El sentido com¨²n, al poder
La sensatez de Emery afianza el liderato del Valencia, que golea a un inocente Numancia con dos tantos de Villa
La sensatez de Emery ha llevado al Valencia a la cima de la Liga tras superar todos los traumas del pasado curso. Un manual de sentido com¨²n ha bastado para que su equipo sume seis victorias y un empate, 17 goles a favor y cuatro en contra. Pero no hay confetis en Mestalla. "Nos falta regularidad. Jugamos a r¨¢fagas y tenemos mucha pegada. El Numancia no mereci¨® llevarse esa goleada". Ni una medalla que no le corresponda para Emery, cuya lectura del partido se ajusta a la realidad. Como su lectura del vestuario. "?Fernandes? Tiene 21 a?os, cost¨® 18 millones y algo tiene que demostrar", dijo en la pretemporada. "?Albelda? Si tiene hambre de f¨²tbol, volver¨¢ a ser el que fue", predijo. Y el tiempo le ha devuelto lo que avanz¨®. Fernandes lleva dos partidos sobresalientes. Y Albelda ha recogido el guante que le lanz¨® el entrenador. De manera que lo que era un punto d¨¦bil en las primeras jornadas -el centro del campo- se ha convertido en una de las fortalezas. Desde all¨ª lanz¨® ayer el Valencia a su insaciable pareja ofensiva: Mata y Villa, implacables ante el tierno Numancia. El equipo de Kresic, que se despleg¨® con agilidad y amenaz¨® en distintas fases con empatar, pag¨® su descaro y su debilidad defensiva.
VALENCIA 4 - NUMANCIA 0
Valencia: Renan; Miguel, Albiol, Alexis, Moretti; Joaqu¨ªn (Pablo Hern¨¢ndez, m. 83), Albelda (Edu, m. 78), Fernandes, Mata; Morientes (Vicente, m. 63) y Villa. No utilizados: Guaita; Marchena, Angulo y Helguera.
Numancia: Juan Pablo; Juanra, Palacios, Boris, Cisma; Del Pino, Nagore, Moreno (Mario, m. 63), Barkero, ?lvaro Ant¨®n (Goiria, m. 78); y Brit (Quero, m. 78). No utilizados: Diego; Dimas, Felipe G. y Pav¨®n.
Goles: 1-0. M. 3. Villa bate por un costado a Juan Pablo. 2-0. M. 73. Mata, de un toque tras una indecisi¨®n de la defensa. 3-0. M. 84. Vicente para con el pecho el bal¨®n y remata con la izquierda. 4-0. M. 88. Villa cruza tras un gran pase de Fernandes.
?rbitro: Meg¨ªa D¨¢vila. Sin amonestaciones.
Unos 35.000 espectadores en Mestalla.
Albelda y Fernandes convirtieron el centro del campo en una fortaleza
No da puntada sin hilo Mata, que ayer liquid¨® al Numancia con un muestrario t¨¦cnico inagotable. Cada intervenci¨®n suya se convirti¨® en tormenta para el conjunto de Kresic. Sobre c¨®mo parar el bal¨®n y sobre c¨®mo dar giros sobre uno mismo para quedarse en la posici¨®n m¨¢s ventajosa, el extremo zurdo del Valencia dio unas cuantas lecciones. Y remach¨® el encuentro, adem¨¢s, con un sutil toque con el exterior de la bota izquierda anticip¨¢ndose a que el portero pudiera taparle el remate. Es listo Mata, muy listo, y aprende a la velocidad de la luz.
En cuanto a Villa, su ambici¨®n desmonta mitos y acumula r¨¦cords. Lleg¨® de dos citas completas con la selecci¨®n -la segunda, muy exigente en Bruselas- sin una mueca de cansancio. Fresco y hambriento. Suma 15 goles en 16 partidos en lo que va de campa?a: ocho en la Liga, dos en la Copa de la UEFA y cinco con Espa?a. Y no parece que, salvo lesi¨®n, vaya a pararse. Sus metas son altas y sus recursos ilimitados.
La resurrecci¨®n de Fernandes es el principal milagro que cabe atribuir a Emery. Aquel jugador alocado y caprichoso que se desentend¨ªa del bal¨®n cuando no le pasaba a un metro ha dejado paso a un mediocentro comprometido tanto en la creaci¨®n -excelente su pase con el exterior del pie a Villa en el cuarto gol- como en la recuperaci¨®n. La pide, la da, se ofrece constantemente. Mestalla cerr¨® la tarde con una ovaci¨®n a su equipo no sin antes despedir puesto en pie a Albelda, tan abucheado hasta la fecha. El cari?o recuperado de Albelda contrasta con la frialdad hacia Joaqu¨ªn, de cuya inconstancia empieza a cansarse la gente. Y a hac¨¦rselo saber al gaditano, que se march¨® destemplado.
Aun sin continuidad, el l¨ªder se siente poderoso. Y bien protegido por el aparentemente fr¨¢gil portero Renan, m¨¢s s¨®lido cada jornada. Transmite serenidad y sentido com¨²n. La receta milagrosa de su entrenador.
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