?De qu¨¦ se r¨ªe Ben Stiller?
PARECE mentira que sea el rey de la comedia, el hombre capaz de pasar por todo con tal de hacer re¨ªr. ?Pillarse los test¨ªculos con la cremallera del pantal¨®n? S¨®lo puede hacerlo Ben Stiller. ?Dejar que abusen de ti los suegros, el sobrino y hasta el gato? El bueno de Ben. ?Y hacer de saco para que te golpee una pandilla de monos tocapelotas? Ben, Ben, Ben. Pero, en la mejor tradici¨®n de Buster Keaton, en persona este neoyorquino de 42 a?os se presenta con cara de palo, m¨¢s bien serio o anodino, siempre vestido de negro, camisa, vaqueros y zapatos de cordones, y lo ¨²ltimo que provoca es risa. "Yo le entiendo. Es un introvertido, alguien que desata su lado creativo y divertido a trav¨¦s del trabajo. Los extrovertidos tratan de entretener todo el rato pero nunca consiguen tal nivel de perfecci¨®n", defiende su compa?ero de reparto en Tropic thunder Steve Coogan. "En mi opini¨®n ¨¦l es el verdadero heredero de Charles Chaplin", le secunda Robert Downey Jr., alguien que salt¨® a la fama, precisamente, haciendo de Charlot.
Una cosa es que sea serio, o lo parezca, y otra tenerle pena. Ninguno de los halagos muestra el m¨¢s m¨ªnimo rastro de conmiseraci¨®n por alguien que ha amasado 3.500 millones de d¨®lares en la taquilla mundial (unos 2.500 en euros), por lo general haciendo re¨ªr, y que la revista Forbes considera entre las 10 estrellas m¨¢s rentables del momento. Adem¨¢s, sigue su racha de suerte. Tropic thunder, donde escribe, dirige y protagoniza, es la obra de su vida. Literalmente. Le ha costado m¨¢s de 20 a?os parirla. "Bueno, ya sabes c¨®mo son estas cosas: habl¨¦ de ello durante un par de a?os, el proceso de casting dur¨® 18, y hace dos que me puse a trabajar en serio en ello", admite el int¨¦rprete, que siempre insiste en que no sabe contar un chiste.
?se es el problema con Ben, que como humorista e hijo de c¨®micos prominentes Jerry Stiller y Anne Meara, lo que se espera de ¨¦l nada m¨¢s verle es que resulte divertido. Pero este friki que creci¨® mamando a Mel Brooks y so?¨® de ni?o con ser Gene Hackman en La aventura del Poseid¨®n prefiere dejar ese humor para la pantalla. "La primera regla a la hora de escribir una comedia es hablar de lo que uno conoce. Y de ah¨ª que sea tan divertido afirma Black. Ben sabe bien de lo que habla". ?Cremalleras de pantalones, monos y suegros? "No, de grandes estrellas con egos todav¨ªa m¨¢s grandes y comportamientos de diva", aclara su amigo. "Ben es una estrella de las grandes, de las que si se le cae una hoja de lechuga van cien personas a recogerla. ?se es el mundo en el que vive, lo conoce a la perfecci¨®n y por eso se divierte diseccion¨¢ndolo", a?ade Coogan. "No te olvides de que en otro universo Ben ser¨ªa una gran estrella de acci¨®n y Tom Cruise un gran c¨®mico", resume Downey Jr.
La sorprendente presencia de Cruise en la pel¨ªcula parece refrendarlo. "Fue ¨¦l mismo quien se ofreci¨® a interpretar a un productor sin escr¨²pulos. El m¨¦rito es todo suyo. Me dijo: 'Te r¨ªes de los actores pero, ?qu¨¦ hay del otro lado de la industria?", recuerda un Stiller que ha pasado de hacer carrera ri¨¦ndose de Cruise con parodias de El color del dinero, Top Gun o Misi¨®n imposible a ser u?a y carne de la estrella por excelencia. Son ¨ªntimos: Stiller siempre le pasa sus guiones en busca de recomendaciones ("es un tipo realmente listo", resume) y Cruise, a cambio, ha recibido con Tropic thunder el mejor de los espaldarazos a una carrera m¨¢s que floja y plagada de esc¨¢ndalos en los ¨²ltimos a?os. "Siempre voy a la b¨²squeda de algo nuevo", aprovech¨® Cruise para confesar a Liz Smith en Variety. "Y la pel¨ªcula de Ben es hilarante. Lo iba a hacer simplemente por amistad, pero acab¨® siendo genial", a?adi¨®. Lo ir¨®nico es que su papel parece directamente inspirado en Summer Redstone, archin¨¦mesis de Cruise y presidente de Paramount, parad¨®jicamente, la distribuidora de Tropic thunder. "Chismes de la prensa", desde?a Stiller.
Para Coogan, Tropic thunder ataca a todos en la industria, "como debe de ser". Est¨¢ el humorista pasado y drogado cuya carrera se basa en la flatulencia (interpretado por Jack Black, que apunta: "La opci¨®n era hacerlo yo o que lo hiciera otro burl¨¢ndose de m¨ª"); el actor de m¨¦todo tan metido en su papel que para hacer de sargento negro se somete a un pol¨¦mico proceso de pigmentaci¨®n de piel (Robert Downey Jr), y la estrella de acci¨®n en decadencia (el propio Stiller). Tambi¨¦n hay directores pusil¨¢nimes (Coogan), agentes lameculos (Matthew McConaughey) y jefes de estudio sedientos de dinero (un Cruise calvo, gordo y peludo cuyo nombre ni sale en los cr¨¦ditos). Todo, en medio del rodaje de una gran pel¨ªcula b¨¦lica donde los protagonistas se ven en medio de una guerra de egos y de balas. "La idea era hacer un homenaje sat¨ªrico al g¨¦nero, una especie de Burden of Dreams [el documental sobre la producci¨®n de Fitzcarraldo] o El coraz¨®n de las tinieblas mezclado con El juego de Hollywood", describe Stiller, que recuerda su primer trabajo cinematogr¨¢fico en El imperio del sol y que intent¨® ser parte del reparto, sin ¨¦xito, de Platoon o de La colina de la hamburguesa. "Fue la ¨¦poca en la que o¨ªas por primera vez hablar de campos de entrenamiento militar para actores y se me hizo divertida la idea de parodiar a estos veteranos de una guerra de cine que deja secuelas", explica.
Los malentendidos se han dado no tanto entre los veteranos de guerra como entre otros colectivos, como los negros mejor dicho, los blancos escandalizados de ver en el nuevo milenio a un actor blanco con la cara pintada haciendo de negro o los grupos de discapacitados que pusieron el grito en el cielo por el uso y abuso de la palabra "retrasado". "Al final es el p¨²blico el que te dice con su risa si les gusta o no", confiesa Stiller, serio y salom¨®nico. La respuesta positiva est¨¢ en los cerca de 100 millones de d¨®lares recaudados en tres semanas en EE UU.
Con toda su seriedad, Stiller se declara gran amigo de sus amigos un "c¨ªrculo de gilipollas", como bromea Downey Jr.. De ¨¦l tambi¨¦n forma parte Owen Wilson, que ha participado junto al autor neoyorquino en m¨¢s de media docena de proyectos y que si ha faltado a este filme fue por su intento de suicidio (que forz¨® a su sustituci¨®n por McConaughey pocos d¨ªas antes de comenzar el rodaje y que hizo que Stiller considerara interpretar ¨¦l mismo ese papel cediendo el de protagonista a Keanu Reeves). "Es genial, todos sabemos que siempre seguir¨¢ contando con nosotros hasta que metamos la pata... o seamos m¨¢s graciosos que ¨¦l", remata Coogan. Y esto ¨²ltimo, dado lo en serio que Stiller se toma su trabajo, puede que no sea una broma.
Tropic thunder: una guerra muy perra se estrena en toda Espa?a el 26 de septiembre.
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