Partido sencillo, esforzada victoria

Juega el Bar?a dos partidos en uno cada jornada. Libra uno con el adversario -ayer no s¨®lo fue muy superior al Sporting, sino que le gan¨®- y el otro contra s¨ª mismo, igualmente resuelto a su favor despu¨¦s de un largo contencioso. Ocurri¨® m¨¢s o menos la misma historia que el s¨¢bado contra el Racing. La diferencia es que anoche el resultado le dio la raz¨®n. La mayor¨ªa de sus encuentros se deciden para bien o para mal a bal¨®n parado, una suerte que para nada se corresponde con su generosa propuesta, muy superior anoche a la de los leones lisboetas, que, a diferencia de los equipos espa?oles, no supieron descifrar el juego azulgrana.

Ante una contienda aparentemente sencilla, el Bar?a necesit¨® un esfuerzo extra para expresar su superioridad porque se enreda en las cuestiones m¨¢s simples. A veces parece que el mejor defensa de Messi es Messi por recrearse en exceso en la jugada. Eto'o funciona mejor como zaguero que como ariete. Y Henry, elegante en la carrera, no da con la porter¨ªa. Al Bar?a le falta ser m¨¢s selectivo y mayor pegada para avalar su juego de claqu¨¦, inspirado en un rondo que no necesariamente lleva al ¨¢rea. A un equipo tan coral y de buena pinta colectiva, le vendr¨ªa bien un insolidario que s¨®lo pensara en marcar goles.

Los barcelonistas quieren hacer las cosas tan bien que les salen mal

Les perd¨ªa el barroquismo y la incapacidad de Eto'o para ejercer de punta

La sensaci¨®n es que los barcelonistas quieren hacer las cosas tan bien que a veces les salen mal, como si la virtud estuviera en la dificultad y no en la naturalidad. Puede parecer incluso que Guardiola les da demasiadas vueltas a las cosas y acaba por complicarse la vida con decisiones que escapan al sentido com¨²n, si es que en el f¨²tbol existe la racionalidad. Ocurre que el entrenador comulga con Cruyff, se confiesa con Bielsa y su Biblia son los apuntes del rival, de manera que le encanta intervenir desde la alineaci¨®n. Ayer ubic¨® a Puyol en la izquierda y a Piqu¨¦ en la derecha como laterales, mientras M¨¢rquez cerraba como central y Alves quedaba liberado para crear superioridad num¨¦rica desde el medio campo. Muy cruyffista.

El Bar?a se garantiz¨® una buena salida de bal¨®n y un excelente ritmo de partido por el despliegue de la segunda l¨ªnea, al tiempo que cerraba la l¨ªnea de pase que los medios del Sporting siempre buscan entre el lateral y el central contrarios para la carrera de Yannick. Guardiola quer¨ªa ganar el partido tambi¨¦n t¨¢cticamente, generar las mejores condiciones para la victoria, sin tener que aguardar la inspiraci¨®n individual, decisi¨®n que va en el sentido contrario de cuantos conciben el f¨²tbol como un juego m¨¢s convencional y abogan por la espontaneidad.

Jug¨® y combin¨® bien el Barcelona, con Keita de medio centro poderoso mientras Iniesta y Xavi romp¨ªan como volantes y Messi y Henry se ganaban f¨¢ciles posiciones de remate desde los extremos. Los azulgrana se estiraron con determinaci¨®n y se aseguraron la posesi¨®n r¨¢pida de la pelota por su buena presi¨®n sobre el Sporting, partido por la mitad, sostenido por la falta de punter¨ªa del Bar?a. A los azulgrana les cuesta demasiado acabar la jugada, como si s¨®lo valieran los goles que se marcan desde el ¨¢rea peque?a y despu¨¦s de que hayan intervenido los 11 futbolistas.

Alcanzado el descanso, el Bar?a ganaba por un gol de c¨®rner de M¨¢rquez despu¨¦s de que la delantera hubiera desaprovechado al menos cuatro ocasiones tan bien trabajadas como mal resueltas. Les perd¨ªa el barroquismo ofensivo, la dificultad para armar el ¨²ltimo pase y la incapacidad de Eto'o para ejercer de delantero centro, falto de velocidad, desconectado como ariete que tiene que poner el punto final a la jugada. Incluso despu¨¦s del gol azulgrana hubo un receso en el juego, espantados a¨²n los jugadores por el tanto tomado ante el Racing, y el segundo tramo del encuentro result¨® muy irregular.

Al Bar?a siempre le ha costado cerrar los partidos, y m¨¢s despu¨¦s de esfuerzos generosos y trabajos colectivos notables, como ayer, en que jug¨® un buen rato con intensidad y velocidad. Ni siquiera le tranquiliz¨® un segundo tanto marcado por Eto'o de penalti, porque al Sporting le alcanz¨®, como a cualquier otro adversario, con un c¨®rner para meterse de nuevo en el partido. El mal rato azulgrana se acab¨® con un gol de jugada dise?ado por Iniesta y marcado por Xavi, el jugador del partido, una acci¨®n que deber¨ªa ser de lo m¨¢s natural en el Camp Nou y que, sin embargo, resulta extraordinaria. El tanto era tan esperado que, una vez alcanzado, se dio el partido por acabado para suerte del Bar?a, que ya marca el paso en su grupo de la Champions como le corresponde por su condici¨®n de cabeza de serie.