La bomba at¨®mica llega a la ¨®pera de Nueva York

No es habitual asistir al estallido de una bomba at¨®mica. Pero el pasado lunes, la Metropolitan ?pera de Nueva York se convirti¨® en el ins¨®lito escenario para la explosi¨®n, figurada, del primer artefacto nuclear de la historia. Fue durante el estreno de la ¨®pera Doctor Atomic, un arriesgado montaje concebido por el compositor minimalista John Adams, dirigido por una ne¨®fita de la ¨®pera, la directora de cine Penny Woolcock, y que podr¨¢ verse hasta el pr¨®ximo 13 de noviembre en Nueva York.

En ¨¦l se exploran los m¨²ltiples conflictos cient¨ªficos, pol¨ªticos y, sobre todo, morales a los que se enfrent¨® J. Robert Oppenheimer al asumir la direcci¨®n del Manhattan Project, el proyecto bajo el que el Gobierno estadounidense desarroll¨® la bomba at¨®mica durante la II Guerra Mundial.

El montaje arranca en los d¨ªas previos a la primera prueba nuclear que se realiz¨® en la llamada Trinity Site, en Nuevo M¨¦xico en julio de 1945, y se centra en las horas previas a aquella detonaci¨®n.

Las dudas de Oppenheimer (interpretado por el bar¨ªtono Gerald Finley) y sus colegas de laboratorio por lo que estaban a punto de crear, mezcladas con la excitaci¨®n de la incre¨ªble haza?a cient¨ªfica a la que sab¨ªan que se estaban acercando, se reflejan musicalmente a trav¨¦s de una ¨®pera cuyo libreto est¨¢ cargado de frases sacadas de documentos originales de la ¨¦poca.

Los ¨²ltimos 10 minutos, adem¨¢s, consiguen mantener una tensi¨®n infinita. Con el estallido del artefacto, y tras un resplandor de luz, se bajan los focos y se escucha la voz de una madre japonesa suplicar y repetir: "Por favor, denme agua para mi hijo. No encuentro a mi marido". El p¨²blico mantuvo un largo silencio tras la bajada del tel¨®n para despu¨¦s ovacionar prolongadamente el montaje. Todo un logro, teniendo en cuenta que la ¨®pera moderna no siempre tiene la mejor de las acogidas a ojos del selectivo p¨²blico neoyorquino.