"La UE ha perdido frente a Rusia las grandes batallas energ¨¦ticas"

La Uni¨®n Europea ha tardado en comprender la importancia de la energ¨ªa como instrumento de pol¨ªtica exterior y de seguridad. Su apuesta en la d¨¦cada de los 90 por la "ultra liberalizaci¨®n energ¨¦tica frente al control estatal", ha provocado que la UE haya perdido "las grandes batallas energ¨¦ticas frente a Rusia", considera Antonio Marquina, catedr¨¢tico de Seguridad y Cooperaci¨®n Internacional en la Universidad Complutense de Madrid y autor y editor del libro Energy Security, que esta tarde presenta en el Centro Casa Asia-Madrid como resultado de la primera conferencia anual sobre los grandes retos en pol¨ªticas energ¨¦ticas y de seguridad de la red de universidades Europa-Asia (ASEM), cuyo Centro Educativo en Seguridad Humana dirige este catedr¨¢tico.

"En el juego entre el mercado y los Estados, el gran perdedor es el mercado porque no est¨¢ liberalizado en Europa y es cautivo de los oligopolios, monopolios y c¨¢rteles, as¨ª como de los movimientos de las empresas estatales", contin¨²a Marquina, que recuerda que mientras "la UE acord¨® en el Consejo de Ministros de Luxemburgo de 1998 dejar la energ¨ªa en manos de las empresas", Rusia ha reforzado el papel estatal "ofreciendo incentivos a las compa?¨ªas y adquiriendo un papel al que ahora la UE es incapaz de hacer frente".

Sin embargo, Rusia y la UE se ver¨¢n obligadas a cooperar. El ex JEMAD F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, Alto Representante para la Presidencia Espa?ola, que esta tarde participa en la presentaci¨®n de Energy Security junto al director de Casa Asia-Madrid, Fernando Delage, y el premio Pr¨ªncipe de Asturias de Econom¨ªa Juan Velarde, considera que ni "Rusia ni la UE tienen inter¨¦s en poner en riesgo grave los abastecimientos ni la distribuci¨®n de gas" -como se ha comprobado en la reciente crisis entre Rusia y Ucrania- y estima necesario "utilizar la energ¨ªa como una oportunidad para fortalecer los v¨ªnculos entre Rusia y Europa y no como una amenaza".

A pesar de ello, Europa se ver¨¢ obligada a diversificar sus redes de distribuci¨®n, que podr¨ªan proceder de Asia Central, Irak e incluso Ir¨¢n. "El proyecto Nabucco era una alternativa para que Europa evitara la dependencia de Rusia, pero se encuentra relativamente paralizado desde mayo de 2007, cuando Mosc¨² acord¨® la compra de las reservas de gas de Turkmenist¨¢n, que eran necesarias para abastecer el gasoducto Nabucco", explica Marquina. "La inestabilidad y las circunstancias pol¨ªticas de Irak e Ir¨¢n obligan a descartar, por el momento, estas v¨ªas", contin¨²a el experto en seguridad.

La lucha por el control de los recursos no se circunscribe en exclusiva al continente europeo. "Asia es una de las econom¨ªas que m¨¢s crecen y que mayor dependencia de recursos energ¨¦ticos tiene del exterior", apunta Fernando Delage. China, Jap¨®n, Corea del Sur o los pa¨ªses del sureste asi¨¢tico han entrado a participar de lleno en el juego diplom¨¢tico que lucha por asegurarse el control de las reservas y propicia el nacimiento de proyectos sin el respaldo estadounidense, como "el gasoducto que, a trav¨¦s de Ir¨¢n, llegar¨¢ hasta Pakist¨¢n y probablemente India".