El inversor espa?ol se vuelve a¨²n m¨¢s miedoso
La crisis ha reforzado el viejo conservadurismo del ahorrador nacional - Las letras del Tesoro y el oro captan el dinero que huye de la Bolsa - En la estampida, muchos dividen sus recursos
Nadie conoce mejor las tripas de los bancos que los propios bancos. Y si los bancos no se f¨ªan los unos de los otros, ?c¨®mo puede esperarse que el ciudadano de a pie no se inquiete por sus ahorros? La l¨®gica aplastante de esta pregunta, que est¨¢ en la calle, explica los cambios detectados en el comportamiento del inversor espa?ol. Se ha vuelto m¨¢s miedoso de lo que era. Porque ya lo era: puestos a escoger, prefer¨ªa seguridad a rentabilidad.
Los espa?oles s¨®lo tienen invertidos de forma directa en la voluble y caprichosa Bolsa un 8% de todos los activos de fondos invertidos, y un 12% de forma indirecta, sum¨¢ndoles fondos de inversi¨®n. Gran contraste con la media europea, del 40%. Por no hablar de Estados Unidos, en que la proporci¨®n roza el 60%. "Al espa?ol no le gusta el riesgo. Menos a¨²n, lo que quiere es riesgo nulo", reflexiona Mariano Rabad¨¢n, presidente de la Asociaci¨®n de Instituciones de Inversi¨®n Colectiva y Fondos de Pensiones (INVERCO).
Carles Tusquets: "Diversificar es bueno en tiempos de crisis y de bonanza"
Los dep¨®sitos a plazo en las cajas crecieron m¨¢s de un 21% en un a?o
La demanda de oro en las tiendas se ha multiplicado por 10 en los ¨²ltimos d¨ªas
Una minor¨ªa se lleva el dinero al colch¨®n, en versi¨®n caja fuerte
La prudencia es casi una tradici¨®n. "De alg¨²n modo, en tres d¨¦cadas de democracia, y pese al aumento del nivel de vida producido en Espa?a, ha persistido cierta cultura de dep¨®sito a plazo", a?ade Manuel Pardos, presidente de la Asociaci¨®n de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae).
En los noventa, las alegr¨ªas de la Bolsa -en buena parte al calor de las privatizaciones que inici¨® el PSOE y aceler¨® el PP- animaron a las familias a sacar la nariz al parqu¨¦, pero el contagio a Europa del pinchazo de la burbuja tecnol¨®gica producido en 2000 en EE UU acab¨® escaldando a muchos. Los inversores se han vuelto forofos de los fondos garantizados, aunque la quiebra de Lehman Brothers haya probado que, tal y como llegan a manos de los clientes, no siempre son un salto con red de seguridad.
"No podemos olvidar que en los ¨²ltimos a?os hemos vivido esc¨¢ndalos como el fraude de la agencia de valores AVA, la estafa de Gescartera o la quiebra de Eurobank", incide Pardos, convencido de que estos episodios, unidos a otros como el fraude filat¨¦lico, "han tenido un impacto inconsciente o no en el inversor".
?C¨®mo se comporta un inversor particularmente cauteloso como el espa?ol en medio de una hecatombe financiera? ?Ha llegado la psicosis de la crisis hasta el punto de ir al banco, sacar el dinero y encajarlo entre el somier y el colch¨®n?
"S¨ª, ha habido casos de retiradas de fondos, incluso casos de algunos empresarios con cierto patrimonio. El dinero es, por naturaleza, temeroso y las crisis siempre dan lugar a estampidas, sobre todo de la Bolsa. Pero se trata de inversores aislados, es algo minoritario. Decir que la gente haya guardado el dinero en casa ser¨ªa faltar a la verdad", asegura Josep Soler, responsable europeo de la Asociaci¨®n Europea de Planificaci¨®n Financiera y Patrimonial (EFPA, en sus siglas en ingl¨¦s).
"Los asesores ya hemos dicho que no hab¨ªa problema, sobre todo al aumentar la garant¨ªa de los dep¨®sitos de 20.000 a 100.000 euros", a?ade Soler, que, sin embargo, alude a lo que su gremio llama el umbral del insomnio: cuando uno est¨¢ tan preocupado que no puede dormir, m¨¢s vale que se lleve la pasta.
"Nunca hemos llamado a retirar fondos de bancos y cajas. Hubiera sido una locura", subraya la plataforma Adicae, cuyo caballo de batalla ha sido incrementar el fondo de garant¨ªa que cubre los dep¨®sitos por encima de los 20.000 euros. "La presi¨®n al Gobierno para subir ese fondo ha sido efectiva. Hasta el momento en el que se ha decidido subirlo, lo que s¨ª hemos hecho es explicarle a los ahorradores que pod¨ªan cubrirse las espaldas diversificando su dinero entre diferentes entidades", admite Pardos. La herramienta de Internet facilita el trasvase de fondos a golpe de click, aunque algunas comisiones por las transferencias pueden ser disuasorias.
Casos de divisi¨®n de ahorros s¨ª los ha habido. Es lo m¨¢s llamativo. Lo admiten directores de oficinas de distintas entidades. "Pero eso no significa que s¨®lo se vayan fondos. Hemos perdido algunos, pero curiosamente, notamos hace unas semanas un goteo de ingresos de 20.000 euros...", se?alan fuentes de un banco espa?ol. Una caja mediana corrobora que ha habido tambi¨¦n salidas y entradas de fondos, tema del que las entidades hablan con la boca peque?a y la preferencia del anonimato.
"S¨ª, nos consta por nuestros asociados la diversificaci¨®n y algunas retiradas muy minoritarias de fondos", corroboran en la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA), que constata c¨®mo la seguridad y el temor est¨¢n pesando m¨¢s que las promesas de rentabilidad.
Daniel Cabrero, un trabajador del sector servicios de 33 a?os, es uno de los ciudadanos que dividir¨¢ sus ahorros. "Nunca me plante¨¦ sacar el dinero del banco, al contrario que algunos amigos, que dicen que lo har¨¢n pero a saber si es cierto", se?ala. La biograf¨ªa de Cabrero como inversor pasa sobre todo por la vivienda de protecci¨®n oficial (VPO) que le toc¨® hace un par de a?os, y que todav¨ªa est¨¢ en fase de construcci¨®n. "Voy a utilizar los ahorros de toda mi vida para financiar una buena parte del piso. Lo ten¨ªa todo en un mismo dep¨®sito a plazo de un banco pero esto va a cambiar", explica. "Tuve miedo, sobre todo al enterarme por la tele de que, si ten¨ªas m¨¢s de 20.000 euros, s¨®lo te cubr¨ªan 20.000 si quebraba la entidad. Pero aunque lo hayan subido a 100.000 euros, cuanto m¨¢s diversificado est¨¦ todo, mejor. ?Me gusta lo seguro!", exclama.
Pese a tener ahorros confesados superiores a los 100.000 euros, todos en un dep¨®sito a plazo en Bankinter, ?ngel Migu¨¦lez, un jubilado de 80 a?os de edad residente en Santander, tiene planes para cuando le venza.
"Yo estoy al tanto de lo que pasa. He estado leyendo con atenci¨®n el discurso de Emilio Bot¨ªn", enfatiza Migu¨¦lez, en alusi¨®n a la reciente intervenci¨®n en la que el presidente del Santander, el mayor grupo bancario espa?ol, rompi¨® una lanza en favor del sector financiero espa?ol y en el que no salv¨® a los propios banqueros del origen de la crisis por algunos de sus "excesos". "Dicen que los bancos espa?oles no necesitan dinero del Estado, cualquiera se f¨ªa de nadie. Repartir¨¦ el dinero en tres dep¨®sitos de tres bancos, los que me den m¨¢s. Dos los pondr¨¦ a mi nombre y otro a nombre de mi mujer", avanza.
"La diversificaci¨®n es buena y necesaria, tanto en tiempos de crisis y como en tiempos de bonanza. No puede hablarse de una conducta general de los ahorradores. Cada uno es un mundo y me he encontrado de todo. La diferencia la marca lo que se haya endeudado el inversor para comprar un activo, acciones o un producto estructurado", comenta Carles Tusquets, presidente del banco Fibanc-Mediolanum, especializado en la gesti¨®n del ahorro y los servicios bancarios. "Lo que m¨¢s abunda es la consulta. Alg¨²n empresario pregunta, medio en broma, medio en serio, si debe alquilar una caja fuerte y comprarse una escopeta", a?ade Tusquets, tambi¨¦n presidente del comit¨¦ organizador de Borsadiner, el sal¨®n de los inversores de Barcelona, que precisamente hoy abre sus puertas con la crisis financiera como trasfondo.
La diversificaci¨®n entre distintos bancos, pese a poderse constatar, no es el term¨®metro fundamental que marca la inyecci¨®n de nueva prudencia que se ha puesto el inversor espa?ol. Una traducci¨®n contundente de esa reforzada actitud es la ca¨ªda significativa del volumen de patrimonio colocado en fondos de inversi¨®n, que viven la huida de inversores m¨¢s all¨¢ de la p¨¦rdida de valor de muchas compa?¨ªas cotizadas y que l¨®gicamente afectan m¨¢s a los de renta variable y mucho menos a los fondos garantizados y monetarios.
Una comparaci¨®n entre la foto de agosto de 2007, punto de arranque de la crisis financiera en EE UU, y agosto de 2008, ¨²ltimo mes con datos disponibles, da idea de esa fuga. El volumen del patrimonio de los fondos ha pasado de 342.909 millones de euros a 269.185 millones, una ca¨ªda del 21%. En ese per¨ªodo de 12 meses, el n¨²mero de inversores ha retrocedido un 19% (de 10,24 millones se ha pasado a 8,31).
Tambi¨¦n marca prudencia el term¨®metro claro del desplazamiento de ahorros hacia los dep¨®sitos, mejor remunerados, de bancos y cajas. En el caso de los bancos, los dep¨®sitos de la clientela sumaban a 31 de agosto 648.310 millones, un 9,8% m¨¢s que los 590.547 mil millones de agosto de 2007, seg¨²n los datos de la web de la Asociaci¨®n Espa?ola de la Banca (AEB).
En el caso de las cajas de ahorros, los datos de la patronal CECA explican que los dep¨®sitos a plazo arrojaban un saldo de 473.614 millones de euros a finales de agosto -es decir, antes de que la actual crisis financiera cobrara su mayor etapa de virulencia-. Es un 21,8% m¨¢s que un a?o atr¨¢s. Son m¨¢s de 473.000 millones sobre 767.803 millones de dep¨®sitos de la clientela en cajas de ahorros, la mayor¨ªa a particulares residentes, que de un a?o al siguiente aumentaron en volumen un 10,1%.
El gancho de los dep¨®sitos, con rentabilidades-im¨¢n en torno al 6%, se ha colgado desde que empezaron las restricciones de cr¨¦dito. "Pero el desplazamiento de fondos de inversi¨®n hacia dep¨®sito tambi¨¦n se da por propia estrategia de bancos y cajas", opina Marcelo Casadej¨²s, director de Mercadotecnia de Ahorro Corporaci¨®n. Lo corrobora Mariano Rabad¨¢n, desde INVERCO. Se refieren ambos a la ya end¨¦mica falta de liquidez de las entidades financieras.
"En los pr¨®ximos meses, a finales de a?o, la tendencia se agudizar¨¢, porque las entidades necesitan mostrar un balance lustroso para la foto de final de a?o y por eso recomiendan los dep¨®sitos, apoyados en la rentabilidad de la inversi¨®n, porque los dep¨®sitos forman parte del balance de las entidades, mientras que los fondos no", indica Casadej¨²s, quien augura una ca¨ªda del patrimonio de fondos superior al 25% a finales de este a?o respecto de 2007.
El arranque de renovada prudencia se deja ver tambi¨¦n en el descubrimiento s¨²bito por parte del inversor novel de viejos instrumentos con etiqueta de seguridad como son las letras del Tesoro, deuda del Estado a corto plazo (a seis, 12 o 18 meses, por ejemplo), que se adjudica mediante subastas. La web del Tesoro muestra la gran cantidad de solicitudes en las ¨²ltimas subastas del 15 de octubre: en las letras a 12 meses, con vencimiento a 23 de octubre de 2009, se adjudicaron 4.866,78 millones de euros, cuando las solicitudes sumaban 7.135,61 millones. En las letras a tres meses, se pidieron 2.836,57 millones, para los 1.210,23 millones que se adjudicaron.
Las oscilaciones de la demanda se ven m¨¢s en las subastas de deuda a corto plazo porque en las de deuda a largo o muy largo plazo (bonos y obligaciones del Estado), las fechas y cuant¨ªas de las adjudicaciones se conocen con mayor antelaci¨®n.
Tampoco ha sido ajena al renovado conservadurismo inversor la demanda desaforada de un producto tangible, global y eterno valor refugio como es el oro. "No damos abasto. La demanda se ha multiplicado por 10 desde el pasado septiembre. No hay oro para tantas solicitudes", explica Marta Dom¨ªnguez, directora de Oro Direct, empresa que desde hace tres a?os vende en Espa?a lingotes de oro, que est¨¢n exentos de IVA. Dom¨ªnguez no se explica por qu¨¦ la cotizaci¨®n internacional del oro est¨¢ bajando (suele ir a la par que la del petr¨®leo, que tambi¨¦n ha bajado) en las ¨²ltimas dos semanas, tras un subid¨®n que llev¨® el precio de la onza a 920 d¨®lares en el mercado de Londres. "El oro es rentable", subraya la directiva. Un lingote de un kilo vale hoy cerca de 24.000 euros. El mismo lingote se vend¨ªa en septiembre a 19.175, por la demanda. "Y ocupa poco lugar, puede esconderse en la caja de un banco o hasta en casa", insiste.
El fabricante de cajas fuertes Arcas Oll¨¦, en el mercado desde finales del siglo XIX, asegura que ha notado un incremento de los pedidos del 20% en las ¨²ltimas semanas. Es el caso de Arcas Oll¨¦, que fabrica desde el siglo XIX. "Pero nosotros no vendemos a particulares", dice de su empresa Joan Oll¨¦. Algunas entidades financieras tienen m¨¢s peticiones de sus clientes para que guarden dinero y bienes en cajas acorazadas, a trav¨¦s de contratos privados. En las ferreter¨ªas, tiendas de seguridad y otros distribuidores, los dependientes se encogen de hombros.
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