Espa?a ante la crisis financiera
La fuerza del vendaval de la crisis originada en las hipotecas subprime ha conmocionado al sistema financiero y amenaza a la econom¨ªa real. Iniciada en 2007, esta crisis financiera s¨®lo tiene paralelo en la de 1929. Entonces, las consecuencias para la actividad econ¨®mica fueron devastadoras, pero cabe esperar que ahora la experiencia adquirida por bancos centrales y organismos reguladores las amortig¨¹e.
El sistema bancario paralelo al tradicional, formado por las actividades de alto riesgo fuera del balance de la entidad, se est¨¢ desmoronando. La banca de inversi¨®n se ha extinguido. El origen del problema est¨¢ en una regulaci¨®n desigual. Un banco ten¨ªa que decidir si manten¨ªa una hipoteca en su balance, la supervisaba e incurr¨ªa en un requisito de capital, o bien la empaquetaba con otras y la vend¨ªa en un mercado con ¨¢vidos e inexpertos compradores, con la ayuda de una agencia de calificaci¨®n de riesgo interesada en promover el negocio por la comisi¨®n que cobraba.
La banca espa?ola es s¨®lida, pero ya sufre la escasez de cr¨¦dito y a¨²n est¨¢n por venir fuertes embates
La crisis se produce cuando los precios de la vivienda en Estados Unidos empiezan a bajar, cosa que se cre¨ªa imposible en t¨¦rminos agregados; entonces, los que tienen una hipoteca de importe superior al valor de la vivienda devuelven las llaves. Porque los activos t¨®xicos hipotecarios no lo hubieran sido si los precios de la vivienda, desafiando la ley de la gravedad, hubieran seguido subiendo.
Las autoridades de Estados Unidos han intervenido para prevenir la crisis generalizada de confianza que tiene atenazado el sistema financiero desde agosto de 2007: rescates de bancos y aseguradoras, nacionalizaciones, extensi¨®n del seguro de dep¨®sito a los fondos de dinero y, la traca final de momento, el plan del secretario del tesoro Paulson de compra de los activos t¨®xicos. ?Ser¨¢ suficiente el plan de rescate? Esto depender¨¢ de la magnitud del agujero financiero, el cual no se sabr¨¢ hasta que los precios de la vivienda en Estados Unidos toquen fondo.
Es obvio que la banca y la econom¨ªa espa?olas est¨¢n expuestas a la crisis; la pregunta es cu¨¢n vulnerables son. La financiaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, y de su importante d¨¦ficit corriente, depende en buena parte del exterior. Ahora los mercados internacionales de cr¨¦dito se han secado y la banca debe recurrir a los cr¨¦ditos a corto plazo del Banco Central Europeo (BCE), garantizados en ¨²ltimo t¨¦rmino con propiedad inmobiliaria.
As¨ª que el frenazo al cr¨¦dito en Espa?a es, y ser¨¢, importante. La banca espa?ola se ha mantenido al margen del riesgo subprime originado en Estados Unidos dado que no ha generado ni ha invertido en estos activos dudosos. Sin embargo, no es inmune ni a la paralizaci¨®n del mercado de cr¨¦dito internacional ni a la bajada inevitable y de gran magnitud que se producir¨¢ en los precios de la vivienda en Espa?a. La consecuencia es que se reducir¨¢ el valor del colateral para pedir prestado al BCE y se agravar¨¢n los problemas de liquidez. A ello se a?adir¨¢ una coyuntura econ¨®mica claramente recesiva.
Ciertamente, la solidez del sistema bancario se pondr¨¢ a prueba y algunas entidades probablemente tendr¨¢n problemas para sobrevivir, de la misma manera que algunas inmobiliarias ya han quebrado. Aqu¨ª tambi¨¦n se pensaba, en contra de la evidencia de la crisis posterior a 1992, que los precios inmobiliarios no pod¨ªan bajar nunca, y el peso de la cartera inmobiliaria en el sector bancario se hizo muy grande.
Afortunadamente, la experiencia de la crisis bancaria de los a?os ochenta fortaleci¨® el sistema y la regulaci¨®n en Espa?a. El Banco de Espa?a se ve hoy como modelo a seguir en la supervisi¨®n bancaria por su rigor en el tratamiento de las actividades fuera de balance y la exigencia en las provisiones por fallidos de las entidades. El resultado, junto con la introducci¨®n temprana de la competencia en el mercado financiero en Espa?a, ha sido un sistema bancario bien capitalizado, regulado y eficiente que ha producido entidades competitivas internacionalmente. Precisamente, son estas entidades, basadas en la banca comercial tradicional, las que con un poco de suerte pueden sacar partido de la reestructuraci¨®n actual del sistema financiero internacional.
La experiencia del regulador se va a necesitar en una coyuntura que se avecina muy dif¨ªcil y en la que hay que estar preparado para afrontar el riesgo sist¨¦mico. Hay que mencionar que en el ¨¢rea euro hay una moneda ¨²nica pero sin un poder pol¨ªtico correspondiente. De manera gr¨¢fica: ?qui¨¦n har¨ªa el plan Paulson europeo si fuera necesario? Cuando las ayudas de liquidez del banco central no son suficientes porque hay un problema de solvencia con riesgo sist¨¦mico, el gobierno debe intervenir, puesto que tiene el poder de recaudar impuestos. La cuesti¨®n es que no existe un gobierno europeo. Los planes de rescate nacionales pueden quedarse cortos si llega a haber entidades con problemas y con presencia significativa en distintos pa¨ªses europeos (y alg¨²n gran banco europeo ya est¨¢ teniendo dificultades). La cuesti¨®n de qui¨¦n paga los rescates de entidades paneuropeas se ha debatido mucho, quiz¨¢s la actual crisis imponga que se concrete la respuesta.
Xavier Vives es director del Centro Sector P¨²blico-Sector Privado de IESE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.