Guti¨¦rrez Arag¨®n dice adi¨®s al cine
El director anuncia que no har¨¢ m¨¢s pel¨ªculas y habla de su primera novela, con el 11-M como trasfondo - "Prefiero poner el punto final antes de que me lo pongan otros"
![Roc¨ªo Garc¨ªa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6f5b4128-e8dc-4342-945a-f1d427912007.png?auth=c04cf3469a7e46b5fead72bcccef8669c945185b2e8fe268c3c003dc569d22b1&width=100&height=100&smart=true)
"No me voy desilusionado, todo lo contrario. No quiero transmitir amargura. Me voy, no porque me tenga que ir, sino porque quiero. Desde hace tiempo es muy dif¨ªcil hacer las pel¨ªculas que quiero y de la manera que quiero. Prefiero poner yo el punto final a mi carrera antes de que me lo pongan otros". Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n se ha decidido por fin a hablar a las claras de su abandono de la realizaci¨®n cinematogr¨¢fica. "No es una espantada, no renuncio a nada. Si se puede retirar Jean Paul Sartre o un guardia civil, yo tambi¨¦n tengo derecho, ?no?".
Es una reflexi¨®n interior que lleva madurando m¨¢s de un a?o, antes incluso de dirigir la que ya ser¨¢ su ¨²ltima pel¨ªcula, Todos estamos invitados. El mismo d¨ªa en el que decidi¨® que esta directa y valiente incursi¨®n en el mundo de los amenazados por ETA iba a ser su ¨²ltimo filme -el n¨²mero 23 de su carrera- se puso a escribir. Ya tiene escritas 190 p¨¢ginas de su primera novela, La vida antes de marzo, en torno a los atentados del 11-M, y est¨¢ exultante. "He descubierto la inmediatez. La espera en el cine, antes de conseguir poner en marcha una pel¨ªcula, es muy larga. Los filtros por los que tienes que pasar son eternos. Siempre me ha puesto muy nervioso, y cada vez m¨¢s. Lo que m¨¢s me gusta de la literatura es la inmediatez, una vez que est¨¢ escrito, la creaci¨®n est¨¢ hecha. Eso me produce torrentes de satisfacci¨®n".
"Las pel¨ªculas se van miserabilizando: y yo, antes de hacer cine pobre, lo dejo"
En su casa, con un sol radiante y rodeado de magn¨ªficas esculturas africanas, el realizador c¨¢ntabro se confes¨® ayer. Tiene 66 a?os, ha dirigido 23 largometrajes y tiene muy claras las razones de su abandono. "Hay un hecho cierto y es que el cine se ha polarizado. Las pel¨ªculas o son muy grandes, comerciales y para distribuirse en todo el mundo, o son peque?as, minoritarias. El cine al que yo me he dedicado, aquel por el que decid¨ª dedicarme a este oficio y no a otro, es un cine expresivo, cr¨ªtico, que busca la belleza, que no renuncia a una cierta voluntad de estilo, de puesta en escena. S¨¦ que lo m¨¢s importante de una pel¨ªcula es el gui¨®n, pero para escribir por escribir prefiero la novela. En el cine, por encima de todo y aun a costa de la historia, est¨¢ la puesta en escena, como ocurre con la mayor parte de la m¨²sica de ¨®pera y sus infernales libretos. Y eso es caro", asegura el director, mientras bebe incansable caf¨¦ americano bien aguado y bien caliente.
Y es entonces cuando aparece la raz¨®n principal de la renuncia del que fue calificado por Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n como el "cineasta de la transici¨®n". "S¨¦ que puedo elegir los temas, tambi¨¦n los actores, puedo hacer la pel¨ªcula a mi gusto, pero no existen las condiciones financieras adecuadas. Compruebo que, a?o tras a?o y pel¨ªcula tras pel¨ªcula, tengo cada vez menos presupuesto, menos semanas de rodaje y al final pens¨¦ que iba a tener que hacer una pel¨ªcula simplemente porque me dedicaba a ello. Eso es lo que me impulsa a retirarme. Hay un cierto empobrecimiento financiero y las pel¨ªculas se van miserabilizando. Yo, antes de hacer un cine pobre, prefiero dejarlo".
Guti¨¦rrez Arag¨®n rechaza de plano hacer un balance de su carrera como realizador -"es un ejercicio de melancol¨ªa que no estoy dispuesto a realizar; las auditor¨ªas art¨ªsticas sobre tu trabajo las tienen que hacer otros"-, mientras muestra feliz las primeras p¨¢ginas de La vida antes de marzo. En su estudio, rodeado de cajas con documentaci¨®n de peri¨®dicos sobre los atentados del 11-M, el ordenador esconde su pr¨®ximo tesoro. La vida antes de marzo es la historia de dos hermanastros, ?ngel y Juan, que desconocen su mutua existencia, y que se encuentran casualmente en un tren. Se cuentan su vida y descubren su relaci¨®n. La primera parte de la novela est¨¢ contada por ?ngel y la segunda por Juan. ?ste es un hombre cercano a las c¨¦lulas islamistas y que ha sido testigo, no autor, de los preparativos de los atentados del 11-M. El autor tiene previsto terminar La vida antes de marzo, para la que todav¨ªa no ha contactado con ninguna editorial, antes de final de a?o.
Advierte de que el a?o pr¨®ximo le queda por estrenar en televisi¨®n su ¨²ltimo trabajo, M¨²sica para vivir, una serie documental sobre la m¨²sica cubana que ha producido y en la que ha dirigido uno de los cap¨ªtulos, y que el cine estar¨¢ presente siempre en su vida. Le ha dado mucho, no lo niega, y ahora quiere, desde el Instituto Bu?uel que preside desde hace un a?o, dar un nuevo vuelco a la creaci¨®n cinematogr¨¢fica. "Si ahora empezara a hacer cine, elegir¨ªa ese cine radical que no necesita ni gran financiaci¨®n ni estudios en escuelas de cine, ese cine que se hace entre unos cuantos y se cuelga en Internet. Desde el Instituto Bu?uel es el que me gustar¨ªa impulsar", explica.
No hay amargura en su despedida. Todav¨ªa conserva intacta su fuerza creativa. Y elige una historia contada por el int¨¦rprete franc¨¦s Maurice Chevalier para explicar su retirada. "Hab¨ªa sido un gran seductor, pero estaba ya m¨¢s all¨¢ de la madurez. Una noche intent¨® besar a una chica durante una traves¨ªa en barco, a la luz de la luna. La chica no dijo nada, pero se ech¨® a llorar. En ese momento, Chevalier decidi¨® retirarse educadamente de la seducci¨®n de jovencitas. Pues eso mismo me pasa a m¨ª, que me voy antes de que nadie se me eche a llorar".
![Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, fotografiado ayer en el portal de su domicilio madrile?o.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4WA5OLKL2FU5KT3ENNXDOCBV4M.jpg?auth=8d7d463e47c64ac60ffe8485f6096e306bb929e858653b9ee2227bf9f63f9bb2&width=414)
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