Secuestrados en la ciudad, muertos en combate en la selva
Colombia investiga a su Ej¨¦rcito por el asesinato de decenas de j¨®venes
Decenas de j¨®venes, todos pobres y que hab¨ªan sido denunciados como desaparecidos por sus familias, est¨¢n apareciendo muertos en sitios alejados de las localidades en las que viv¨ªan. Seg¨²n el Ej¨¦rcito fueron reclutados por grupos armados y murieron en combate. Pero esta versi¨®n no encaja: la mayor¨ªa muri¨® uno o dos d¨ªas despu¨¦s de que sus familias les perdieran el rastro. Un sofisticado sistema estatal que cruza la informaci¨®n sobre las denuncias de desapariciones y los datos procedentes de la medicina legal permiti¨® destapar el esc¨¢ndalo.
En una reuni¨®n de urgencia celebrada el lunes entre el vicepresidente del Gobierno, Francisco Santos; el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos; el fiscal del Estado, Mario Hern¨¢n Iguar¨¢n, y el Defensor del Pueblo, Volmar P¨¦rez, se decidi¨® crear un grupo especial que investigar¨¢ "hasta las ¨²ltimas consecuencias, est¨¦ metido quien est¨¦ metido (...) El Gobierno est¨¢ muy preocupado", afirm¨® el vicepresidente.
Los militares alegan que los j¨®venes fueron reclutados por la guerrilla
El Gobierno ordena una investigaci¨®n "hasta las ¨²ltimas consecuencias"
La semana pasada empezaron a aparecer los cuerpos de muchachos de barrios marginales de Bogot¨¢ y Soacha, un municipio colindante, en Oca?a, a 600 kil¨®metros al norte. Son 23 los muertos. La mayor¨ªa fueron tiroteados por la espalda nada m¨¢s llegar. "Eso no es reclutamiento, es una desaparici¨®n forzada con fines de homicidio", dijo la secretaria del Gobierno de Bogot¨¢, Clara L¨®pez.
El ministro de Defensa sali¨® al paso del enigma nada m¨¢s conocerse. Orden¨® una investigaci¨®n exhaustiva. D¨ªas despu¨¦s, como si temiera que fueran ejecuciones extrajudiciales realizadas por elementos de las Fuerzas Armadas, el ministro afirm¨®: "Me dicen que todav¨ªa hay reductos de la fuerza p¨²blica que est¨¢n exigiendo cuerpos como resultados".
No es la primera vez que se habla en Colombia de estos falsos positivos, t¨¦rmino que engloba a campesinos y gente marginal mostrada por el Ej¨¦rcito como guerrilleros o paramilitares muertos en combate. Por esta v¨ªa obtienen puntos en su carrera militar. Hay denuncias sobre prebendas -d¨ªas de descanso, por ejemplo- que ofrecen algunos batallones a los soldados que informen de muertos en combate.
Hay 750 investigaciones en marcha por este delito; 50 militares ya han sido condenados. La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos hab¨ªa advertido a las autoridades de desapariciones y muertes de j¨®venes en varias ciudades del pa¨ªs. En su informe anual exhort¨® al alto mando militar a adoptar medidas extraordinarias para que se establezcan las responsabilidades. Hasta abril de 2008 ten¨ªan registradas 35 v¨ªctimas.
En un comunicado publicado el lunes, el Alto Comisionado "pide medidas urgentes para prevenir, investigar, sancionar y hacer p¨²blicas las responsabilidades materiales e intelectuales de estos hechos".
El dolor y el desconcierto de los familiares son grandes. Los muertos ten¨ªan entre 17 y 32 a?os. La mayor¨ªa eran parados o realizaban trabajos precarios en la construcci¨®n y en talleres de mec¨¢nica. Algunos ten¨ªan antecedentes penales.
La alcald¨ªa de Oca?a ha pagado a los padres el alojamiento y alimentaci¨®n para que puedan ir a reconocer a sus seres queridos, pues fueron encontrandos los cuerpos en un cementerio rural. Flor Hilda no aguant¨® ver la exhumaci¨®n de su hijo de 25 a?os y se desvaneci¨® al lado de la fosa.
Las razones de por qu¨¦ fueron a parar en sitios tan lejanos a su residencia, son confusas. La fiscal¨ªa investiga la versi¨®n sobre un hombre que se presentaba como soldado profesional y ofrec¨ªa dos millones de pesos (unos 710 euros) para buscar una guaca (tesoro escondido) en un municipio cercano a Bogot¨¢. Se habla tambi¨¦n de promesas de dinero a cambio de un buen trabajo.
Las zonas donde viv¨ªan estos j¨®venes son pobres. La juventud sin futuro es f¨¢cil presa de falsas promesas y de enga?os. Se sabe que all¨ª tambi¨¦n los reclutadores buscan candidatos para llevarlos a las filas de grupos ilegales, guerrilla, grupos emergentes -as¨ª se llama a los nuevos grupos producto del rearme paramilitar-, como las ?guilas Negras.
En la personer¨ªa (oficina de defensa de derechos humanos) de esta capital existen denuncias de amenazas de las ?guilas Negras en los barrios marginales. Con los pasquines que hacen rodar debajo de las puertas alertan a los j¨®venes drogadictos, delincuentes varios y a los que se arriesgan a salir de sus casas a altas horas de la noche. La madre de uno de los muertos, Johnatan Soto, cont¨® en esa oficina que d¨ªas antes de desaparecer su hijo le hab¨ªa dicho: "Nos tenemos que ir del barrio". No explic¨® el porqu¨¦.
El Defensor del Pueblo, Volmar P¨¦rez, ha advertido reiteradamente sobre el reclutamiento de j¨®venes, en nueve de los 32 departamentos del pa¨ªs. "Los grupos armados se han convertido en una especie de mercado laboral para adolescentes desorientados que no encuentran alternativas laborales".
![Dos forenses exhuman un cad¨¢ver el jueves pasado en Oca?a.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ABJYAEU5DWGOO3OKEL5BPQ4PKQ.jpg?auth=41f4c13791abbdda1b6defe97efcaf5992179708f49783f7730a2af7153a706a&width=414)
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