El paro atenaza los Presupuestos

Los nubarrones econ¨®micos han convertido el desempleo en la segunda prioridad presupuestaria para el a?o pr¨®ximo. Si se excluyen las pensiones, no hay ninguna otra partida en los Presupuestos de 2009 con tanto peso como las prestaciones de paro, que acaparan casi 20.000 millones de euros. Esta cantidad se aproxima a lo que gasta el Estado en justicia, defensa, seguridad ciudadana y pol¨ªtica exterior juntas. La crisis ha cambiado las tornas respecto a los a?os de bonanza, cuando la inversi¨®n productiva y las mejoras sociales constitu¨ªan las se?as de identidad de las cuentas p¨²blicas.

Pensiones, vivienda y transporte crecen como en ¨¦pocas de expansi¨®n

La deuda aumenta por primera vez desde 1996 hasta el 38,8% del PIB

Adem¨¢s de la cantidad, destaca la forma como se abonar¨¢ el paro. La Administraci¨®n aportar¨¢, por primera vez en muchos a?os, 2.000 millones, pues el excedente que acumulan los servicios p¨²blicos de empleo -fruto de las cotizaciones de empresas y trabajadores- no basta para hacer frente a la mala coyuntura. Las dotaciones para el desempleo y para las pensiones absorben 4 de cada 10 euros del Presupuesto, que asciende a 329.896 millones de euros.

La propia presentaci¨®n realizada ayer en el Congreso de los Diputados result¨® representativa del cambio de clima econ¨®mico en un a?o. La comparecencia para explicar las cuentas de 2008 transcurri¨® sin prisas, con un Pedro Solbes, vicepresidente y ministro de Econom¨ªa, propenso a la iron¨ªa y abierto a todas las preguntas. Este a?o, con la crisis econ¨®mica y financiera planeando sobre las inquietudes de los periodistas, el ministro se mostr¨® serio y dio por concluida la rueda de prensa con m¨¢s antelaci¨®n que otros a?os.

M¨¢s all¨¢ de habilitar un colch¨®n para el desempleo, el Gobierno ha querido que la crisis pase de puntillas sobre las principales partidas sociales -y en menor medida sobre la inversi¨®n productiva- de los Presupuestos. Las pensiones, la vivienda, el sueldo de los funcionarios y el transporte crecen a ritmos propios de una ¨¦poca de expansi¨®n. Con la idea de que las estrecheces econ¨®micas no repercutan en los m¨¢s desfavorecidos, el Ejecutivo ha forzado las cuentas para mantener esos cap¨ªtulos al margen de la austeridad.

Para lograrlo, Solbes ha tenido que ajustar el cintur¨®n a una buena parte de los ministros. Las pol¨ªticas de Sanidad, de Cultura, de Defensa, de Medio Ambiente y de Exteriores son las perdedoras en el reparto de un pastel menos jugoso que otros a?os. Es lo que el ministro considera una "importante labor de austeridad", que se resume en una subida media del 2% en el gasto (un 3,3% si se tiene en cuenta el desempleo). Se trata del avance m¨¢s t¨ªmido desde las cuentas de 1999.

Pese a la crudeza de la situaci¨®n, Solbes no ha querido recurrir a medidas ensayadas en otras crisis, como la subida del IVA o la congelaci¨®n del sueldo de los funcionarios. Cuadrar las cuentas cuando los ingresos se desploman s¨®lo tiene un secreto: recuperar el d¨¦ficit p¨²blico, desterrado de las cuentas del Estado desde 2005, y recurrir a la deuda para financiarlo. Tras el super¨¢vit hist¨®rico logrado en 2007, las cuentas se desequilibrar¨¢n este a?o y tambi¨¦n el que viene para atender a las necesidades de gasto. La Administraci¨®n central ya parte con un d¨¦ficit del 1,5% del producto interior bruto (PIB) para 2009, cuatro d¨¦cimas m¨¢s con las comunidades, los ayuntamientos y la Seguridad Social. Si las cosas se tuercen, las cifras pueden ser m¨¢s abultadas. "No contemplamos en ning¨²n caso superar el 3% [m¨¢ximo permitido por Bruselas]", respondi¨® con contundencia Solbes ante esa duda.Para financiar ese desequilibrio -y otros muchos proyectos que no cuentan como d¨¦ficit pero s¨ª absorben deuda-, el pasivo del Estado aumentar¨¢ por primera vez desde 1996 hasta suponer un 38,8% del PIB. Se trata, en todo caso, de una cantidad inferior a la de la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la zona euro.

Adem¨¢s del riesgo de que se dispare el gasto social, la principal debilidad del Presupuesto reside en la previsi¨®n de ingresos. Solbes conf¨ªa en que la recaudaci¨®n crezca t¨ªmidamente en 2009 a pesar de que este a?o ya cae un 10%. Las esperanzas se centran en el IRPF y en el IVA, dos tributos ligados al empleo y al consumo. Y los expertos desconf¨ªan de esas dos variables.

Tambi¨¦n el escenario de fondo resulta optimista. Tras el bache de este a?o, el Ejecutivo conf¨ªa en que la econom¨ªa avance un 1% en 2009 y que remonte ya al 3% en 2010. Solbes es consciente de las objeciones, pero se reafirma en el pron¨®stico. "Hay quien puede pensar que el cuadro macroecon¨®mico es optimista; puede haber un crecimiento algo inferior", concedi¨®.