"La dependencia energ¨¦tica de Rusia amenazar¨¢ la libertad de Europa"
La Rep¨²blica Checa, uno de los socios m¨¢s d¨ªscolos del club europeo, presidir¨¢ la Uni¨®n Europea en el primer semestre de 2009. Su primer ministro, Mirek Topolanek, de 52 a?os, acaba de pasar por Espa?a para explicar sus prioridades: libre circulaci¨®n de trabajadores, reequilibrio entre las pol¨ªticas europeas hacia el Mediterr¨¢neo y la Europa central y del este, reforzar la cooperaci¨®n euroatl¨¢ntica, por supuesto no hay nada de que hablar con Cuba y sobre todo firmeza ante Rusia.
Que nadie espere tampoco mucho esfuerzo por parte de Praga para que se ratifique bajo su presidencia el Tratado de Lisboa. El documento todav¨ªa no ha sido aprobado en la Rep¨²blica Checa. Para Topolanek, que advierte que no tolerar¨¢ presiones de nadie, ¨¦se es un problema que debe resolver primero Irlanda.
"Cuando los checos nos hemos apoyado en Estados Unidos hemos sido libres"
"El debate en la UE es tan plano que han desaparecido las opiniones diferentes"
El euroescepticismo checo combina el inter¨¦s porque la UE funcione con cierto desprecio sobre c¨®mo lo haga y los tratados que la estructuran. Es m¨¢s una actitud de rebeld¨ªa contra la "correcci¨®n pol¨ªtica" de Bruselas y su "debilidad" frente a Mosc¨², contra lo que The Economist ha llamado "la racionalizaci¨®n de la impotencia" frente a Rusia.
Durante la entrevista, realizada en el Instituto de Empresa, Topolanek, primer ministro desde hace dos a?os al frente de una coalici¨®n entre su partido, Dem¨®cratas C¨ªvicos (derecha liberal), democristianos y verdes, adopta esa actitud. En total, 20 minutos de respuestas displicentes.
Pregunta. ?Cu¨¢l ser¨¢ la posici¨®n de la presidencia checa respecto a los grandes temas que afronta la UE, como las relaciones con Washington y Mosc¨²?
Respuesta. La relaci¨®n euroatl¨¢ntica es un ancla para la seguridad de Europa. Para nosotros es, hist¨®ricamente, una relaci¨®n sustancial. Cuando nos hemos podido apoyar en Estados Unidos, hemos sido libres. Sobre la dimensi¨®n oriental de la pol¨ªtica europea, los pa¨ªses centroeuropeos y escandinavos queremos un equilibrio entre este aspecto y la pol¨ªtica mediterr¨¢nea. Queremos que se complementen. Lo que ocurre en Georgia y en Ucrania no es algo que deba preocupar s¨®lo a los centroeuropeos, sino tambi¨¦n a los espa?oles. En las fronteras del este y el sur de la Uni¨®n hay pa¨ªses que pueden llegar a formar parte de la UE, pero tambi¨¦n hay muchos riesgos. Hay que discutir con ellos sobre inmigraci¨®n, terrorismo, energ¨ªa, econom¨ªa, seguridad...
P. ?Y qu¨¦ relaci¨®n debe tener la UE con Rusia?
R. Rusia aspira otra vez a jugar el papel de potencia, utilizando herramientas energ¨¦ticas, econ¨®micas y militares. C¨®mo responder a esta actitud es una prueba para la comunidad internacional y para la UE. Por un lado, sabemos que las sanciones no solucionan nada y, por otro lado, hay peligro de contagio a Crimea y el Transdni¨¦ster. En el futuro, la dependencia energ¨¦tica de Rusia amenaza la libertad de los europeos. El 21 de agosto se cumplieron 40 a?os de la ocupaci¨®n sovi¨¦tica de Checoslovaquia y los ¨²ltimos soldados rusos se fueron el 30 de junio de 1991. Queremos mantener relaciones amistosas con Rusia, pero no queremos estar en su esfera de influencia. Espa?a se porta a veces como si este tema no fuera con ella, pero es un problema europeo.
P. ?C¨®mo valora la respuesta europea a la invasi¨®n de Georgia?
R. Muy poco audaz, y bastante d¨¦bil. Es lo que pasa cuando hay que conseguir que 27 pa¨ªses se pongan de acuerdo. En cosas as¨ª se percibe su debilidad, pero tambi¨¦n su fuerza, porque es una respuesta unida.
P. ?Qu¨¦ deber¨ªa hacerse respecto a la crisis en el C¨¢ucaso?
R. La comunidad internacional deber¨ªa presionar para que se vayan los soldados rusos de territorio georgiano. Tambi¨¦n deber¨ªan ponerse en marcha instrumentos para que, por ejemplo, todos los acuerdos que aprueben las autoridades de [las regiones secesionistas de] Abjazia y Osetia del Sur deban ser aprobados tambi¨¦n por las autoridades de Georgia. Creemos que Georgia necesitar¨¢ m¨¢s fondos que los que la UE calcula para su reconstrucci¨®n. Si seguimos limit¨¢ndonos s¨®lo a mirar, vamos a perder las v¨ªas alternativas de suministro de gas y petr¨®leo.
P. Ustedes apoyan la entrada de Ucrania y Georgia en la OTAN. ?Hasta qu¨¦ pa¨ªs deber¨ªa llegar la ampliaci¨®n de la Alianza?
R. La zona euroatl¨¢ntica es un espacio de seguridad y libertad, y Rusia deber¨ªa tener inter¨¦s de que la ampliaci¨®n llegara lo m¨¢s cerca posible de su territorio. Fue un error que, en abril, la OTAN no otorgara a Georgia y Ucrania el estatuto de candidato oficial al ingreso. Este paso no garantizaba la integraci¨®n, pero habr¨ªa sido una se?al clara para Rusia. Esa decisi¨®n anticip¨® la acci¨®n rusa en Osetia del Sur y Abjazia. En Ucrania, la desestabilizaci¨®n de la escena pol¨ªtica se debe claramente a una influencia exterior. La incorporaci¨®n a la OTAN ser¨¢ ahora mucho m¨¢s dif¨ªcil.
P. El Tribunal Constitucional checo est¨¢ analizando el Tratado de la UE. ?Qu¨¦ pasa si lo rechaza?
R. Todo el mundo est¨¢ interesado en la ratificaci¨®n del tratado en la Rep¨²blica Checa, pero es evidente que sin la aprobaci¨®n de Irlanda no entrar¨¢ en vigor. En nuestro pa¨ªs, el texto se encuentra en el Constitucional, y si dictamina que el tratado respeta las leyes checas, el proceso seguir¨¢ en el Parlamento. En el pasado Consejo Europeo ya dijimos que, si nos presionan, no podremos garantizar el resultado. Yo desear¨ªa que el tratado sea ratificado antes de que empiece nuestra presidencia europea.
P. El presidente checo, V¨¢clav Klaus, afirma que en Europa hay demasiados euroingenuos. ?Est¨¢ de acuerdo?
R. Si no tuvi¨¦ramos a V¨¢clav Klaus en la Uni¨®n, tendr¨ªamos que inventarlo. El debate en la UE es pol¨ªticamente tan correcto y tan plano que ya han desaparecido todas las opiniones diferentes.
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