"Voy con poco equipaje a todos los sitios"
Tom¨¢s G¨®mez saca el m¨®vil de la chaqueta. "Te voy a ense?ar la foto con Esperanza. Me la ha pedido varias veces, ?pero esta foto no se mueve de mi m¨®vil!". En la pantalla, la presidenta de la Comunidad de Madrid, la mujer a la que previsiblemente se tendr¨¢ que enfrentar en 2011, y ¨¦l. D¨¢ndose lo que a primera vista parece un morreo. Se tarda poco en comprobar que el fot¨®grafo municipal de Parla, la ciudad de la que sigue siendo alcalde, tuvo el arte de captar un instante m¨¢gico desde una perspectiva tramposa. No, que las mentes calenturientas destierren la idea, no, no hay lengua. Y probablemente se vuelvan a besar, no se llevan mal, pero en los pr¨®ximos tres a?os es m¨¢s probable que asistamos a un combate sin descanso. Ma?ana se celebra el debate sobre el estado de la regi¨®n, y, aunque G¨®mez, de 40 a?os, no es diputado en la C¨¢mara, le oiremos hablar de Aguirre. "Me llevo mejor con ella que con Gallard¨®n; tiene m¨¢s desparpajo; ¨¦l es m¨¢s distante".
El nuevo l¨ªder de los socialistas de Madrid quiere hacer pol¨ªtica en la calle
El flamante secretario general de los socialistas madrile?os trincha un ravioli de huevo ba?ado en pur¨¦ de patatas en el lujoso restaurante lounge en el que nos cita a comer. Es el alcalde m¨¢s votado de Espa?a -entre ciudades de m¨¢s de 50.000 habitantes- y un currante incansable. Trabajo, trabajo, trabajo. Duerme cuatro horas al d¨ªa. Inagotable, considera que en pol¨ªtica se est¨¢ 24 horas al d¨ªa. "Si necesito un dato a la una y media de la madrugada, llamo a quien sea. Mi jefe tambi¨¦n duerme poco", dice en alusi¨®n a Zapatero. "Tambi¨¦n me llama a la una y media si lo necesita".
Exigente y perfeccionista, dice que recibi¨® una educaci¨®n "prusiana". Un d¨ªa, cuando ten¨ªa nueve a?os, lleg¨® a casa con siete matr¨ªculas de honor y dos notables, en ¨¦tica y en educaci¨®n f¨ªsica. Su madre le pregunt¨®: "Pero, hijo, ?y qu¨¦ ha pasado en estas dos asignaturas?". Al a?o siguiente fueron nueve matr¨ªculas.
Cuando se le pregunta c¨®mo es un d¨ªa normal en su vida, responde al instante: "Criminal". Cuatro d¨ªas a la semana, corre o nada. Va al gimnasio. Cuando llega a casa por la noche, dedica una hora y media a su doctorado en gesti¨®n sanitaria. Y pinta al ¨®leo. "La pol¨ªtica tiene parte de arte si se lo das todo", dice frente a su vaso de agua. "El d¨ªa que no me ilusione har¨¦ otra cosa: yo voy corto de equipaje a todos los sitios".
El hombre que parece haber acabado con la jaula de grillos que siempre fue la Federaci¨®n Socialista Madrile?a dice abanderar un "nuevo socialismo", que habr¨¢ que ver qu¨¦ tiene de lo primero y qu¨¦ de lo segundo. Asegura que no se escorar¨¢ al centro. Y muchos comparan su hermetismo con el de Zapatero. De hecho, en su ¨¦poca de funcionario municipal le llamaban el herm¨¦tico. En su etapa de alcalde sus hom¨®logos le dec¨ªan el ni?o. Son muy celebradas, en privado, sus dotes de imitador. Al final de la comida, se suelta. "Cierra los ojos", dice, "y adivina". Suena la voz de Paco Umbral, clavada. La de Felipe Gonz¨¢lez, tambi¨¦n. Santiago Carrillo, Guerra, encadena imitaciones con pasmosa facilidad.
Pide un t¨¦ rojo y explica que ayuda a perder grasa y que es anticancer¨ªgeno. "La erosi¨®n de Aguirre ya ha comenzado, vamos a ganar en 2011". Ante todo, como hizo en Parla, quiere ofrecer cercan¨ªa: "La cuesti¨®n no es que la puerta del despacho est¨¦ abierta; el despacho tiene que estar en la calle".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.