McCain cabalga con golpes bajos en el Medio Oeste
Los seguidores republicanos convierten los m¨ªtines ario=
En el coraz¨®n de EE UU, la crisis pega m¨¢s duro que en el resto del pa¨ªs. En estos d¨ªas previos a las elecciones, el candidato republicano, John McCain, ha comenzado un intenso sprint para lograr el voto en Wisconsin, un Estado donde las empresas est¨¢n suprimiendo puestos de trabajo a un ritmo lento, pero imparable.
Ning¨²n candidato republicano gan¨® en Wisconsin desde Reagan en 1984
El ¨²ltimo as en la manga del senador es su personalidad y veteran¨ªa
En el coraz¨®n de EE UU, la crisis pega m¨¢s duro que en el resto del pa¨ªs. En estos d¨ªas previos a las elecciones, el candidato republicano, John McCain, ha comenzado un intenso sprint para lograr el voto en Wisconsin, un Estado donde las empresas est¨¢n suprimiendo puestos de trabajo a un ritmo lento, pero imparable. Aqu¨ª McCain comienza hablando de econom¨ªa. Pero sus seguidores le fuerzan a cambiar en seguida de tema y convierten sus actos de campa?a en ataques despiadados al contrario.
Wisconsin es un Estado de bosques y lagos, granjas inmensas e imponentes f¨¢bricas. Su superficie es similar a la de Andaluc¨ªa y Castilla-La Mancha juntas, pero s¨®lo tiene cinco millones de habitantes. Uno de sus soportes econ¨®micos es la producci¨®n de l¨¢cteos. Hoy el desempleo se sit¨²a en un 5,1%. Unas 156.000 personas no tienen trabajo. Muchos son los afectados por la crisis del papel. Wisconsin ha sido durante d¨¦cadas la meca de las empresas papeleras, pero en los ¨²ltimos meses han cerrado tres de ellas.
"Nos puede tocar el despido en cualquier momento", asegura Ken M., padre de familia de 43 a?os, que trabaja en una papelera en la ciudad de Green Bay. Aqu¨ª present¨® McCain su plan econ¨®mico en septiembre. Desde esta localidad comenz¨® a denunciar "la avaricia y la desastrosa gesti¨®n de Wall Street". Ken ni siquiera lo recuerda. "Me imagino que vendr¨¢n los dos a contar los votos. Yo todav¨ªa no me he decidido". Es a los indecisos como Ken a los que McCain est¨¢ cortejando en una extenuante carrera por el Medio Oeste. En esta semana visit¨® cuatro localidades de Wisconsin. Una de ellas fue Mosinee, un pueblo de 4.000 habitantes en el centro del Estado. "Amigos m¨ªos, ¨¦ste es el coraz¨®n de Am¨¦rica", dijo McCain frente a poco m¨¢s de mil personas. "?ste va a ser un Estado dif¨ªcil para m¨ª. Pero vamos a ganarlo, sea como sea".
Este veterano pol¨ªtico sabe que las encuestas pintan mal. Barack Obama est¨¢ a 10 puntos delante, seg¨²n un reciente sondeo.Y es que para ganar en Wisconsin, un pol¨ªtico debe hablar de econom¨ªa, un terreno inc¨®modo para McCain. En estos m¨ªtines, el candidato republicano suelta un pu?ado de propuestas: "Crear¨¦ empleo", "bajar¨¦ los impuestos" y, su plan estrella, "que el Gobierno adquiera las hipotecas basura". Pero, poco a poco, en su discurso, se cuela la sombra de la conspiraci¨®n. "La crisis es culpa de los dem¨®cratas. Y el senador Obama es su conspirador", dijo en Waukesha el jueves. Es entonces cuando llegan los aplausos. Cuando, en Mosinee, dice que "Obama es s¨®lo ret¨®rica", la multitud comienza a gritar. Y luego ya aparece, por s¨ª mismo, el recuento de los oscuros lazos del senador por Illinois con terroristas y radicales. Una decena de gritos de la audiencia han cambiado el tono del mitin.
"No hay ninguna diferencia entre los dos candidatos en cuesti¨®n econ¨®mica", admite Dana G., ama de casa de 35 a?os, que ha acudido al mitin. "Aqu¨ª notamos la crisis, de verdad: en el precio de la gasolina, de la ropa, de la comida. Pero no creo que McCain vaya a ser capaz de cambiar la situaci¨®n". ?Y por qu¨¦ le apoya entonces? "Por sus fuertes convicciones, por ser quien es".
?ste es el ¨²ltimo as de McCain: su personalidad, su veteran¨ªa. Aqu¨ª nadie aprecia a McCain, el economista. A quien quieren es a McCain, el azote de Obama.
DIARIO DE CAMPA?A
- George Bush apuesta por la victoria de McCain
George Bush cree que el candidato de su partido para sucederle en la Casa Blanca, John McCain, podr¨¢ remontar su mala situaci¨®n en las encuestas y vencer a Barack Obama el 4 de noviembre, seg¨²n dijo ayer la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, en una charla con los periodistas que viajan a bordo del Air Force One, el avi¨®n presidencial. "El presidente est¨¢ convencido de que tiene todav¨ªa tiempo para ganar la carrera. Le recuerda la campa?a de 2000, en la que andaba por atr¨¢s y sin embargo gan¨®", dijo. Pero la diferencia es ahora m¨¢s amplia: Obama gana casi por 10 puntos, mientras que Al Gore lo hac¨ªa por dos el 1 de octubre del 2000. El dem¨®crata fue superado por Bush ocho d¨ªas despu¨¦s, con el 48% frente al 45%.
- Reaparece el gur¨² electoral Karl Rove
El republicano Kart Rove, que fue uno de los principales y m¨¢s controvertidos asesores de George Bush, hasta su salida en agosto de 2007, ha resucitado como activo y agresivo comentarista, columnista y tertuliano de la campa?a electoral. Los dos principales asesores de McCain trabajaron en la Casa Blanca con Rove, que apoya la maniobra de vincular a Barack Obama con amistades peligrosas si con ello se consigue desgastar su candidatura. Rove compar¨® la popularidad de Obama con la de Britney Spears y Par¨ªs Hilton.
- El candidato republicano gana en el casino
El senador por Arizona, John McCain, disfruta con el juego, frecuenta los casinos y en una noche de suerte gan¨® en uno de Connecticut varios miles de d¨®lares. Pero desde que encabeza la candidatura republicana a la presidencia es sometido a un severo escrutinio. El grupo Ciudadanos por la Responsabilidad y la ?tica ha pedido al comit¨¦ de ¨¦tica del Senado que investigue si declar¨® esas ganancias. Portavoces de la campa?a de McCain responden que la C¨¢mara alta no pide que se declare ese tipo de ganancias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.