Divorcio a la navarra

La Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN) y el Partido Popular (PP), unidos desde hace 17 a?os por un pacto de mutua conveniencia, se divorciaron ayer tras unos d¨ªas de separaci¨®n que sirvieron para que cada parte intentara hacer asumir a la otra la responsabilidad de la ruptura. El punto cr¨ªtico se produjo el lunes, cuando la direcci¨®n del partido navarrista suspendi¨® cautelarmente de militancia al diputado Santiago Cervera, que vot¨® por la devoluci¨®n del proyecto de Presupuestos del Gobierno de Zapatero, y al ex diputado Del Burgo, que apoy¨® esa actitud en contra de la consigna de abstenci¨®n decidida d¨ªas atr¨¢s por los ¨®rganos de UPN.

El pacto de conveniencia funcion¨® hasta que entraron en contradicci¨®n sus dos principios esenciales: respeto a la autonom¨ªa de decisi¨®n de UPN en la pol¨ªtica navarra y coordinaci¨®n con el PP en los asuntos de inter¨¦s general. En funci¨®n de lo primero, UPN hab¨ªa alcanzado un acuerdo por el que los socialistas permit¨ªan gobernar a Miguel Sanz en Navarra pese a no tener mayor¨ªa absoluta. En funci¨®n de lo segundo, el PP exig¨ªa el voto de los dos diputados de UPN contra los Presupuestos.

La abstenci¨®n de los socialistas navarros hizo posible la investidura del candidato de UPN, Miguel Sanz. Esa abstenci¨®n fue impuesta a su vez por la direcci¨®n central del PSOE, que ve¨ªa muy arriesgada la alternativa en principio decidida por el PSN de gobernar en alianza con los nacionalistas de Nafarroa Bai. Riesgo agravado por el hecho de que este partido ten¨ªa m¨¢s votos que el PSN, lo que le colocaba en una situaci¨®n de gran debilidad.

La direcci¨®n del PP que hab¨ªa reclamado un entendimiento como el que efectivamente se produjo, parece no haber entendido que ello implicaba una cierta pol¨ªtica de no beligerancia con los socialistas. La abstenci¨®n en los Presupuestos era un gesto pol¨ªtico de alcance limitado pero de cierto valor simb¨®lico para favorecer la continuidad del acuerdo; m¨¢s concretamente, para no dar pretexto a una eventual moci¨®n de censura contra Sanz. El presidente navarro tiene presente seguramente situaciones como la de Galicia, con un partido (el PP) pr¨®ximo a la mayor¨ªa absoluta pero condenado a la oposici¨®n por falta de aliados.

En G¨¦nova ha faltado flexibilidad para entender el dilema de Sanz, mientras que el presidente navarro, con un apoyo amplio de sus seguidores, ha dado la impresi¨®n de no ver del todo mal la oportunidad de marcar distancias con el PP. M¨¢s concretamente, de querer aprovechar la situaci¨®n para modificar los t¨¦rminos del acuerdo con ese partido, reforzando su autonom¨ªa. Ocasi¨®n para ello ofrec¨ªa el Congreso de UPN previsto para marzo. Pero las cosas se han precipitado con las sanciones a Cervera y Del Burgo, y el PP ya ha anunciado que reconstruir¨¢ las estructuras del partido en la comunidad foral, con lo que la derecha navarra vuelve a estar dividida, como hace a?os, en tres formaciones: UPN, su escisi¨®n (CDN) y PP.