Los aut¨®nomos y las tres Espa?as
Est¨¢n por todas partes y son muchos, cerca de cinco millones en toda Espa?a y algo menos de 400.000 en la Comunidad de Madrid, pero tambi¨¦n son invisibles, al menos para la ley, de cuyos ganchos cuelgan abiertos en canal y cortados en dos, porque si a la hora de pagar sus impuestos son carne de primera, a la de obtener sus derechos son casquer¨ªa y, por consiguiente, se los coloca en un segundo plano, como si sus nombres estuvieran escritos en los m¨¢rgenes de la Constituci¨®n. Antonio Machado se equivoc¨® y no hay dos Espa?as, sino tres: la de los que tienen n¨®mina, la de los aut¨®nomos y la de los que est¨¢n en paro. Ni se imaginan lo lejos que est¨¢n unos de los otros, esos tres lugares.
Tienen que ahorrar para cuando se les eche encima su futuro de ciudadanos de segunda
A Juan Urbano, que acaba de leer en el peri¨®dico que la Asociaci¨®n Nacional de Empresarios y Profesionales Aut¨®nomos (ASNEPA) y el Instituto Madrile?o de Desarrollo (IMADE) han firmado un convenio de colaboraci¨®n para intentar mejorar la situaci¨®n de los aut¨®nomos y empresarios de la regi¨®n, le gustan los anuncios de un par de compa?¨ªas telef¨®nicas que, sin duda, tratan de venderles sus productos a los aut¨®nomos, pero que tambi¨¦n tienen gracia a base de contar la verdad: en uno, se ve c¨®mo algunos de ellos caminan en direcci¨®n contraria a la del resto de los ciudadanos, que se apartan como si fueran bichos de otra especie, y c¨®mo otros viven obsesionados por recoger las facturas de todo lo que consumen, para desgravarlas en sus declaraciones de Hacienda, porque Hacienda somos todos, aunque el Inem lo sean s¨®lo algunos. Ana, la novia de Juan, que adem¨¢s de inteligente y bonita es graciosa, define a los aut¨®nomos como "alguien que compra un sello y pide el tique". En el otro anuncio se bromeaba con el pluriempleo al que est¨¢n condenadas las personas que tienen que ser m¨¢s de uno para poder ser uno m¨¢s, y se ve a gente que, sin dejar de correr, se arranca el traje de taxista, monja o comerciante para quedarse con otro de oficinista, dependiente o fontanero que lleva debajo. Cada segundo cuenta y los aut¨®nomos tienen que ganar todo lo que puedan mientras est¨¦n en condiciones de hacerlo y ahorrar para cuando se les eche encima su futuro de ciudadanos de segunda divisi¨®n sin pensiones, ni seguro de desempleo, ni cr¨¦ditos bancarios f¨¢ciles...
Pero la cosa est¨¢ dif¨ªcil en medio de la crisis y como dec¨ªa el otro d¨ªa el gran Emilio Butrague?o, mientras comentaba para Televisi¨®n Espa?ola los ¨²ltimos minutos de un partido de la selecci¨®n espa?ola: "Cada vez queda pr¨¢cticamente menos tiempo...". Bueno, a algunos les queda poco tiempo y a otros nada, porque en los ¨²ltimos cinco meses se han dado de baja en la Seguridad Social 300 trabajadores aut¨®nomos diarios, y en lo que va de a?o han echado el cierre 6.000 negocios, seg¨²n datos de la Federaci¨®n Nacional de Trabajadores Aut¨®nomos (ATA), que a?ade: "Sin embargo, lo peor est¨¢ a¨²n por llegar". La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha presentado un Plan Especial de Apoyo a los Aut¨®nomos dotado con m¨¢s de 600 millones con el que se otorgar¨¢n ayudas y pr¨¦stamos para que puedan adquirir locales, renovar la maquinaria de trabajo o realizar mejoras tecnol¨®gicas. Ojal¨¢ sea cierto y funcione.
Juan Urbano, que tambi¨¦n es aut¨®nomo, pag¨® su desayuno y, naturalmente, guard¨® la factura en la cartera, lo mismo que guardaba los recibos del metrob¨²s, la cuenta de la librer¨ªa y todo aquello que pudiera defenderlo de salir perjudicado en un trato que para la gente de su clase es desventajoso, porque todo lo que ingresa est¨¢ controlado por Hacienda, pero todo lo que gasta tiene que controlarlo, gestionarlo y demostrarlo ¨¦l para que lo pueda desgravar, y siempre con l¨ªmites. Por ejemplo, si tienes que hacer 30 comidas de trabajo al mes, por todas pagas IVA, pero s¨®lo puedes presentar en tu declaraci¨®n una cantidad determinada. O sea, que es como si jugases un partido de tenis en el que el otro te lanza pelotas de golf y t¨² tienes que devolver balones de rugby.
Mientras sal¨ªa del bar, se fij¨® en una chica que, a hurtadillas, robaba un tique del plato de las propinas que hab¨ªa a su lado, y que otros clientes hab¨ªan dejado all¨ª, y hu¨ªa apresuradamente del local, con su bot¨ªn en el bolso. Maldita defraudadora...
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