El libro digital ganar¨¢ al papel en 10 a?os
Una encuesta entre un millar de profesionales sit¨²a en 2018 la superaci¨®n del soporte tradicional - La censura en Turqu¨ªa marca el inicio de la Feria de Francfort
Nadie lo dir¨ªa por la cantidad de camiones que ayer descargaban en la Feria de Francfort toneladas de esa mezcla de pasta de celulosa y tinta que ha formado nuestro mundo y que llamamos libros. Pero nunca hasta ahora el mundo digital ha tenido tanta importancia. La principal feria del libro del mundo, que se inaugur¨® oficialmente anoche y que hoy abre sus puertas a los negocios durante cinco d¨ªas, arranc¨® bajo la sombra de una encuesta a 1.000 profesionales del sector de 30 pa¨ªses cuya principal conclusi¨®n es que, dentro de una d¨¦cada, en 2018, los libros electr¨®nicos en cualquiera de los formatos imaginables superar¨¢n en volumen de negocio a los herederos de la galaxia Gutenberg.
China influir¨¢ m¨¢s en la edici¨®n electr¨®nica en la pr¨®xima d¨¦cada
"El sector sigue sus reglas pese a la crisis", afirma el director de la cita
Por lo pronto, en la edici¨®n de este a?o de la feria, la 60?, que cuenta con Turqu¨ªa como pa¨ªs invitado y a la que tienen previsto asistir 7.000 expositores de 101 pa¨ªses y cerca de 1.000 autores -una cifra pr¨¢cticamente id¨¦ntica a la del a?o pasado-, los libros cl¨¢sicos no representan ya m¨¢s que el 42% del volumen total frente a la avalancha de sus parientes digitales, DVD, audiolibros y los nuevos reproductores, con el Kindle de amazon.com y el lector de Sony a la cabeza.
El escritor brasile?o Paulo Coelho, uno de los autores m¨¢s populares, que recibir¨¢ hoy un homenaje en Francfort tras superar los 100 millones de ejemplares vendidos, asegur¨® en la inauguraci¨®n de la feria que hab¨ªa empezado a predicar con el ejemplo y que colg¨® de su p¨¢gina web una copia gratuita de su libro m¨¢s famoso, El alquimista, dado que, de todos modos, circulaba pirata por la Red. "El primer a?o, las ventas pasaron de 1.000 a 10.000 copias. El segundo, subieron hasta las 100.000. Hasta el d¨ªa de hoy, he vendido 10 millones de libros en Rusia", se?al¨®. "Durante 15 siglos, el libro tradicional ha demostrado ser insuperable. Pero los libros digitales est¨¢n reclamando su espacio y todo indica que llegar¨¢ un momento en que lo digital superar¨¢ al papel. Pero se necesitan todav¨ªa unos cuantos a?os, lo que nos da -a los editores, autores y escritores- un tiempo precioso antes de que la Red nos alcance", prosigui¨® el autor.
Las cuatro principales conclusiones de la macroencuesta encargada por la feria revelan que los editores comparten el optimismo de Coelho, esto es, que la industria puede sobrevivir a la avalancha digital, aunque el cambio de escenario ser¨¢ brutal: la influencia de China en la edici¨®n digital se multiplicar¨¢ por tres en los pr¨®ximos a?os (actualmente, EE UU domina el mercado); los consumidores, Google y Amazon impulsar¨¢n el cambio digital; los e-libros superar¨¢n a los libros tradicionales en 2018 (seg¨²n la opini¨®n de un 40% de los encuestados, frente a un 30% que considera que esto nunca ocurrir¨¢) y la venta de libros por Internet ha sido escogido el acontecimiento m¨¢s importante en el mundo de la edici¨®n en los ¨²ltimos 60 a?os, los mismos que cumple ahora la feria.
Sin embargo, la misma encuesta demuestra que todav¨ªa queda un largo camino antes de llegar a un industrial y voluntario Fahrenheit 451: el 60% de los editores no utiliza todav¨ªa libros digitales ni los nuevos soportes, y casi nadie (un 7%) cree que los e-libros ser¨¢n su principal fuente de ingresos dentro de cinco a?os. Por lo pronto, los preparativos de la feria ofrec¨ªan ayer por la ma?ana una imagen surrealista: tres operarios descargaban con dificultad hacia el pabell¨®n que ocupaba Alemania una linotipia, la misma imagen del pasado en una feria que se lanza hacia otra era y que en promoci¨®n empieza a cambiar la coletilla Book Fair por la de Media Fair.
Pero muchos editores compart¨ªan una preocupaci¨®n mucho m¨¢s terrenal: ?En qu¨¦ medida la crisis global puede llegar a afectar al sector del libro? De momento, algunos editores espa?oles consultados aseguraban que empezaban a notar una ligera bajada de ventas en los t¨ªtulos de peque?a tirada, aunque la de los grandes nombres se manten¨ªa. Por lo pronto, el director de la Feria del Libro, Juergen Boos, se mostr¨® todo lo tranquilizador que pudo. "El sector del libro sigue sus propias reglas, incluso frente a una crisis financiera internacional", se?al¨®. "Esto ha sido demostrado en un estudio de las principales editoriales alemanas. Aunque hab¨ªa tantos pesimistas como optimistas entre los que respondieron, la opini¨®n mayoritaria era que la situaci¨®n econ¨®mica de los editores seguir¨¢ siendo consistente. Los libros parece que son muy resistentes a los ciclos econ¨®micos negativos, lo que deja claro el hecho de que son bienes necesarios, no de lujo".
Las cifras, una vez m¨¢s, juegan a favor de Boos: el n¨²mero de t¨ªtulos expuestos (402.284) y el de nuevas publicaciones (123.496) es claramente superior a la pasada edici¨®n de la Feria de Francfort. En papel o en bit, la cosa aguanta.
Pamuk, siempre desafiante
El premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk y el presidente islamista moderado de Turqu¨ªa, Abdul¨¢ G¨¹l, ofrecieron anoche, en la inauguraci¨®n de la Feria del Libro de Francfort, sus visiones contrapuestas de este pa¨ªs, invitado de honor este a?o. Fue un ejercicio dial¨¦ctico apasionante que demostr¨® las heridas abiertas de un Estado-puente entre Oriente y Occidente y sometido a una dial¨¦ctica entre la tradici¨®n y la modernidad que le hace caminar a menudo por el filo de la navaja. Los dos fueron al l¨ªmite de sus posibilidades. "Un siglo de prohibir y quemar libros, de mandar a los escritores a la c¨¢rcel o asesinarlos por traidores o enviarlos al exilio. Denigrarlos constantemente en los medios de comunicaci¨®n no ha servido para enriquecer la literatura turca, s¨®lo la ha hecho m¨¢s pobre", se?al¨® el autor de Nieve.
Luego, en medio de un gran aplauso, se lanz¨® directamente contra la instituci¨®n que encarna el presidente turco, que se encontraba a s¨®lo unos metros de ¨¦l, sentado junto a su esposa, que luc¨ªa el pa?uelo musulm¨¢n. "La costumbre del Estado de penalizar a los escritores y sus libros sigue muy viva: el art¨ªculo 301 del C¨®digo Penal
es utilizado todav¨ªa en silencio para suprimir a muchos otros escritores, de la misma forma en que fue utilizado contra m¨ª", dijo Pamuk.
El presidente G¨¹l, en cambio, comenz¨® su discurso con un encendido elogio de la figura de Pamuk y una descripci¨®n de su pa¨ªs totalmente diferente. "Las restricciones a los autores se han reducido o han desaparecido. Turqu¨ªa se ha convertido en un Estado en el que prevalece la libertad de opini¨®n y de expresi¨®n", manifest¨®.
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