Atletas por amor al arte
Desde que los responsables de la Bienal de S?o Paulo, una de las m¨¢s importantes citas internacionales del arte, decidieron ofrecer a los visitantes un gigantesco espacio vac¨ªo sin ninguna obra expuesta, se multiplicaron los riesgos de que el experimento se generalizara. Acaba
de suceder en Venecia, en otra de las m¨¢s importantes bienales del mundo, s¨®lo que en este caso consagrada a la arquitectura. Que nadie busque planos, maquetas o im¨¢genes de edificios: este a?o Venecia s¨®lo ha ofrecido actores que, ante la mirada m¨¢s o menos convencida de los visitantes, se pasean por lo que debe de ser una vivienda o leen desnudos. El comisario de la bienal, Aaron Betsky, ha ofrecido una explicaci¨®n contundente: "Las casas son la tumba de la arquitectura". Tan contundente que, m¨¢s que una frase desconcertante, habr¨ªa que considerarla como una profunda filosof¨ªa.
Bastar¨ªa con aplicarla a cualquiera de las artes para comprobar que
su alcance resulta m¨¢s universal de lo que parece. As¨ª, por ejemplo, y siempre siguiendo a Betsky, el libro ser¨ªa la tumba de la literatura; el cuadro, la de la pintura y la estatua, la de la escultura. Como siempre, cabr¨ªan dudas acerca de la m¨²sica, un arte cuya esencia se discute desde el origen de los tiempos. ?Su tumba ser¨ªa la sinfon¨ªa o, sencillamente,
el viol¨ªn o la flauta travesera? Y todo ello por no entrar en c¨®mo deber¨ªa desarrollarse un concierto que se atuviera a los criterios ya ensayados en las bienales de S?o Paulo
y de Venecia. ?Habr¨ªa m¨²sicos y no espectadores, o, por el contrario, espectadores y no m¨²sicos?
En medio de tantos sobresaltos y vacilaciones, un artista brit¨¢nico, Martin Creed, ha realizado una performance en la Tate Gallery de Londres. Mientras los visitantes contemplan las obras, un grupo de atletas corre sin cesar por los pasillos. A lo mejor ah¨ª est¨¢ la soluci¨®n: si la performance de Creed se impone en las bienales, podr¨ªa suceder que imaginando que asisten a una cita de arte, los espectadores acaben por descubrir que contemplan una prueba de atletismo. No se sabe si el atletismo es arte, pero, al menos,
los visitantes no regresar¨¢n a casa
de vac¨ªo.
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