Los vecinos exigen que se retiren los parqu¨ªmetros tras la sentencia
El PSOE recomienda a los residentes que guarden recibos para reclamar
Ni Sangenjo ni nada. Da igual lo que ponga en la placa. "Esta es la plaza del Parqu¨ªmetro". As¨ª, con may¨²scula. Jes¨²s Otero, uno de los cabecillas del movimiento antiparqu¨ªmetros que comenz¨® hace m¨¢s de dos a?os, est¨¢ radiante. Le felicitan por la calle en el distrito de Fuencarral-El Pardo. "Enhorabuena, Jes¨²s". "Gracias, gracias". Es como si ¨¦l hubiera redactado la sentencia que declara nula la ampliaci¨®n de los parqu¨ªmetros al exterior de la M-30. Como si los fueran a quitar ma?ana.
La oposici¨®n cifra en 206 millones el perjuicio econ¨®mico de dos a?os
Da igual que la decisi¨®n del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo n¨²mero 26 de Madrid no sea firme y que el Ayuntamiento le restara ayer importancia asegurando que la va a recurrir.
Los parqu¨ªmetros de la periferia, seg¨²n una nota municipal, seguir¨¢n donde est¨¢n. Pero el fallo judicial fue ayer como un soplo de aire fresco para las plataformas antiparqu¨ªmetros en los tres distritos afectados (Fuencarral, Hortaleza y Carabanchel). Pidieron la retirada "inmediata" de las m¨¢quinas y recuperar el dinero de los tiques y de las multas. El grupo municipal socialista, que present¨® el recurso contra la ampliaci¨®n de los parqu¨ªmetros, cifr¨® ayer en 206 millones de euros el perjuicio econ¨®mico por los dos ¨²ltimos a?os. Los madrile?os afectados por la medida, seg¨²n los c¨¢lculos del grupo socialista, pagaron a lo largo de 2007 30,5 millones de euros por la compra de tiques, 2,1 millones por las tarjetas de residentes y otros 31 millones m¨¢s por las multas. El resto corresponde al canon que reciben las concesionarias, seg¨²n las cifras facilitadas por el PSOE. El Ayuntamiento no ofreci¨® ninguna estimaci¨®n.
Los socialistas recomendaron ayer a los vecinos que guarden los recibos y reclamen sus derechos, aunque recuerdan que, mientras el decreto actual siga en vigor "prevalece la legalidad". Es decir, ni un coche sin tique. Pero en la calle de Sangenjo no hab¨ªa ayer ni rastro de rebeld¨ªa. Casi todos los coches luc¨ªan tarjeta de residente o boleto. Los m¨¢s afectados por los estacionamientos regulados, los comerciantes, tiran de la picaresca o del bolsillo. Pilar Carazo, que regenta una ¨®ptica, sale corriendo cada vez que pasa la vigilante para cambiar el tique. "Es que, si lo cambio cada hora, me sale por un pico", a?ade. La otra opci¨®n es perder m¨¢s de una hora en el metro desde Las Musas. Maite L¨®pez, la de la tienda de aluminios y persianas, se ha buscado "una trampilla": empadronarse en casa de su madre para poder traer el coche al barrio desde El Pilar. O Francisco, el quiosquero, que subalquila la plaza de garaje de un taxista por 30 euros de 6.00 a 14.00. Lo cuenta con cuatro plazas de aparcamiento libres delante del puesto. "Cuando hay problemas de aparcamiento es por la noche, al volver los vecinos que han salido a trabajar", explica Juan Garc¨ªa, que vive en el barrio. "A esa hora ya no hay que pagar parqu¨ªmetros... pero tampoco encuentras sitio".
Unos metros m¨¢s abajo, la noticia tambi¨¦n es comidilla en el bar de Jos¨¦ Lozano. "La de clientes que hemos perdido estos dos a?os", dice el hombre. ?l y su hijo Francisco alquilaron dos plazas de garaje para dejar el coche, m¨¢s de 200 euros al mes. Mar¨ªa Carmen Garc¨ªa, la peluquera, renunci¨® a sacarlo de casa. Llega al trabajo todos los d¨ªas despu¨¦s de m¨¢s de una hora entre el tren desde Vallecas y el paseo desde la estaci¨®n. No ha encontrado un estacionamiento por menos de 100 euros. "Desde que est¨¢n los parqu¨ªmetros, los garajes han subido de precio", asegura. Y no puede permit¨ªrselo. Lleva nueve multas desde noviembre: "tres pagadas, seis recurridas". En casa de Jes¨²s Otero se acumulan las carpetas con multas recurridas de todo el vecindario. No quieren pagarlas y exigen que se devuelva el dinero, como piden las plataformas antiparqu¨ªmetros de los otros dos distritos afectados. En Carabanchel Alto se congregaron por la tarde una decena de vecinos para precintar los parqu¨ªmetros con bolsas de basura.
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