?Chapeau, Giorgio!
La historia que ayer convulsion¨® el mundo de la F-1 tiene un secreto: se llama Giorgio Ascanelli. Es cierto que Toro Rosso ha heredado los chasis de Red Bull dise?ados por Adrian Newey y que est¨¢ contando con los motores Ferrari de ¨²ltima generaci¨®n. Pero todo ello no ser¨ªa suficiente para llevar a una escuder¨ªa con un presupuesto tan bajo hasta la victoria en un gran premio. Es necesario contar con una persona capaz de gestionar todo este material y de sacarle el m¨¢ximo rendimiento. Y esa persona es el director t¨¦cnico del equipo, el ingeniero Ascanelli.
Fue el alumno m¨¢s brillante de su promoci¨®n en la universidad y Pirelli fue a buscarle porque le consideraba un superdotado. Cuando John Barnard y yo est¨¢bamos en Ferrari le fichamos para que se ocupara de la oficina de c¨¢lculo. Es un matem¨¢tico excelente. Su evoluci¨®n fue tan r¨¢pida que pronto se convirti¨® en ingeniero de pista y llev¨® incluso el coche de Gerhard Berger en su etapa ferrarista. Despu¨¦s, nos fuimos los tres a Benetton, pero Ascanelli recibi¨® pronto una oferta de McLaren y estuvo all¨ª trabajando en el coche de Ayrton Senna. Regres¨® a Ferrari y en la etapa de Michael Schumacher trabaj¨® en Investigaci¨®n y Desarrollo y se ocup¨® de la fiabilidad de los monoplazas rojos, con el resultado de todos conocido: cinco t¨ªtulos mundiales consecutivos. Pero tuvo discrepancias con Ross Brawn y con Jean Todt y le destinaron a Masseratti, donde desarroll¨® el proyecto que dio a la marca el t¨ªtulo de GT.
Junto a Pat Symonds, de Renault, Ascanelli es el mejor a la hora de desarrollar un coche
Hasta que en abril del a?o pasado, Gerhard Berger decidi¨® incorporarle a Toro Rosso como director t¨¦cnico. Y acert¨® de lleno. Ascanelli es capaz de sacar el m¨¢ximo rendimiento a todo lo que le ofrezcas. Y la prueba m¨¢s evidente es que tal vez no puede realizar un dise?o como el de Newey pero, en cambio, sabe diseccionar y analizar un coche hasta descubrir sus fallos y encontrar la forma de resolverlos. Lo ha hecho mejor incluso que Red Bull, porque le est¨¢ sacando un ¨®ptimo rendimiento. Y con sus conocimientos y su amistad con los miembros del equipo Ferrari, ha conseguido ganarse el respeto de todo el mundo y ha logrado que le confiaran sus motores m¨¢s evolucionados.
A otro todo esto le hubiera resultado imposible. Pero quienes conocemos a Ascanelli sabemos que es, junto a Pat Symonds (Renault), el mejor en el desarrollo de un coche, y que es un trabajador incansable. Un hombre que no desconecta el ordenador fuera de la oficina y que siempre mantiene su cabeza ocupada, d¨¢ndole vueltas a los problemas pendientes. Es un l¨ªder y genera ilusi¨®n. Toro Roso ya lo sabe. Ayer pudo comprobarse en el circuito de Monza, donde Sebastian Vettel realiz¨® una carrera impecable, pero donde el trabajo de Ascanelli pudo pasar algo desapercibido. ?Chapeau, Giorgio!.
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