La primera v¨ªctima es el cambio clim¨¢tico

Una v¨ªctima inesperada de la crisis financiera puede ser la lucha contra el cambio clim¨¢tico, principal estrategia de la pol¨ªtica econ¨®mica de la Uni¨®n Europea durante los dos ¨²ltimos a?os. Las reuniones preparatorias del Consejo Europeo de los pr¨®ximos d¨ªas 15 y 16 han agudizado las diferencias en el seno de la Uni¨®n, especialmente entre Francia y Alemania, sobre ¨¦ste y otros aspectos. Paralelamente, los responsables de Econom¨ªa de la UE est¨¢n ya echando cuentas sobre el impacto de la crisis financiera en la econom¨ªa real. Es decir, en qu¨¦ medida el cierre del cr¨¦dito afectar¨¢ a la viabilidad de las empresas, a los particulares y al desempleo.

Los sagrados objetivos del 20-20-20 (20% de reducci¨®n de CO2, 20% de ahorro energ¨¦tico y 20% de energ¨ªas renovables) para 2020, que viene propugnando la Comisi¨®n Europea desde enero de 2007 para garantizar una econom¨ªa sostenible, est¨¢n seriamente amenazados. Quiz¨¢ eran demasiados veintes para que pudieran encajar con la realidad.

Las reuniones del Comit¨¦ de Representantes Permanentes (Coreper) de esta semana han puesto de relieve las profundas diferencias entre los Estados. La idea dominante de los cr¨ªticos es que "todo esto est¨¢ muy bien, pero con la crisis econ¨®mica que nos viene encima habr¨¢ que hacer una nueva evaluaci¨®n", se?ala una fuente comunitaria.

A la vista del panorama, la presidencia francesa de la Uni¨®n plante¨® dar un impulso pol¨ªtico a la estrategia sobre cambio clim¨¢tico en el Consejo Europeo que comenzar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 15, para garantizar la aprobaci¨®n del paquete en diciembre. Este acuerdo es necesario para que despu¨¦s pueda ser aprobado por el Consejo y el Parlamento, antes de su disoluci¨®n en junio, y poderlo presentar como propuesta de la Uni¨®n Europea en la reuni¨®n internacional de Copenhague en diciembre, donde empezar¨¢ a negociarse la estrategia que sustituir¨¢ al Protocolo de Kioto.

Alemania ha planteado much¨ªsimas objeciones. Con lenguaje diplom¨¢tico pero mucha carga de fondo. La m¨¢s significativa es la "llamada fuga de carbono", que es la manera discreta de referirse a la deslocalizaci¨®n de empresas. Berl¨ªn quiere asegurarse de que las industrias que m¨¢s energ¨ªa usan no escapar¨¢n a otros pa¨ªses con una legislaci¨®n menos exigente. Quiere tener la certeza de que estos sectores m¨¢s contaminantes tendr¨¢n derechos de emisi¨®n gratuitos. Berl¨ªn rechaza tambi¨¦n que el reparto del esfuerzo entre los Estados y la distribuci¨®n de los derechos de emisi¨®n se haga "en raz¨®n de la solidaridad", seg¨²n el borrador de conclusiones. Igualmente quiere eliminar las referencias al control de las revisiones peri¨®dicas del cumplimiento de los planes nacionales.

En el otro frente, Polonia y varios Estados de la ¨²ltima ampliaci¨®n han reabierto la pol¨¦mica sobre el a?o de referencia para la reducci¨®n de emisiones establecido en 2005. Quieren que se tengan en cuenta los recortes de emisiones que ya realizaron en a?os anteriores, cuando desmantelaron sus antiguas instalaciones industriales.

Espa?a respalda "al 100% la propuesta inicial de la Comisi¨®n" sobre el reparto de cargas, y en este sentido no est¨¢ satisfecha con la redacci¨®n actual del proyecto de conclusiones. Estima que queda muy abierto y no garantiza lo acordado, se?ala una fuente en Bruselas.

En este momento "el grupo de pa¨ªses que apoya la propuesta de la Comisi¨®n ya no son mayor¨ªa", sostiene una fuente comunitaria. As¨ª, lo que est¨¢ en juego es el mantenimiento de la estrategia sobre cambio clim¨¢tico con la que Uni¨®n Europea pretend¨ªa aleccionar a Estados Unidos y liderar la pr¨®xima batalla del post Kioto a partir de 2012. Si no prospera la iniciativa del 20-20-20, no ser¨¢ tan s¨®lo un rev¨¦s para la Comisi¨®n, sino tambi¨¦n para la credibilidad del conjunto de la UE, pues fue negociada con todos los Estados Miembros que la respaldaron despu¨¦s en los Consejos Europeos de 2007 y 2008.

La frontal resistencia de Alemania ha agravado las ya tensas relaciones con Francia. La guerra entre ambos pa¨ªses se mantiene abierta adem¨¢s en otros campos. Par¨ªs quiso incluir en las conclusiones de este Consejo una referencia que permitiera una interpretaci¨®n flexible del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que establece que el d¨¦ficit p¨²blico de los Estados no rebasar¨¢ el 3%. Es la conocida y persistente posici¨®n francesa: no hay que sacralizar los indicadores de d¨¦ficit. En este sentido, hab¨ªa incluido en el texto de conclusiones de que "las pol¨ªticas presupuestarias deben inscribirse en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento revisado, cuya aplicaci¨®n, tal como prev¨¦n sus normas, deber¨ªa reflejar tambi¨¦n las excepcionales circunstancias que atravesamos". Alemania rechaz¨® esta referencia a "las circunstancias excepcionales" por considerar que el pacto ya contiene un grado de flexibilidad suficiente para adaptarse a condiciones adversas y especiales.

"Hemos coincidido en la necesidad de un encuentro de alto nivel que vaya m¨¢s all¨¢ del cl¨¢sico G-8 y creemos que el encuentro deber¨ªa prepararse adecuadamente, pero no posponerse", explic¨® Lavrov, tras reunirse con su hom¨®logo alem¨¢n Frank-Walter Steinmeier.