El 80% de andaluces rechaza la prolongaci¨®n artificial de la vida

Los andaluces ya no temen la muerte. Lo que quieren es morir informados, en las mejores condiciones posibles, y atendidos por los servicios sanitarios p¨²blicos. Esto es, al menos, lo que se desprende del ¨²ltimo Bar¨®metro sanitario andaluz presentado ayer por Mar¨ªa Jes¨²s Montero, consejera de Salud. Seg¨²n estos datos, un 80% de los encuestados opina que no aceptar¨ªa que le prolongasen la vida artificialmente ante una situaci¨®n irreversible.

Para los andaluces, el testamento vital es el instrumento adecuado que les posibilita tener una muerte digna; una muerte que ha de ser sin dolor, aunque ello suponga "acortar el tiempo de vida", seg¨²n la encuesta. Hasta un 94% corrobora que ¨¦sta es la forma adecuada de morir. En definitiva, 8 de cada 10 andaluces comparten la tesis de que las autoridades sanitarias est¨¢n obligadas a hacer todo lo posible para que el fallecimiento se produzca en las mejores condiciones posibles. En la actualidad, el Gobierno andaluz est¨¢ tramitando la ley de muerte digna.

Una gran mayor¨ªa de andaluces conf¨ªa en la ciencia para mejorar su salud

Tambi¨¦n la investigaci¨®n m¨¦dica ha calado de forma notable en Andaluc¨ªa ¨²ltimamente, seg¨²n el Bar¨®metro sanitario presentado. A este respecto, los datos son elocuentes: dos de cada tres andaluces utilizar¨ªa sin reparo el Diagn¨®stico Gen¨¦tico Preimplantario (DGP), si con ello se evita una posible enfermedad hereditaria en su hijo. La Iglesia critic¨® recientemente el caso del ni?o que naci¨® en Sevilla con este tratamiento para curar a su hermano de una enfermedad hereditaria.

Del mismo modo, un 77% aprueba la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre; incluso este porcentaje se eleva un punto m¨¢s, al 78%, cuando se les pregunta sobre si creen que esto contribuir¨ªa a mejorar la salud.

Es decir, la investigaci¨®n y la salvaguarda de derechos como el que representa tener una muerte digna se convierten as¨ª en un referente para el Gobierno andaluz a la hora de enfocar las futuras pol¨ªticas sanitarias. Y a estos dos temas hay que a?adirle otros dos. "Debemos seguir trabajando para mejorar todo lo que conicerne a las listas de espera", dijo Montero, -en la encuesta, un 75% opina que han mejorado listas desde 2003 frente al 13% que cree lo contrario-, y "realizar un esfuerzo mayor en aquello que ata?e a la intimidad y confortabilidad de los hospitales".

Llama asimismo la atenci¨®n en este bombardeo de datos el alto nivel de informaci¨®n que dicen tener los encuestados respecto a temas como la receta electr¨®nica (un 44% dice saber en qu¨¦ consiste o c¨®mo ha de usarla), la administraci¨®n electr¨®nica (el 56% la utiliza o sabe para que sirve), o el de la prescripci¨®n por principio activo, del que un 67% de andaluces asegura estar de acuerdo con esta medida de ahorro sanitario.

Con todo, los usuarios del SAS se quejan de que faltan profesionales, del trato que a veces reciben, de la falta de tranquilidad en los centros, y del tiempo de espera diagn¨®stica, que sigue siendo demasiado largo, aunque una gran mayor¨ªa cree que ha mejorado esta situaci¨®n desde el Bar¨®metro sanitario de 2003.

En general, la consejera se mostr¨® satisfecha por la "alta valoraci¨®n" que tienen los andaluces del sistema sanitario p¨²blico. Un 69% opina que funciona bien, 4 puntos m¨¢s que en la encuesta anterior. Tambi¨¦n el grado de satisfacci¨®n con la atenci¨®n que reciben de los profesionales es muy alto: 2 de cada 3 andaluces dice sentirse "muy satisfecho" con este trato.

Los usuarios ven el futuro con optimismo. El 54% opina que mejorar¨¢ todav¨ªa m¨¢s el sistema sanitario p¨²blico en los pr¨®ximos a?os; igual que un 48% cree que la sanidad est¨¢ mucho mejor que en 2003.

Los andaluces son tambi¨¦n defensores a ultranza de la sanidad p¨²blica: s¨®lo un 8% acudir¨ªa a la privada en caso de enfermar. Adem¨¢s, tres de cada cuatro andaluces (un 76%) afirman que gozan de buena salud, aunque, por otra parte, los encuestados reconocen que en el ¨²ltimo a?o casi la mitad (46%) ha acudido a un hospital; y hasta un 76% de ¨¦stos ha pasado por los servicios de urgencias.