SOROS. El millonario que quer¨ªa ser fil¨®sofo
?Qu¨¦ tal tiene la espalda hoy? Hoy est¨¢ bien.
George Soros cumpli¨® 78 a?os el pasado 12 de agosto. No es que est¨¦ mal de salud, aunque desde que se retir¨® de la gesti¨®n directa, en 2001, ya viene poco por aqu¨ª, por su despacho del Soros Fund Management en Manhattan; es que le gusta decir que siempre ha tomado sus decisiones m¨¢s importantes en funci¨®n de lo que le avisa su organismo.
-Normalmente me duele la espalda cuando cometo un error. El hecho de que ahora no me duela me hace pensar que he comprendido bastante bien lo que est¨¢ pasando.
Soros cree haber comprendido bien de qu¨¦ va la actual crisis econ¨®mica y a eso ha dedicado su d¨¦cimo libro, que acaba de publicar en Espa?a la editorial Taurus. Estamos ante una cat¨¢strofe, viene a ser su tesis. No es la primera vez que lo dice: ya hace diez a?os pronostic¨® el derrumbamiento del capitalismo global. Escuchan con atenci¨®n sus predicciones los que recuerdan que hizo su fortuna con un golpe que rompi¨® el espinazo del Banco de Inglaterra: el 16 de septiembre de 1992, el mi¨¦rcoles negro, Soros vendi¨® m¨¢s de 10.000 millones de libras esterlinas y forz¨® la devaluaci¨®n de la divisa brit¨¢nica, un movimiento especulativo que le hizo ganar m¨¢s de mil millones de d¨®lares en 24 horas. Pero otros
-economistas, expertos, acad¨¦micos- creen que exagera y que su activismo pol¨ªtico nubla sus dotes de analista financiero. A ¨¦l le divierte verse como el protagonista de Pedro y el lobo.
-Y recuerde que al final el lobo vino.
Vino, y usted podr¨ªa estar en lo cierto, pero...Podr¨ªa equivocarme.
Podr¨ªa equivocarse. Podr¨ªa equivocarme en lo que sostengo, pero mi espalda me est¨¢ diciendo... Mejor dicho, mi espalda no me est¨¢ diciendo que estoy equivocado.
?A estas alturas de su vida presta cada vez m¨¢s atenci¨®n a su espalda? No, no, pero si mi espalda habla, yo la escucho. En todo caso, lo primero que uso es mi cabeza. Y cuando me equivoco, entonces habla mi espalda.
Si Soros estuviera sentado delante de su ordenador, en la mesa de su despacho, y mirara hacia la izquierda, ver¨ªa todo Central Park, de sur a norte, desde esta planta 33 de un rascacielos que se levanta en la calle 57, a la altura de la S¨¦ptima Avenida. Si mirara hacia atr¨¢s, su vista cruzar¨ªa el r¨ªo Hudson y llegar¨ªa hasta Nueva Jersey. Pero ahora mismo est¨¢ sentado en otra mesa, en un extremo del despacho en cuyas paredes cuelgan originales de Kadar Bela y otros artistas h¨²ngaros, y s¨®lo en ocasiones presta alguna atenci¨®n al ordenador: cuando escucha el ping que indica que ha recibido un correo electr¨®nico.
Aunque sus ojos azules son amistosos, tiene el gesto un poco tenso. "No est¨¢n los tiempos como para sonrisas", fue la respuesta. ?Por qu¨¦ le cuesta tanto sonre¨ªr a este hombre que tiene una fortuna de 9.000 millones de d¨®lares, seg¨²n la revista Forbes? Quiz¨¢ porque cree que tiene que acompa?ar as¨ª su mensaje de que estamos ante la peor crisis financiera desde los a?os treinta, que la superburbuja creada en los ¨²ltimos 25 a?os ha estallado y que vamos hacia una recesi¨®n.
-Por desgracia, es verdad. Mire, he escrito este libro naturalmente por la crisis, pero tambi¨¦n porque yo tengo una filosof¨ªa que no se limita al mercado. Es una interpretaci¨®n diferente de la condici¨®n humana. El mercado es como un laboratorio en el que se pueden probar esas ideas. Y ¨¦sta es una prueba muy buena. La idea b¨¢sica es que nuestra comprensi¨®n del mundo es siempre imperfecta, y que esa comprensi¨®n imperfecta ocupa un papel muy importante a la hora de configurar la historia. Lo que est¨¢ ocurriendo ahora es un ejemplo estupendo, porque el sistema financiero global en los ¨²ltimos 25 a?os se ha desarrollado sobre la base de conceptos equivocados en cuanto a los mercados. Y esos errores son los que han tra¨ªdo esta crisis. Eso es lo que yo llamo la superburbuja. En mi interpretaci¨®n, cada burbuja tiene componentes basados en la realidad, en el mundo real. Pero hay una interpretaci¨®n incorrecta de la realidad. Y las interacciones entre las falsas concepciones y la realidad causan...
Suena un ping desde el ordenador. Pero Soros est¨¢ ya lanzado en su discurso.
... en otras palabras, todo lo que ocurre en el mundo real refuerza las malas interpretaciones, hasta que la distorsi¨®n de la realidad es tan grande que no se puede sostener. Y as¨ª es como se desarrollan, y al final estallan, las burbujas. Y los errores sobre el mercado consisten en pensar que tiende al equilibrio, y que las desviaciones del equilibrio son aleatorias. Todo lo que est¨¢ ocurriendo ahora se debe a esos errores. Por esa raz¨®n se ha permitido que los mercados tengan mucha m¨¢s libertad de la que ten¨ªan.
A usted no le gusta el fundamentalismo de los mercados, no le gusta el 'laissez faire', pero... Pero tampoco me gusta la regulaci¨®n. De hecho, la regulaci¨®n es peor a¨²n que los mercados. Los reguladores son bur¨®cratas, y los bur¨®cratas son bastante lentos a la hora de responder a la realidad. Por consiguiente, las regulaciones pueden empeorar las cosas. Lo que hay que hacer es mantenerlas en un nivel m¨ªnimo. Por otra parte, ir demasiado lejos y eliminar las regulaciones, que es lo que ha pasado en los ¨²ltimos 25 a?os, crea los problemas que tenemos ahora. Son los extremos.
?Y usted aboga por un punto intermedio, por una especie de capitalismo maduro? S¨ª, eso es. El hecho de que yo critique el capitalismo no quiere decir que me oponga al capitalismo: lo que quiero es que funcione bien, quiero mejorarlo. Todas las creaciones humanas son imperfectas; cuando uno busca la perfecci¨®n es cuando se encuentra con problemas. El comunismo ofreci¨® un mundo ideal perfecto, pero la realidad era completamente distinta. Y esta fe en la perfecci¨®n de los mercados y en que no hace falta regulaci¨®n, en que no es necesaria la intervenci¨®n del Estado, es otro error de exceso.
Dice usted que estamos al final de una era. ?Qu¨¦ es lo que est¨¢ muriendo? Una manera concreta de organizaci¨®n global basada en el dominio del d¨®lar. El consenso de Washington impuso una disciplina de mercado a todos los miembros de la econom¨ªa global, a todos los pa¨ªses, excepto EE UU. Estados Unidos ten¨ªa el d¨®lar, la divisa que todos los dem¨¢s aceptaban; sus ¨²nicas limitaciones eran las que se impon¨ªa a s¨ª mismo. Y esto result¨® no ser muy eficaz. Estados Unidos acab¨® utilizando todos los ahorros del mundo para apoyar el consumo interno. Al final consumimos un 6% m¨¢s de lo que produc¨ªamos. Esto podr¨ªa haber continuado as¨ª, porque hab¨ªa pa¨ªses como China, y antes Jap¨®n, encantados de proporcionar cr¨¦dito y acumular riqueza, pero entonces las familias se vieron desbordadas por la deuda, debido a la burbuja inmobiliaria.
Y ahora... Ahora estamos en un periodo de incertidumbre, porque no est¨¢ claro qu¨¦ es lo que viene y no es algo que sea posible pronosticar. Es imposible predecir el futuro: la idea de que podemos predecirlo es tambi¨¦n una falsa idea. Depende de lo que hagamos, de c¨®mo respondemos a la crisis. El mundo ser¨¢ muy diferente, por ejemplo, si es presidente Obama o si lo es McCain. Pero tambi¨¦n es muy importante, quiz¨¢ m¨¢s importante, c¨®mo responde China a la actual situaci¨®n. Porque ahora mismo Am¨¦rica no tiene demasiadas opciones, debido a los l¨ªmites que se han desarrollado: no podemos rebajar ya m¨¢s los tipos de inter¨¦s, no podemos aumentarlos tampoco... estamos atascados.
El margen de maniobra es estrecho. Muy estrecho. China tiene mucho m¨¢s margen que EE UU, m¨¢s capacidad, debido a su gran super¨¢vit, as¨ª que deber¨ªa tomar iniciativas...
Habr¨¢ que ver qu¨¦ iniciativas, porque usted sugiere una posible crisis de tipo capitalista como desenlace final del r¨¦gimen chino... Si China maneja mal la situaci¨®n, habr¨¢ una crisis pol¨ªtica, adem¨¢s de una crisis financiera, porque no hay democracia en China. Por tanto, no hay manera de que la gente exprese su descontento. Tienen, de hecho, un sistema muy extra?o de creaci¨®n de consensos; el comunismo chino es muy diferente del modelo estalinista. Los l¨ªderes chinos escuchan muy cuidadosamente a todas las partes y se mueven con mucha cautela. Pero si fracasan a la hora de lidiar con esta situaci¨®n, habr¨¢ una gran rebeli¨®n.
Hay analistas que creen que es exagerado hablar de recesi¨®n cuando la econom¨ªa, con los precios a los que ha llegado el barril de petr¨®leo, la crisis inmobiliaria y las restricciones de cr¨¦dito, sigue relativamente bien. M¨¢s d¨¦bil, con m¨¢s inflaci¨®n y menos crecimiento, pero sigue tirando. Y que se trata m¨¢s de una parte baja del ciclo que de una recesi¨®n... Yo estoy en desacuerdo. Quiz¨¢ no estemos a¨²n en una recesi¨®n, pero avanzamos hacia ella. El presente indica de manera anticipada lo que puede ocurrir en el futuro. Y todos los indicadores se?alan que estamos avanzando hacia la recesi¨®n. No reconocerlo supondr¨¢ que pasaremos m¨¢s tiempo en esa recesi¨®n.
?Cu¨¢l es el mejor pa¨ªs para invertir ahora mismo, el m¨¢s atractivo? El euro est¨¢ en mejor posici¨®n que el resto de las divisas, pero ahora mismo el mejor pa¨ªs es China.
?Qu¨¦ es lo que sabe de Espa?a, en donde la construcci¨®n ocupa una parte notable de la actividad econ¨®mica? Espa?a tiene un problema, pero es diferente. Por una parte, tiene una crisis inmobiliaria, y, como dice usted, el peso del sector de la construcci¨®n representa una proporci¨®n mucho mayor en la econom¨ªa espa?ola que en la de los otros pa¨ªses. Pero no tiene la crisis bancaria que nosotros s¨ª tenemos, porque los bancos espa?oles no incurrieron en las pr¨¢cticas de otros bancos ingleses y americanos y est¨¢n ahora en una posici¨®n m¨¢s s¨®lida. En Espa?a hay un sistema distinto de financiaci¨®n inmobiliaria que no ha causado los problemas que tenemos en Estados Unidos y el Reino Unido. Por otra parte, Espa?a est¨¢ en la UE y en el euro, con lo que su capacidad de maniobra es restringida: no puede alterar ni el tipo de cambio ni el tipo de inter¨¦s, no hay demasiadas armas a mano. Pero no tiene mucho d¨¦ficit, con lo que cuenta con un cierto margen para aplicar est¨ªmulos econ¨®micos basados en el d¨¦ficit presupuestario. Por todo esto, Espa?a tendr¨¢ una fase de econom¨ªa d¨¦bil; la clave residir¨¢ en lo flexible que pueda ser la fuerza de trabajo...
Usted pronostica que la crisis podr¨ªa crear una recesi¨®n global y, como consecuencia, un declive relativo de EE UU y un ascenso de China y otros pa¨ªses. ?El siglo XXI no va a ser otro siglo americano? No me siento capaz de hacer esa predicci¨®n incondicional. El mundo est¨¢ muy interconectado, pero los Estados soberanos que lo conforman necesitan liderazgo. Si Estados Unidos proporciona el liderazgo adecuado, podr¨ªa recuperar su posici¨®n de preeminencia. O sea, que yo a¨²n tengo confianza en EE UU. Pero lo que creo es que se ha cometido un gran error pol¨ªtico que empez¨® con Reagan, con el fundamentalismo de mercado. Luego con Bush, con el Bush actual, tratando de usar nuestra superioridad militar para imponer sus dictados al mundo. ?se ha sido un error terrible. Pero es algo que ya estamos empezando a asumir, con lo que podemos ser capaces de corregirlo.
Ha mencionado a George Bush. Creo que usted se gast¨® m¨¢s de 20 millones de d¨®lares en la campa?a electoral de 2004... 26 millones y medio.
... veintis¨¦is millones y medio para que Bush no fuera reelegido en 2004. ?Fue tirar el dinero? No, no lo fue. No es tirar el dinero porque defiendes tus principios, porque apoyas los principios adecuados, aunque luego no tengas ¨¦xito.
?La historia podr¨¢ ofrecernos en el futuro una imagen algo mejor de la que actualmente tiene George W. Bush? La imagen actual es bastante clara.
?C¨®mo la ve? Creo que se puede decir que es el peor presidente de la historia de Estados Unidos.
Usted proclam¨® hace ya meses sus simpat¨ªas por Obama. Tambi¨¦n por algunos m¨¢s... Bueno, desde luego McCain ser¨ªa una mejor¨ªa con respecto a Bush. Pero no hay ninguna duda de que estoy a favor de Obama.
?Las elecciones de noviembre se decidir¨¢n sobre la base de la econom¨ªa? Es algo que cada vez parece estar m¨¢s claro.
?Le gusta lo que se conoce de las propuestas econ¨®micas de Obama? Son a¨²n vagas, pero apuntan a medidas de respaldo al sector inmobiliario, iniciativas sobre energ¨ªa, un segundo paquete de est¨ªmulos fiscales... Creo que Obama, aunque apoye un segundo paquete, se comport¨® como un aut¨¦ntico hombre de Estado cuando se opuso a la reducci¨®n de los impuestos de la gasolina [tanto Hillary Clinton como McCain estaban a favor]. Y creo que en la actual situaci¨®n, tan negativa, tendr¨¢ que recurrir a soluciones m¨¢s radicales para abordar la crisis econ¨®mica. Con el calentamiento global, que es la verdadera crisis que se le viene encima a la econom¨ªa mundial. Tenemos que hacer grandes inversiones en energ¨ªas limpias. Creo que esas inversiones deber¨ªan sustituir el consumo como motor de la econom¨ªa global. Y conf¨ªo que ¨¦l tenga la visi¨®n de abrazar este tipo de ideas.
?Apostar¨ªa dinero por una victoria de Obama? Ahora s¨ª lo apostar¨ªa. Pero cuando hice p¨²blico mi respaldo por ¨¦l, no. Le apoy¨¦ no porque cre¨ª que podr¨ªa ganar, sino porque cre¨ª que era el hombre que Am¨¦rica necesita.
?Por qu¨¦? La raz¨®n principal es que representar¨ªa una ruptura con el gobierno de Bush. Hay que llevar a cabo esa ruptura. Adem¨¢s, Obama tiene algunas cualidades, debido a su historia personal, que le permiten ver el mundo no desde un punto de vista r¨ªgido, sino desde muchos puntos de vista diferentes. Y eso es lo que necesitamos ahora, porque Estados Unidos tiene que dirigir el mundo admitiendo, teniendo en cuenta, los puntos de vista de otros pa¨ªses. Y yo creo que ¨¦l es el hombre que puede hacer eso.
A usted le gustar¨ªa ser recordado como un hombre de ideas, como un fil¨®sofo... pero se le ve como un especulador, un millonario... y ahora como un fil¨¢ntropo. ?Le duele que no se tengan m¨¢s en cuenta sus puntos de vista? Ya estoy acostumbrado. Estoy intentando que mis ideas se conozcan mejor. Hay muchas resistencias, pero estoy haciendo algunos progresos...
Bueno, hace poco declar¨® ante el Comit¨¦ de Comercio del Senado de Estados Unidos... Eso no es una cosa muy seria, en el Senado escuchan a mucha gente... No, mire, yo soy una persona pol¨¦mica porque expreso mis opiniones sobre muchos asuntos, por lo que tengo muchos enemigos. Pero tambi¨¦n me da la impresi¨®n de que hay mucha gente que quiz¨¢ est¨¢ de acuerdo con mis opiniones.
Hablando de sus opiniones, creo que en buena medida se forjaron por las experiencias familiares. Su padre, Tivadar, fue, adem¨¢s de abogado, escritor en esperanto y se empe?¨® en que usted lo hablara desde ni?o. ?A¨²n lo habla? No, ya no lo hablo, pero lo hice y podr¨ªa volver a hacerlo. Es una lengua fascinante, una invenci¨®n fascinante, pero ahora mismo no tiene ninguna utilidad. Su papel como lengua universal ha sido sustituido por el ingl¨¦s; ingl¨¦s mal hablado, pero que es la lengua universal que tenemos ahora mismo.
Tivadar, que ya hab¨ªa tenido una juventud llena de aventuras [un jud¨ªo h¨²ngaro que se alist¨® voluntario en la Primera Guerra Mundial y fue prisionero en Siberia], salv¨® la vida de toda la familia y de cientos de personas cuando la ocupaci¨®n nazi de Hungr¨ªa, en 1944... Es cierto, mi filosof¨ªa se ha desarrollado a partir de mis experiencias vitales. Y la m¨¢s importante fue la ocupaci¨®n. Yo soy jud¨ªo; si mi padre no hubiera tenido la previsi¨®n que le permiti¨® salvar a su familia, yo no estar¨ªa aqu¨ª ahora mismo; es as¨ª de sencillo. Y esa experiencia, sobre todo el ejemplo de mi padre, de c¨®mo manej¨® aquella situaci¨®n, es la experiencia educativa m¨¢s importante de mi vida. Yo ten¨ªa 13, 14 a?os cuando eso ocurri¨®; mi padre entendi¨® que hay ocasiones en las que lo anormal se convierte en normal y, por tanto, el comportamiento normal no es apropiado. Y tienes que tomar las riendas de tu vida y hacer lo que es necesario. As¨ª que ¨¦l consigui¨® que nos proporcionaran una falsa identidad a todos nosotros... Bueno, usted puede leer todo eso en el libro que escribi¨® mi padre y que yo creo que est¨¢ bastante bien. Lo lee en el avi¨®n de vuelta a Espa?a y as¨ª podr¨¢ tener una idea de c¨®mo salimos adelante gracias a una mejor comprensi¨®n de la realidad para sobrevivir y superar el peligro. Realmente fue una experiencia educativa.
La m¨¢s importante de su vida. Sin duda. La m¨¢s valiosa. La m¨¢s valiosa.
?Recuerda bien aquellos a?os? S¨ª, s¨ª. ?Y desde luego me acuerdo mucho mejor de todo aquello que de lo que ocurri¨® el a?o pasado! ?Es un signo de la edad! [Por fin Soros se r¨ªe con ganas].
Horas despu¨¦s, en la tediosa espera de casi dos horas para despegar en las pistas del aeropuerto Kennedy, Masquerade, de Tivadar Soros, comienza as¨ª: "La vida es hermosa, llena de diversidad y aventuras. Pero tienes que tener la suerte de tu lado".
Soros se salv¨® gracias a la adopci¨®n de una identidad falsa -"es casi un sacrilegio decirlo, pero aquellos diez meses fueron los m¨¢s felices de mi vida", escribe en la introducci¨®n al libro de su padre-, hizo sus primeros pinitos especulativos cambiando moneda en la ¨¦poca de la hiperinflaci¨®n, entre la ocupaci¨®n nazi y la sovi¨¦tica de Hungr¨ªa, escap¨® de los sovi¨¦ticos en 1946 gracias a su asistencia a un congreso de esperanto que se celebraba en Occidente y lleg¨® a Londres en 1947. Mientras trabajaba en lo que le sal¨ªa
-desde maletero de estaci¨®n hasta camarero-, estudi¨® en la London School of Economics. El profesor que m¨¢s le marc¨® fue Karl Popper. A ¨¦l debe muchas de sus elaboraciones posteriores, desde la reflexividad [las percepciones cambian la manera de actuar, y esos actos, posteriormente, modifican las percepciones] hasta la teor¨ªa de las sociedades abiertas. Desde Londres se traslad¨® a Nueva York, en 1956. All¨ª trabaj¨® en los mercados financieros, y en torno a 1963 elabor¨® sus primeras reflexiones filos¨®ficas. Hubo un momento, lo ha dicho y escrito en muchas ocasiones, en el que comprendi¨® que era mejor inversor que fil¨®sofo, que manejaba mejor el dinero que las ideas...
-La pr¨¢ctica me convenci¨®. Tuve mucho ¨¦xito a la hora de hacer dinero y no lo tuve cuando quise expresar mis ideas. Hasta cierto punto, eso sigui¨® siendo as¨ª despu¨¦s, aunque creo que he mejorado en la expresi¨®n de mi filosof¨ªa. Me he considerado toda mi vida un fil¨®sofo fracasado, pero creo que ahora eso ya no es as¨ª. Creo que este libro es m¨¢s f¨¢cil de leer; al leerlo se entiende lo que pretendo decir mejor que en mis libros anteriores.
A la hora de explicar c¨®mo se hizo rico, dice que fue porque siempre ha sabido cu¨¢ndo se equivoca... S¨ª.
Alguna raz¨®n m¨¢s habr¨¢ habido, ?no? Bueno, es la m¨¢s importante. Me da la impresi¨®n de que mi filosof¨ªa es muy negativa. Yo digo que todas las creaciones humanas son imperfectas; que la perfecci¨®n es imposible de conseguir; que no podemos basar nuestras decisiones en el conocimiento... ?Ve? Son todas conclusiones negativas. Ahora bien: no podemos alcanzar la perfecci¨®n, pero s¨ª mejorar nuestra comprensi¨®n a trav¨¦s del pensamiento cr¨ªtico. Y el pensamiento cr¨ªtico implica admitir que uno puede estar equivocado y buscar en qu¨¦ se est¨¢ equivocado. Eso es, claramente, lo que ha hecho que tuviera ¨¦xito como inversor.
Usted es un pionero de la filantrop¨ªa, como otros millonarios en EE UU. Lo primero que hay que decir es que en EE UU hay leyes que favorecen el desarrollo del gasto en filantrop¨ªa a cambio de ahorros fiscales. No creo que esto se pueda hacer en Espa?a.
As¨ª que no se trata de que los corazones de los ricos sean m¨¢s generosos en EE UU... No, en Espa?a seguro que hay generosidad de sobra. Pero gracias a estas leyes la filantrop¨ªa se ha establecido m¨¢s en EE UU, y es tambi¨¦n un signo de preeminencia social.
Soros hace filantrop¨ªa social y tambi¨¦n pol¨ªtica. Ha dado millones de d¨®lares, a trav¨¦s de la fundaci¨®n que lleva su nombre, en varios pa¨ªses del este de Europa y del Instituto Open Society, para el desarrollo de la democracia en Rusia, en los pa¨ªses que fueron dictaduras bajo la URSS, para las campa?as electorales norteamericanas...
-Hay b¨¢sicamente un solo tipo de filantrop¨ªa, la pol¨ªtica. Todo es pol¨ªtica.
?Todo? Las ayudas para facilitar la vivienda en los barrios de Nueva York y el desarrollo de la democracia en Hungr¨ªa? Todo. Todo es filantrop¨ªa pol¨ªtica.
?Y con qu¨¦ criterios la aplica, c¨®mo reparte su dinero? Mediante la prueba y el error.
Popper de nuevo... S¨ª, siguiendo las recomendaciones de Popper, aprendiendo de mis errores y tratando de tener ¨¦xito. Eso es lo que funcion¨® en mi trabajo. Y as¨ª sali¨® muy bien toda la inversi¨®n filantr¨®pica en Hungr¨ªa y en muchos otros sitios. Nunca me compens¨® nada tanto como lo de Hungr¨ªa. Fue algo que me sedujo. Normalmente, la filantrop¨ªa se topa con una serie de dificultades: la gente te dice lo que t¨² quieres o¨ªr y luego hace lo que le da la gana, te enga?a, te torea... por lo que te tienes que proteger, tienes que ir con mucho cuidado. En Hungr¨ªa di un mont¨®n de dinero y la gente se preocup¨® de gastarlo bien. Me propuse respaldar a la sociedad civil contra un r¨¦gimen que no gustaba a nadie. Y la gente vio la fundaci¨®n como un man¨¢ que ten¨ªan que proteger. No hab¨ªa presupuesto, no hab¨ªa controles, y la sociedad se encarg¨® de ello, asumi¨® la tarea de controlarlo. Es algo ¨²nico, no me ha vuelto a pasar en ning¨²n lugar del mundo.
Supongo que es una fuente de felicidad ver que el dinero se gasta bien. Ya le digo, una experiencia ¨²nica. Yo di el dinero, me fui, y cuando volv¨ª estaba hecho. No s¨¦ c¨®mo lo hicieron, pero funcion¨®. Hice lo mismo en Rusia, y hasta cierto punto funcion¨®, pero hubo tambi¨¦n una serie de experiencias negativas que jam¨¢s tuve en Hungr¨ªa, como alg¨²n fraude que otro... Us¨¦ los mismos m¨¦todos, pero el resultado no fue igual de bueno.
?Ping! Otro correo electr¨®nico llega. Este capta m¨¢s la atenci¨®n de Soros, que intercambia una mirada con su asistente. Un par de minutos m¨¢s.
D¨ªgame, ?qu¨¦ mundo cree que tendremos dentro de 25 a?os? Ni idea. Realmente no puedo saberlo, no tengo la menor idea.
Bueno, entonces, ?c¨®mo le gustar¨ªa que fuera? A m¨ª me gustar¨ªa una humanidad que se mueva de la edad de la raz¨®n a la edad de la falibilidad, que reconozca que la raz¨®n no siempre funciona, que no podemos controlar todo para que marche a la perfecci¨®n y que lo que tenemos que hacer es desarrollar un pensamiento cr¨ªtico que nos permita una mejor comprensi¨®n de la realidad, incluyendo de nuevo que jam¨¢s podemos alcanzar la perfecci¨®n.
En su libro dice que los norteamericanos hacen lo imposible por negar la realidad de la muerte, que hacen cualquier cosa para olvidar esa realidad. ?Y usted? ?Piensa en la muerte? Yo creo... quiz¨¢ sea una exageraci¨®n, pero creo que he resuelto, por lo menos te¨®ricamente, el problema de la muerte... [silencio]. Sabiendo que mi punto de vista del mundo no se corresponde con la realidad, que es una distorsi¨®n de la realidad, tambi¨¦n comprendo que la muerte como desaparici¨®n, la idea de la muerte, no es lo mismo que la muerte real, la muerte como un hecho. La idea de la muerte es un anatema de la conciencia; mi conciencia no puede admitir la no existencia, le resulta imposible. Pero la muerte es un hecho, es la continuaci¨®n de la vida, no es una denegaci¨®n de la vida, es la consecuencia normal de estar vivo. As¨ª que, despu¨¦s de haber vivido, mueres; tampoco es tan malo. La idea de la muerte es algo con lo que, de manera consciente, no puedo vivir; pero a lo que yo tengo miedo no es exactamente lo mismo que lo que me aguarda... No s¨¦ si me sigue. Naturalmente, en la realidad, la perspectiva de la muerte es una presencia amenazadora en mi mente, pero me ha permitido liberarme del miedo a la muerte. He llegado a aceptar que morir forma parte de la vida. Es... es una soluci¨®n personal que otra gente no encontrar¨¢ necesariamente satisfactoria. Pero a m¨ª me ha ayudado. Y usted, ?qu¨¦ piensa de esto?...
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