El fiscal pide 24 a?os para los cuatro acusados de matar a un joyero en 2006

Los argentinos Roberto C. y Carlos Arturo P., alias Cacho, Mario Alberto M., al¨ªas El Colorao, as¨ª como el uruguayo Kristian Fernando C. se enfrentan a 24 a?os de c¨¢rcel, si prospera la petici¨®n del fiscal, en el juicio que comienza ma?ana en la Audiencia Provincial. Est¨¢n acusados de cuatro delitos relacionados con la muerte de un joyero en la Gran V¨ªa en septiembre de 2006. Adem¨¢s, el fiscal solicita que se indemnice con 115.758 euros a la familia de la v¨ªctima.

Jos¨¦ Manuel M. R., representante de joyer¨ªa de 61 a?os, casado y con dos hijos, fue asesinado sobre las ocho de la tarde del 26 de septiembre a la altura del n¨²mero 13 de la calle de Isabel la Cat¨®lica, en pleno centro de Madrid, y a unos 400 metros de una comisar¨ªa, cuando portaba un malet¨ªn y una bolsa de viaje con joyas por valor de 60.000 euros. Los acusados llevaban vigilando sus movimientos desde julio de ese a?o, seg¨²n el fiscal.

Atraco sin bot¨ªn

Aquella tarde Roberto C. N. y Carlos Arturo P. le hab¨ªan estado esperando en el interior de un autom¨®vil robado, un Renault Clio azul marino. A su paso, hicieron una se?al a sus compinches. Mario Alberto M. T. aparc¨® la motocicleta, que hab¨ªa robado d¨ªas antes, en la esquina de la calle.

Kristian Fernando C.D., que vest¨ªa un mono azul de trabajo y llevaba gafas, estaba apostado en la zona. Dej¨® que el joyero lo sobrepasara y entonces se coloc¨® a su espalda y se aferr¨® a la bolsa de viaje. Tras forcejear con la v¨ªctima y no lograr apoderarse del bot¨ªn, le dispar¨® cuatro veces y le golpe¨® con el arma en la cabeza. Ya en el suelo, Jos¨¦ Manuel M. R. se coloc¨® la bolsa bajo la cabeza para impedir que se la arrebataran.

El lugar del suceso estaba enfrente de la salida trasera del teatro Lope de Vega, donde se representaba entonces el musical Mamma Mia. Varios de los t¨¦cnicos que en ese momento se tomaban un respiro empezaron a gritar pidiendo socorro. Uno de ellos acudi¨® a auxiliar al joyero y agarr¨® al supuesto asesino, pero no logr¨® apresarlo. Kristian Fernando huy¨® en la moto en la que le esperaba Mario Alberto, sin el bot¨ªn. Lo mismo que los que ocupaban el coche. El joyero falleci¨® al d¨ªa siguiente, a consecuencia de los disparos.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal acusa a los cuatro imputados de los delitos de homicidio, tentativa de robo con violencia e intimidaci¨®n, tenencia il¨ªcita de armas, hurto de uso y falsedad documental.