Utilidad de los obispos
Naci¨® felizmente Javier Mariscal Puerta el domingo pasado en Sevilla y su nacimiento es notable por ser fruto del amor familiar y de la fecundaci¨®n en un tubo de ensayo. Se seleccion¨® un embri¨®n sano antes de implantarlo en la madre, para asegurar que el ni?o naciera sin la enfermedad hereditaria que produce en su hermano Andr¨¦s, de seis a?os, una anemia fatal. Las c¨¦lulas del cord¨®n umbilical de Javier servir¨¢n, trasplantadas, para la curaci¨®n de Andr¨¦s, pero los obispos cat¨®licos deploran estas cosas, a las que califican de "acto de eugenesia". Seg¨²n informaba Milagros P¨¦rez Oliva el viernes en este peri¨®dico, Manuel Cruz, de la Fundaci¨®n Vida de Andaluc¨ªa, dice que el reci¨¦n nacido ha sido "seleccionado como ganado", algo "denigrante para la dignidad del ser humano".
Para los obispos el af¨¢n terap¨¦utico de los m¨¦dicos de Sevilla significa matar a personas. La feliz noticia del nacimiento de un ni?o y la posible curaci¨®n de su hermano oculta "el hecho dram¨¢tico de la eliminaci¨®n de los embriones enfermos... la destrucci¨®n de los propios hermanos". La Iglesia cat¨®lica llama hermanos a los ¨®vulos fecundados. Al reci¨¦n nacido lo consideran un "beb¨¦-medicamento", con ese gusto cat¨®lico por las consignas r¨¢pidas, publicitarias, al margen de la verdad de las personas concretas. Aunque muy pocos cat¨®licos comparten las ideas extremas de sus m¨¢ximos jerarcas sobre reproducci¨®n y gen¨¦tica, su Iglesia sigue pesando incre¨ªblemente sobre la sociedad no confesional. El hospital p¨²blico en el que, desafiando la opini¨®n de la Iglesia cat¨®lica, ha nacido Javier Mariscal se llama Virgen del Roc¨ªo.
Voy a decir algo que la mayor¨ªa de mis amigos no acepta: veo muy ¨²tiles las opiniones de la Iglesia cat¨®lica, a pesar de sus planteamientos sensacionalistas, dram¨¢ticos, superficiales con apariencia de profundidad. Son un recordatorio de que la manipulaci¨®n de embriones humanos plantea problemas morales: evita enfermedades hereditarias y facilita la curaci¨®n de enfermos hasta hoy incurables, pero podr¨ªa en un futuro servir para construir una sociedad bella y sana en la que la casta dominante decidir¨ªa sobre el sexo de los habitantes del planeta, sus rasgos f¨ªsicos, su excelencia. Hay que pensar en estas posibilidades. Seg¨²n el diccionario de la Real Academia, la eugenesia consiste en la "aplicaci¨®n de las leyes biol¨®gicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana".
En Descenso literario a los infiernos demogr¨¢ficos (Anagrama) Andreu Domingo recuerda al fundador del proyecto eugen¨¦sico, el ingl¨¦s Francis Galton, inventor de los tests de inteligencia, que dec¨ªa dedicarse al "estudio de los factores sometidos al control social y susceptibles de aumentar o disminuir las cualidades f¨ªsicas o mentales de las futuras generaciones". La p¨¦rdida de prestigio de la palabra eugenesia est¨¢ ligada al racismo de Estado de la Alemania hitleriana. Andreu Domingo estudia novelas cl¨¢sicas de la ciencia-ficci¨®n: Un mundo feliz, de Aldous Huxley (se puede leer gratis en Internet, y empieza precisamente en una Sala de Fecundaci¨®n), o Todos sobre Zanz¨ªbar (La F¨¢brica de Ideas), de John Brunner. Brunner imagina una Nueva York que proh¨ªbe "la reproducci¨®n de aquellos individuos que sean portadores de una carga gen¨¦tica defectuosa", mientras "terroristas cat¨®licos alentados por la Iglesia integrista asentada en la capital de Espa?a, asaltan los barcos que transportan anticonceptivos con rumbo a Bombay".
Pero vuelvo a la Iglesia cat¨®lica real, tan poco humana algunas veces en su consideraci¨®n de situaciones humanas concretas. Es ¨²til que d¨¦ su opini¨®n y nos haga con sus criterios concretos y absurdos pensar lo improbable, el futuro que vamos preparando hoy. No estoy de acuerdo con lo que dice Marcelo Palacios, especialista en bio¨¦tica: "Lo ¨¦tico es que ni siquiera nos planteemos dudas ¨¦ticas".
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