Sobre Ban Ki-moon
Los numerosos errores f¨¢cticos de su art¨ªculo del 7 de septiembre (Ban Ki-moon, el Hombre Invisible) merecen refutarse, pero concentr¨¦monos al menos en su argumento central: que en la coyuntura actual, la ONU necesita un "general" sumamente visible, en lugar de un buscador de consensos, un constructor de puentes o un diplom¨¢tico. Ese punto de vista refleja en esencia el concepto tradicional de un secretario general concebido como una especie de abogado global, que utiliza su funci¨®n para promover e impulsar lo bueno y lo correcto en el mundo.
Sin ninguna duda, el secretario general debe hacer exactamente eso con frecuencia, especialmente en materia de derechos humanos y de justicia internacional. El desempe?o de Ban Ki-moon est¨¢ al nivel de cualquier l¨ªder mundial. Sus duros y repetidos pronunciamientos y su mediaci¨®n en Myanmar, Kosovo, Darfur, Kenya y Zimbabue, por citar s¨®lo algunos ejemplos, son prueba suficiente de ello, pese a lo que vuestro art¨ªculo se?ala.
Pero los d¨ªas en que una ONU enfadada reprend¨ªa se?alando con el dedo en nombre de tal o cual pa¨ªs o bloque, desaparecieron hace tiempo, y probablemente para bien. Este nuevo mundo reclama asimismo un liderazgo renovado y diferente. La formaci¨®n de coaliciones globales demanda una dosis inmensa de compromiso y energ¨ªa, mucho m¨¢s que meras reprimendas o se?alamientos.
Incluso las cuestiones tradicionales relacionadas con la paz y la seguridad tienen un nuevo car¨¢cter en esta nueva era. Por razones obvias, los expertos en pol¨ªtica internacional ponen renovado ¨¦nfasis en la prevenci¨®n de conflictos. (Despu¨¦s de todo, ?qui¨¦n tiene los recursos para despachar misiones de mantenimiento de la paz a todos los rincones del planeta?). Cuando los esfuerzos tras bambalinas tienen ¨¦xito no reciben ni buscan aclamaci¨®n.
Las organizaciones regionales asumen cada vez m¨¢s el liderazgo frente a las crisis. Lo hacen por una buena raz¨®n: el inter¨¦s inmediato en el ¨¦xito de cualquier intento de soluci¨®n y que les toca vivir con las consecuencias de un posible fracaso.
?C¨®mo puede el autor imaginar que se logr¨® desplegar a las fuerzas de mantenimiento de la paz en Sud¨¢n, despu¨¦s de a?os de par¨¢lisis, si no mediante diplomacia multilateral tras bambalinas? ?C¨®mo se envi¨® asistencia a Myanmar despu¨¦s del cicl¨®n Nargis?
Con un poco m¨¢s de investigaci¨®n o un entendimiento m¨¢s profundo, vuestro reportero habr¨ªa descubierto la respuesta.
Es verdad que el mundo anhela regresar a un sistema de colaboraci¨®n multilateral en los asuntos internacionales. Si un diplom¨¢tico con energ¨ªa, integridad y habilidad para lograr consensos (como vosotros mismos hab¨¦is descrito a Ban Ki-moon) no da la talla, no s¨¦ qui¨¦n podr¨ªa hacerlo.
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