Dar una soluci¨®n hermosa a la vida

En el archivo de Jos¨¦ Herrera Petere figura una copia mecanografiada de cartas escritas por Miguel Hern¨¢ndez a Carlos Rodr¨ªguez Spiteri y a Vicente Aleixandre, desde la prisi¨®n de Oca?a, que Jes¨²s G¨¢lvez Yag¨¹e, especialista del poeta alcarre?o, ha tenido la extrema amabilidad de comunicarnos. El texto que concierne a Rodr¨ªguez Spiteri nos era desconocido. ?ntimo amigo de Vicente Aleixandre, es autor de una obra po¨¦tica relativamente extensa aunque no goce actualmente de una excesiva celebridad. Se le suele incluir en la "promoci¨®n del 36". El libro suyo, publicado en 1938, que envi¨® a Hern¨¢ndez a la prisi¨®n de Oca?a, se titulaba Los Reinos de Secreta Esperanza. Carlos Rodr¨ªguez Spiteri hizo carrera en la administraci¨®n franquista, donde lleg¨® a ocupar el cargo de secretario particular del Ministerio de Agricultura. Llama la atenci¨®n el n¨²mero de falangistas (incluso jerarcas como Dionisio Ridruejo o Rafael S¨¢nchez Mazas) que, si bien empujados por Jos¨¦ Mar¨ªa de Coss¨ªo, consiguieron librar a nuestro poeta del pelot¨®n de ejecuci¨®n, no lograron sacarle de prisi¨®n. Ni siquiera llegaron a obtener que fuera admitido en el sanatorio antituberculoso previsto en el reglamento penitenciario. Ello prueba el papel, meramente ornamental, que la Falange desempe?aba en el r¨¦gimen franquista. Escasamente operativa frente a la Iglesia y el Ej¨¦rcito, se limit¨® a la exhibici¨®n de la parafernalia y represi¨®n fascistoide.

?Ley¨® Miguel Hern¨¢ndez Los Reinos de Secreta Esperanza? No es parco en ditirambos sobre su contenido pero al a?adir a rengl¨®n seguido: "Yo prefiero aguardar una ocasi¨®n para decirte todo cuanto pienso de este libro", nos permite atribuir sus elogios a la satisfacci¨®n de un elemental deber de cortes¨ªa para quien tanto se interesa por su suerte. Mucho dudamos que haya dedicado al libro una profunda atenci¨®n.

Esta carta de Miguel Hern¨¢ndez a Carlos Rodr¨ªguez Spiteri viene ahora a sumarse a las ocho cartas, ya recopiladas, de una correspondencia que el poeta oriolano mantiene con el malague?o desde el 16 de marzo de 1941, en Oca?a, hasta el 26 de enero de 1942, un mes antes de que falleciera, en la prisi¨®n de Alicante. Esta ¨²ltima carta conclu¨ªa, a modo de despedida final, con el impresionante principio ¨¦tico al que Miguel Hern¨¢ndez sacrific¨® su propia vida: "Lo importante, que no hay nada importante, es dar una soluci¨®n hermosa a la vida".

Eutimio Mart¨ªn es hispanista y profesor em¨¦rito de la Universidad de Aix-en-Provence.