Una asociaci¨®n pide a Garz¨®n que abra la fosa de Lorca y se?ala otra ubicaci¨®n
La familia del maestro enterrado con el poeta solicita al juez que ordene excavar en el lugar se?alado hace 30 a?os por Ian Gibson y en otro 430 metros m¨¢s al sureste
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n tendr¨¢ que decidir si abre la fosa en la que supuestamente se encuentra enterrado Federico Garc¨ªa Lorca. Nieves Garc¨ªa, la nieta del maestro de Pulianas (Granada) Di¨®scoro Galindo, fusilado y enterrado junto al poeta, y la Asociaci¨®n Granadina para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, solicitaron ayer al juez que admita el proyecto de exhumaci¨®n de Galindo y de uno de los dos banderilleros sepultados en el mismo lugar, Francisco Galad¨ª, y ordene el levantamiento de los cad¨¢veres. Los denunciantes presentaron, adem¨¢s, un informe que da una ubicaci¨®n alternativa de la fosa en la que se les enterr¨® tras su asesinato por los sublevados.
La familia Lorca cree que abrir la tumba puede "falsear la historia"
El informe cita a un testigo del lugar donde el poeta pas¨® sus ¨²ltimas horas
Las solicitudes de Nieves Garc¨ªa y la asociaci¨®n granadina se suman a las de otros nueve colectivos que solicitaron al juez Garz¨®n desde 2006 que ordenara la reapertura de las fosas de desaparecidos desde el golpe de estado franquista, durante la Guerra Civil y en la dictadura que la sigui¨®. El juez no ha admitido a tr¨¢mite por el momento las denuncias pero, antes de tomar esa decisi¨®n, ha solicitado a la Conferencia Episcopal, al Gobierno, varios ayuntamientos y la universidad de Granada que le faciliten todos los datos sobre las v¨ªctimas para decidir si abre una causa por genocidio.
La petici¨®n de abrir la tumba de Lorca choca con la oposici¨®n de la familia del poeta que, en los ¨²ltimos a?os, se ha negado a reabrir el enterramiento clandestino, a pesar de que las asociaciones de represaliados y algunos familiares lo han solicitado. "Exhumar los cad¨¢veres de las personas identificadas ya, enterradas luego en fosas comunes y de las que se conocen las circunstancias de su muerte, podr¨ªa llegar a falsear la historia", escribieron en una carta Vicenta, Concepci¨®n y Manuel Fern¨¢ndez-Montesinos, y Gloria, Isabel y Laura Garc¨ªa-Lorca, sobrinos del dramaturgo cuando se suscit¨® por primera vez la cuesti¨®n en 2003.
La asociaci¨®n y la nieta de Galindo pusieron adem¨¢s en duda, despu¨¦s de tres d¨¦cadas de consenso, el lugar donde presuntamente se encuentra la fosa com¨²n en la que fueron enterrados. El presidente del colectivo, Francisco Gonz¨¢lez Arroyo, facilit¨® a Garz¨®n una ubicaci¨®n alternativa a la descubierta por Ian Gibson en 1971, tras a?os de investigaciones. El hispanista sit¨²a la fosa junto al camino que une Alfacar y V¨ªznar, al lado de un olivo cercano a la Fuente de Aynadamar, el lugar donde todos coinciden que fueron acribillados. En homenaje al poeta y a sus compa?eros de suplicio, all¨ª se construy¨® el parque Federico Garc¨ªa Lorca, en el que un monolito recuerda el lugar exacto donde se perpetraron los asesinatos.
Gonz¨¢lez Arroyo, en nombre de su asociaci¨®n, y la nieta de Di¨®scoro Galindo solicitaron ayer al juez que permita las excavaciones pero no s¨®lo en el lugar se?alado por Gibson, sino tambi¨¦n unos 430 metros al sureste de ese punto, en un paraje del mismo municipio de Alfacar llamado El Caracolar. El presidente de la asociaci¨®n aport¨® en el juzgado un informe en el que se explica esa segunda hip¨®tesis sobre el lugar de la fosa. El documento se basa en el testimonio de Valent¨ªn Huete Garc¨ªa, cocinero que vivi¨® en el recinto del viejo caser¨®n de Las Colonias -reconvertido durante la Guerra Civil en centro de tortura de los sublevados-, donde Lorca, Galad¨ª, Galindo y el tambi¨¦n banderillero Juan Arcollas pasaron sus ¨²ltimas horas. Huete, seg¨²n Gonz¨¢lez Arroyo, viv¨ªa all¨ª desde antes del golpe de Estado franquista, lo que lo convirti¨® "en observador obligatorio de todos los asesinatos cometidos por las fuerzas sublevadas al mando del capit¨¢n Jos¨¦ Mar¨ªa Nestares".
El testimonio de Huete, seg¨²n el informe, coincide con los de otros vecinos de V¨ªznar (Granada), localidad vecina a Alfacar, y con la del "acequiero de Aynadamar" que, seg¨²n el informe entregado ayer al juez, se?al¨® a Gonz¨¢lez Arroyo "la piedra bajo la cual afirma que est¨¢n los restos de los cuatro asesinados el 18 de agosto de 1936", el mismo lugar que se?al¨® el cocinero.
Ian Gibson, sin embargo, sit¨²a la fosa cerca de medio kil¨®metro al norte. Hasta all¨ª lo llev¨® Manuel Castilla, que, en 1966, relat¨® al hispanista c¨®mo fue obligado a enterrar los cuerpos tras el asesinato cuando s¨®lo ten¨ªa 18 a?os, y le dijo el lugar donde cav¨® la fosa "paso m¨¢s paso menos". El hispanista confirm¨® su teor¨ªa hace unos a?os, cuando se publicaron los trabajos del investigador espa?ol nacionalizado estadounidense Agust¨ªn Pen¨®n, fallecido en 1976. El enterrador de Lorca tambi¨¦n condujo a Pen¨®n hasta aquel lugar.
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