El Monz¨®n

En el circuito de Monza merece la pena explicar dos elementos que tienen un papel crucial, la aerodin¨¢mica y el motor, y analizar lo que ocurri¨® en las dos ¨²ltimas roturas de motor de un Ferrari en carrera. Este a?o, sin embargo, m¨¢s que Monza se puede decir que ha llegado el Monz¨®n y, en el circuito que todos conocen como el templo de la velocidad, los pilotos han tenido que rezarle a la diosa de la lluvia.

Empecemos por la aerodin¨¢mica. Tradicionalmente se habla largo y tendido sobre el GP de M¨®naco, el circuito de mayor carga aerodin¨¢mica. Muchos de los elementos aerodin¨¢micos que se colocan en M¨®naco se aprovechan tambi¨¦n en otros circuitos. En el caso de Monza el paquete aerodin¨¢mico es ¨²nico. Por eso el GP de Italia es la carrera m¨¢s cara para las escuder¨ªas de f¨®rmula 1. Lo m¨¢s caracter¨ªstico para el espectador es la m¨ªnima inclinaci¨®n de los alerones delantero y trasero. As¨ª la resistencia al avance es menor (el coeficiente de resistencia al avance cae un 16%) pero tambi¨¦n disminuye la fuerza que el aire ejerce sobre el coche en direcci¨®n vertical, para apretarlo contra el asfalto. La sensaci¨®n en las primeras vueltas es una de las m¨¢s extra?as de todo el Mundial: el coche se siente m¨¢s liviano y el comportamiento en las frenadas y en las curvas no es el habitual.

El segundo elemento clave es el motor, dado que en Monza se rueda el 77% de la vuelta a fondo (en el resto de circuitos es del 61%). Me parece muy interesante, ya que Monza es tan exigente para los motores, comentar las dos ¨²ltimas roturas de motor de Ferrari, con Kimi a los mandos en Valencia y con Massa en Hungr¨ªa. En ambos casos la pieza que se rompi¨® fue la biela de uno de los pistones. Una biela de monoplaza es precisamente una de las piezas mec¨¢nicas que m¨¢s esfuerzos soporta del planeta (aguantan fuerzas de hasta 9.000 veces la masa del pist¨®n). Los ingenieros de Ferrari siguen investigando qu¨¦ fue lo que ocasion¨® la rotura (ambas bielas pertenec¨ªan al mismo lote, por lo que su rotura pudo deberse a un defecto en el componente).

Por ¨²ltimo, la lluvia es otro factor que ha influido considerablemente este a?o. Cuando llueve hay que modificar numerosos reglajes del coche, como el reparto de frenada (al frenar con menor adherencia la transferencia de carga del eje trasero al delantero se reduce y se debe aumentar la presi¨®n de frenado posterior) o la altura del monoplaza sobre el suelo, que se debe aumentar. ?Las carreras pasadas por agua casi nunca defraudan! ?Viva este Monz¨®n!