El lugar del recuerdo

Narrativa. Andrew O'Hagan (Glasgow, 1968) lleva con la novela Qu¨¦date a mi lado cuatro libros y, si bien es considerado por los enterados uno de los escritores anglosajones m¨¢s importantes de su generaci¨®n, no ha conseguido ganarse ni la atenci¨®n medi¨¢tica que merecer¨ªa ni el favor de muchos lectores. La raz¨®n es simple: su literatura no persigue estar a la moda sino que es fiel a sus propias obsesiones; no es maniquea tampoco; no subraya ni da respuestas f¨¢ciles sino que busca explorar territorios ins¨®litos desvelando conflictos frente a los cuales es dif¨ªcil adoptar una ¨²nica posici¨®n moral. No otra cosa hace en esta novela, probablemente la mejor de las suyas, la m¨¢s densamente trabada, la m¨¢s sorprendente y escrupulosa en el seguimiento de esa m¨¢xima que debe guiar a todo narrador: decir sin decir.

Qu¨¦date a mi lado cuenta en primera persona algunos episodios de la vida de David Anderton, un peculiar sacerdote, educado en Oxford, que, a comienzos de la ¨²ltima guerra del Golfo y con 50 a?os, recala en una parroquia de clase trabajadora de la ciudad escocesa de Dalgarnock. El padre Anderton es visto por sus feligreses con suspicacia por su procedencia inglesa, por su origen social y por sus gustos elitistas, y ¨¦l mismo no puede evitar comportarse con ellos con cierta aristocr¨¢tica frialdad. Sus ¨²nicos amigos son su criada, con la que escucha a Bach, hace arreglos florales y conversa de cocina francesa y vinos alsacianos, y una pareja de adolescentes marginales, que bordean la delincuencia, a los que intenta llevar por el buen camino mientras progresivamente se deja seducir por su inocente energ¨ªa.

El conflicto estalla, de modo totalmente imprevisto, una noche en la que el chico se presenta en la rector¨ªa. No es cuesti¨®n de desvelar la trama; baste con decir que a consecuencia de ello hay una denuncia y que el Padre Anderton se enfrenta, a partir de entonces, a un proceso judicial y al rechazo de su comunidad.

Lo importante novel¨ªsticamente es la habilidad con la que O'Hagan convierte la detonaci¨®n de dicho conflicto en fuente de luz tanto para el lector como para el propio padre Anderton. El uno ver¨¢ por fin definirse toda la complejidad del tejido argumental y el otro asumir¨¢, contenida en ese trance y sin posibilidad ya de redenci¨®n, toda su vida ¨ªntima. Una delicada novela sobre el amor, la soledad, la amistad y la culpa. -