Cosas que se pueden hacer
Los dogmas tienen su atractivo. En todos los campos. Quien los interioriza se evita la cansada tarea de pensar, sustituyendo las argumentaciones y evaluaciones por esl¨®ganes y consignas. Centr¨¢ndonos en el caso de la econom¨ªa, el dogma intervencionista y el del santo mercado son dos de los m¨¢s habituales. Guste o no, lo que est¨¢ ocurriendo estas semanas en el sistema financiero internacional contribuir¨¢ a fortalecer a los fieles del primero y har¨¢ m¨¢s t¨ªmidos a los segundos.
Ser¨ªa un error que el debate sobre lo ocurrido y la orientaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica en el futuro se limitara y a su vez descansara en los equilibrios fluctuantes entre ambos extremos. Posiblemente la posici¨®n m¨¢s razonable sea la de los manuales de econom¨ªa m¨¢s populares, que ven fallos potenciales tanto en la actuaci¨®n p¨²blica como en el funcionamiento del mercado y recomiendan hacer evaluaciones de cada caso antes de regular e intervenir. En definitiva, recomiendan pensar.
S¨®lo cuando las sinergias de la fusi¨®n de las cajas de ahorros sean claras, deber¨ªa darse ese paso
?Debe inmiscuirse la Xunta en las operaciones financieras de otros agentes con bancos y cajas? Depende. Un caso en el que s¨ª debiera participar activamente es en los cr¨¦ditos a los ayuntamientos. En la coyuntura actual es oportuno y leg¨ªtimo que los ayuntamientos se endeuden para compensar el mal comportamiento de los ingresos ordinarios. El problema es que puede ser dif¨ªcil para muchos municipios conseguir esos pr¨¦stamos. E incluso en el caso de que sean capaces, es posible que las comisiones o el tipo de inter¨¦s a pagar sean muy elevados. La soluci¨®n pasa por unificar todas las peticiones de cr¨¦dito y negociar conjuntamente con las entidades financieras. Es lo que hace, por ejemplo, la Diputaci¨®n de Barcelona. En el caso de Galicia, quiz¨¢ por falta de tama?o o de ambici¨®n, esta labor no parece que vayan a desempe?arla los organismos provinciales.
La Xunta aparece, por tanto, como el candidato m¨¢s oportuno. Porque con su aval ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil conseguir buenas condiciones. Y porque la Xunta tiene la posibilidad de recuperar r¨¢pidamente los recursos en caso de mora de alg¨²n ayuntamiento: bastar¨ªa con quit¨¢rselo del Fondo de Cooperaci¨®n Local. Por tanto, la medida tendr¨ªa un coste cero para los contribuyentes y permitir¨ªa corregir los problemas de riesgo moral, informaci¨®n asim¨¦trica y desequilibrio en el poder de negociaci¨®n que atenazan las relaciones de mercado entre entidades financieras y ayuntamientos.
?Es el momento para cambiar radicalmente el mapa gallego de cajas? Depende. Desde hace ya un tiempo se habla de muchas cuestiones: fusi¨®n de cajas, nueva ley, intervenci¨®n en la obra social, modificaci¨®n de organismos rectores, conversi¨®n de las cajas en palancas de desarrollo econ¨®mico... Y la crisis financiera no ha hecho sino intensificar esas demandas.
A mi juicio, la urgencia y conveniencia de los diferentes asuntos es desigual. En cuanto a la fusi¨®n, es algo que no se debe precipitar desde el ¨¢mbito pol¨ªtico. Otra cosa es que preocupe, con raz¨®n, la posibilidad de que una fusi¨®n con otra entidad m¨¢s grande y de fuera de Galicia hiciese perder base territorial a las cajas gallegas. Afortunadamente, creo que esa posibilidad es remota a medio plazo. Creo que el criterio aqu¨ª debe ser estrictamente empresarial. S¨®lo cuando las sinergias de la fusi¨®n sean claras, deber¨ªa darse el paso. Es verdad que los acontecimientos se aceleran y el escenario est¨¢ cambiando: el tama?o parece un factor relevante en un mundo globalizado. Pero la decisi¨®n deber¨ªa basarse en un an¨¢lisis t¨¦cnico y riguroso que se vaya actualizando, conforme vayan cambiando las condiciones del mercado. Mucho m¨¢s razonable me parece que la Xunta reemplace parcialmente a los ayuntamientos en unas entidades que abandonaron hace tiempo la escala local; y que se haya pactado un mayor protagonismo de la Xunta en lo que se refiere a la obra social. En sentido contrario, observo con preocupaci¨®n las propuestas de intervenir en el negocio del d¨ªa a d¨ªa de las cajas, y me parece algo precipitado hablar de una nueva ley sin tener claro a¨²n el modelo que queremos que ¨¦sta sustente.
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