Ourense reivindica el cine de calidad de la periferia

Ourense se funde con el cine. Cine para ba?ar las termas ("Vis¨ªtenlas", exhort¨® el teniente de alcalde, Alenxadre S¨¢nchez Vidal, a productores y directores) y cine para implicar "a todo el mundo mundial", en palabras del gerente del OUFF (Ourense Film Festival), Enrique Nicanor, que alude as¨ª a la representaci¨®n internacional del jurado.

Cine, tambi¨¦n, sin famoseo que busca el trabajo y el acercamiento a otras identidades. Para presentar en la noche del s¨¢bado el evento al mundo, la ciudad huy¨® del glamour y recurri¨® a la vistosidad del minifundismo, mediante un enorme cartel con el sinf¨ªn de logos de las empresas y entidades financiadoras de los 600.000 euros que cuesta el festival. Y los productores y directores que llegan se dejan seducir. "Me propongo tres retos: ver todas las pel¨ªculas, ba?arme en las termas y aprender gallego", prometi¨® a su llegada el franc¨¦s de madre boliviana y afincado en Cuba Luis Barreto.

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Pero la mundializaci¨®n del festival tiene ra¨ªces en lo propio. Eloxio da distancia, el documental que inaugur¨® el s¨¢bado esta 13? edici¨®n, rodado en A Fonsagrada y que relata la vida campesina a trav¨¦s de la perspectiva que ofrecen las estaciones del a?o, recurre a Otero Pedrayo para dignificar la distancia cultural: la que elogia a quien no renuncia a ser lo que es. "La gente del campo, esa resistencia, ya es consciente de los valores de su cultura; ya no le acompleja ser del campo y se est¨¢ invirtiendo la tendencia de abandonarlo", explica Felipe Vega, coautor de la cinta con el escritor Julio Llamazares. La dignidad de la periferia, de todas las periferias, es leitmotiv de un festival que homenajea la diversidad.