Diez pa¨ªses piden que se aplace la lucha contra el cambio clim¨¢tico
Los Gobiernos arguyen que no hay fondos para este objetivo
La lucha de la UE contra el cambio clim¨¢tico tendr¨¢ que esperar como m¨ªnimo hasta diciembre, y quiz¨¢ hasta bien entrado 2009, ante la resistencia expl¨ªcita de una decena de pa¨ªses que no creen que ¨¦ste sea el momento de fijar estrategias, ni est¨¢n dispuestos a asumir los sacrificios que supone alcanzar los objetivos que ellos mismos se marcaron hace a?o y medio. Italia y Polonia incluso esgrimieron ayer la amenaza del veto. Pero Nicolas Sarkozy martille¨® que Europa debe estar a la altura del desaf¨ªo hist¨®rico, que no puede renunciar y que en diciembre ha de haber forzosamente acuerdo sobre c¨®mo seguir.
Desde Alemania a Italia, pasando por los b¨¢lticos o la propia Polonia, un sustancial n¨²mero de pa¨ªses dicen ser conscientes de la importancia global de la lucha contra el fen¨®meno y de la necesidad de abordarlo... pero no a¨²n o al menos no a cualquier precio. Bajo la presidencia alemana y con derroche de autobombo, los gobernantes comunitarios se comprometieron el a?o pasado a rebajar para 2020 un 20% la emisi¨®n de gases de efecto invernadero registrada en 1990, a que el 20% de la energ¨ªa consumida fuera de origen renovable y a lograr un 20% de eficiencia energ¨¦tica.
La presidencia francesa de la UE ten¨ªa la intenci¨®n de que ayer se aprobara un compromiso para fijar el pr¨®ximo diciembre el plan para cumplir el triple 20 prometido, que la industria europea calcula le supondr¨¢ un coste de 180.000 millones de euros. Sarkozy tuvo que guardarse sus orientaciones en vista de las fuertes resistencias encontradas, aunque se ofreci¨® a ser flexible para atender las preocupaciones de los socios. A la Alemania de Angela Merkel le preocupa lo gravoso de las contraprestaciones exigidas a la industria pesada germana, gran consumidora de energ¨ªa. La Italia de Silvio Berlusconi cree que "no estamos para hacer el Quijote, cuando China o Estados Unidos no cortan sus emisiones", seg¨²n el propio primer ministro italiano, quien esgrimi¨® la palabra veto.
A ocho pa¨ªses de la ampliaci¨®n (Polonia, Ruman¨ªa y Hungr¨ªa, entre otros) les parece inaceptable la imposici¨®n de un calendario com¨²n para medir esfuerzos de contenci¨®n. Alegan que ellos ya hicieron sacrificios antes de la fecha de corte prevista de 2005 al reducir dr¨¢sticamente en el pasado sus emisiones. No dicen que aquellos recortes fueron impuestos por el desmantelamiento de una industria que no pod¨ªa competir con la del resto de Europa.
"Es un juego de p¨®ker sobre el que Polonia est¨¢ dispuesta a poner su veto", amenaz¨® ayer el ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, quien tambi¨¦n ten¨ªa otro problema dom¨¦stico con el que lidiar. Sikorski arremeti¨® contra su presidente, Lech Kaczynski, por autoinvitarse a un Consejo Europeo en que su Gobierno no le quer¨ªa ver.
Durante una semana, presidente y Gobierno han estado a la gre?a en Varsovia por la negativa del primer ministro, Donald Tusk, a permitir que el presidente le acompa?ara a Bruselas. Tusk lleg¨® a dejar sin avi¨®n a Kaczynski despu¨¦s de que el propio Sikorski dijera haber "pedido de rodillas" al presidente que no asistiera a la cumbre. Kaczynski no cej¨® y ayer se plant¨® en Bruselas en un ch¨¢rter.
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