar la pol¨¦mica del l¨¢piz de labios y hablar de seguridad
Los diferentes s¨ªmbolos del poder de Estados Unidos -la Casa Blanca, el Congreso, Wall Street, el Pent¨¢gono...- guardaron un minuto de silencio ayer en memoria de los cerca de 3.000 muertos por los ataques en Nueva York y Washington. Tambi¨¦n en Shanksville (Pensilvania), donde se estrell¨® el cuarto de los aviones secuestrados por los terroristas, se celebr¨® ayer una ceremonia de homenaje a las v¨ªctimas.
En el Pent¨¢gono, el presidente George Bush inaugur¨® un monumento levantado para inmortalizar los sucesos ocurridos el 11 de septiembre de 2001. "Desde entonces", record¨® Bush, "no ha vuelto a haber un ataque m¨¢s contra suelo estadounidense". M¨¦rito que ¨¦l atribuy¨® a su guerra contra el terrorismo.
En la zona cero de Nueva York, donde cayeron las Torres Gemelas y donde ahora se levanta, a un ritmo m¨¢s lento de lo previsto, otro grandioso edificio en honor de aquella fecha, ciudadanos an¨®nimos leyeron uno a uno los nombres de los ca¨ªdos, con una sencillez y una emoci¨®n escalofriantes. La lectura fue interrumpida justamente a las 8.46 y a las 9.03, las horas precisas en las que los dos aviones impactaron contra las torres, una imagen que pervivir¨¢ para siempre en la memoria de la humanidad. Una campana de los heroicos bomberos de Nueva York marc¨® ese momento.
Finalizados los actos p¨²blicos, Obama y McCain comparecieron juntos en el lugar, sin discursos ni declaraciones, para garantizar que el 11-S -y todo lo que eso significa- seguir¨¢ vivo en la memoria del pr¨®ximo presidente, sea quien sea. Su presencia fue precedida de un comunicado conjunto en el que ambos se dicen "unidos como una familia americana". "Dejemos a un lado la pol¨ªtica", afirman, "y junt¨¦monos para renovar la unidad y rendir honores a todos y cada uno de los norteamericanos que murieron" aquel d¨ªa. Los dos candidatos ten¨ªan previsto comparecer anoche por separado, esta vez ya con periodistas y discursos, en un acto p¨²blico en la Universidad de Columbia.
Es posible -pero no muy probable- que el 11-S marque un punto y aparte en esta campa?a. Aprovechando tan simb¨®lica fecha, numerosas voces en los medios de comunicaci¨®n reclamaban ayer poner fin a la pol¨¦mica sobre el l¨¢piz de labios y debatir sobre los enormes problemas de seguridad internacional y relaciones diplom¨¢ticas que se va a encontrar el pr¨®ximo presidente.
Poco se ha hablado de eso en las ¨²ltimas semanas. Entre el jolgorio de las convenciones y la sorprendente irrupci¨®n de Sarah Palin en la campa?a se ha comentado m¨¢s sobre la vida privada de los contendientes y su estado de ¨¢nimo que sobre sus propuestas para dirigir la principal potencia del mundo.
La elecci¨®n de sus compa?eros de ticket aporta, no obstante, alguna luz sobre las caracter¨ªsticas de cada candidato. Se dice que la designaci¨®n de un vicepresidente es la primera decisi¨®n de gobierno que toma un aspirante a la Casa Blanca y la primera, por tanto, que muestra sus intenciones.
Si eso es as¨ª, Obama, que ha elegido a Joe Biden, senador desde hace un cuarto de siglo y experto en pol¨ªtica exterior, hace una apuesta conservadora, mientras que McCain, que tendr¨¢ a su lado a una mujer de 44 a?os cuya ¨²nica experiencia en pol¨ªtica exterior hasta hace pocos meses era un viaje a Canad¨¢, representa la opci¨®n m¨¢s arriesgada. Considerando que McCain tiene 72 a?os y ha superado dos c¨¢nceres, se podr¨ªa decir que casi aventurera.
Palin ha pasado las ¨²ltimas 24 horas con un grupo de expertos republicanos que ha tratado de ense?arle los datos esenciales de la pol¨ªtica internacional para enfrentarse, anoche, a su primera entrevista en televisi¨®n. Es, como ha dicho la columnista Maureen Dowd, "el primer caso de my fair lady de la pol¨ªtica americana".
Los asuntos de pol¨ªtica exterior tuvieron bastante relieve en la carrera presidencial cuando el eje de la campa?a republicana eran las cr¨ªticas por la falta de experiencia de Obama. Fue tal la presi¨®n que Obama se vio forzado a organizar una gira internacional para demostrar sus credenciales. Ahora, cuando, comparado con Palin, Obama parece un veterano del Council of Foreign Relations, la seguridad internacional ha sido eliminada de la agenda republicana, excepto para reparar en los progresos realizados en Irak.
Dicho de otra forma, los republicanos tienen la iniciativa.
El senador dem¨®crata pide ayuda a Bill Clinton
El candidato dem¨®crata a la presidencia de EE UU, Barack Obama, almorz¨® ayer en Nueva York con el ex presidente Bill Clinton para pedirle su colaboraci¨®n y su participaci¨®n directa en la recta final de esta campa?a electoral. Esto puede ser tanto una prueba de desesperaci¨®n en las filas dem¨®cratas como del pragmatismo del aspirante a la Casa Blanca. O ambas a la vez.
Lo cierto es que se trata de un paso importante, que consolida una reconciliaci¨®n que se formaliz¨® en la Convenci¨®n Dem¨®crata, en Denver, y que puede tener alg¨²n impacto en el resultado de la votaci¨®n.
Fuentes de la campa?a de Obama han anticipado que es posible que Bill Clinton y el senador de Illinois participen juntos en actos electorales en algunos Estados decisivos y en los que la popularidad del ex presidente rebasa claramente a la del candidato, como es el caso de Florida. No hubiera, sin embargo, recurrido Obama a ese arma si las encuestas, que registran un ascenso constante de McCain, le dieran una c¨®moda ventaja.
Bill Clinton se resisti¨® mucho antes de ponerse claramente del lado del candidato de su partido. Apenas d¨ªas antes de la convenci¨®n, a¨²n se neg¨® en una entrevista a reconocer a Obama como la persona indicada para el cargo.
Muchas de las heridas de la candidatura de Barack Obama sobre las que ahora atacan los republicanos fueron abiertas por Bill y Hillary Clinton, no tanto durante unas primarias muy disputadas sino durante unas posprimarias en las que la famosa pareja se instal¨® en el negacionismo.
El senador Barack Obama necesita hoy olvidar esos momentos porque necesita a los Clinton a su lado en busca del voto blanco de mujeres y clases medias.
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