El futuro del m¨®vil se prueba en Jap¨®n
Con NTT DoCoMo a la cabeza, el pa¨ªs nip¨®n busca liderar los servicios m¨®viles de nueva generaci¨®n - Los terminales aspiran a ser asistentes personales e inteligentes - El 89% de los suscriptores ya utilizan 3G
"Vaciar los bolsillos". Es la obsesi¨®n de la industria de la telefon¨ªa en Jap¨®n. Salir de casa con lo puesto una buena ma?ana, el m¨®vil encima y regresar por la noche como si nada hubiera pasado. Todo lo que una persona utiliza a lo largo del d¨ªa fundido en un solo aparato: cartera, reloj, llaves, dinero, c¨¢mara, v¨ªdeo, correo electr¨®nico, etc¨¦tera.
Los principales operadores del pa¨ªs, desde el gigante NTT DoCoMo a los aspirantes E-Mobile y Willcom, se han lanzado a la carrera por inventar los servicios del futuro. ?Triunfar¨¢ el todo en uno? Con las tarifas de datos m¨¢s baratas del planeta y el 90% de suscriptores conectados a Internet m¨®vil, es posible.
Junto con Corea del Sur, Jap¨®n es el ¨²nico pa¨ªs donde la conversi¨®n a 3G es casi total: el 89% de celulares. Es un mercado vital para proveedores de tecnolog¨ªa inal¨¢mbrica, como Qualcomm, o fabricantes de terminales como Sharp y Toshiba.
El principal operador, NTT, con el 50% del mercado, quiere incluso ir m¨¢s all¨¢ y ha realizado los primeros tests con LTE (Long Term Evolution), una tecnolog¨ªa de cuarta generaci¨®n con la que se podr¨ªan lograr velocidades de transmisi¨®n de hasta 100 megabytes por segundo.
Europa y EE UU van a la zaga, ambos con el 28% de penetraci¨®n 3G. Mientras que Occidente se adentra t¨ªmidamente en la era del acceso a la informaci¨®n ubicua Jap¨®n camina a un pelda?o de distancia.
All¨ª los m¨®viles son un elemento indispensable en la vida diaria. Para acceder al metro y al autob¨²s mediante lectores magn¨¦ticos y RFID incorporados, para buscar el supermercado m¨¢s cercano o servir de GPS improvisado en el coche, a la hora de pagar la cuenta en un restaurante o como m¨¦todo de identificaci¨®n. Todo esto ya es posible en la capital del ne¨®n.
En unos a?os, la intenci¨®n es dotar de inteligencia al terminal, de forma que reaccione a las preferencias y aficiones del suscriptor.
Seg¨²n Hiroyasu Asami, directivo de NTT DoCoMo, "el futuro est¨¢ en conectar la informaci¨®n con la vida diaria de las personas; pasar de ofrecer datos a asistir a la gente en su d¨ªa a d¨ªa". Ser¨ªa el sue?o de todo japon¨¦s. Una especie de peque?o amigo de bolsillo.?En qu¨¦ sitio podr¨ªa comer hoy? Media hora antes del almuerzo, el m¨®vil enviar¨ªa autom¨¢ticamente un videomensaje con varias sugerencias seg¨²n nuestros gustos gastron¨®micos y localizaci¨®n. Nos avisar¨ªa con tiempo suficiente para dirigirnos al aeropuerto y no perder el avi¨®n reservado. O, seg¨²n sorteamos estanter¨ªas en el supermercado, remitir¨ªa un MMS con la mejor oferta del d¨ªa en la secci¨®n de fruter¨ªa. Alta tecnolog¨ªa para la cotidianidad.
En Europa la misma idea ronda la cabeza de gigantes como Nokia, algunos operadores y peque?as tecnol¨®gicas. El problema es que hasta 2012 no habr¨¢ suficiente penetraci¨®n de 3G como para hacer las mismas c¨¢balas que Jap¨®n se trae entre manos.
All¨ª la dificultad ser¨¢ bien distinta: a?adir utilidades a tel¨¦fonos ya atiborrados de funciones sin disparar el coste final. Complejo. Sobre todo en un pa¨ªs con decenas de fabricantes, sistemas operativos propietarios y ofertas pensadas en exclusiva para una cultura y costumbres ¨²nicas.
El componente excesivamente local de la telefon¨ªa japonesa conduce a la eterna pregunta. ?Ser¨¢n exportables a Occidente los nuevos servicios? Tal vez ahora no haya vuelta de hoja. Empujados por la ca¨ªda de poblaci¨®n y la saturaci¨®n del mercado, Sharp, Panasonic, Fujitsu, NEC y Toshiba se ven cada vez m¨¢s forzados a desembarcar en otros pa¨ªses.
Y NTT DoCoMo necesita tambi¨¦n crecer de una vez en Europa si no quiere abandonarse para siempre en Jap¨®n. Para todos, salir implicar¨¢ abrirse a dos tendencias imparables: el iPhone y las plataformas de c¨®digo abierto encabezadas por Android.
El furor por las pantallas t¨¢ctiles a¨²n no ha calado en la isla. Seg¨²n una consultora local, Apple apenas ha logrado vender 200.000 unidades de su iPhone 3G. Lo t¨¢ctil no acaba de convencer a los nipones, acostumbrados a manejar los terminales con una sola mano. Pero para muchos es s¨®lo una cuesti¨®n de precio, no de dise?o. Samsung y LG, l¨ªderes en la vecina Corea del Sur, apuestan por lo t¨¢ctil.
Modelos como el Omnia o el reci¨¦n estrenado LG KP500 pretenden democratizar los tel¨¦fonos con teclado virtual. Y en cuanto a la plataforma, la propia NTT reconoce que adoptar Symbian abierto y Linux (a la postre, Android), ser¨¢ la ¨²nica forma de desarrollar la nueva generaci¨®n de funcionalidades a un coste razonable.
As¨ª las cosas, las miradas seguir¨¢n pendientes de la l¨ªnea marcada en Jap¨®n. En servicios, dise?o y tambi¨¦n en seguridad. Porque para transformar el m¨®vil en un miniordenador inteligente ser¨¢ necesario manejar toneladas de informaci¨®n personal de suscriptores. ?C¨®mo asegurar la privacidad? Lo tienen todo pensado: contrase?as a trav¨¦s de interfaces de voz y desbloqueo mediante reconocimiento de im¨¢genes faciales del propietario o lectores de huellas. El futuro no ha hecho m¨¢s que comenzar.
Las promesas del 3G
Si alguien todav¨ªa duda del poder de 3G, s¨®lo necesita darse una vuelta por el metro de Tokio. Quincea?eras comprando pantalones vaqueros de moda, ejecutivos controlando el precio de sus acciones en tiempo real y aficionados al b¨¦isbol viendo en televisi¨®n el partido de su equipo favorito. Todo ello a trav¨¦s del m¨®vil. Pantallas grandes, tarifas baratas y 3G es todo lo que necesitan.
Seg¨²n Qualcomm, la compa?¨ªa con m¨¢s patentes registradas en est¨¢ndares 3G (W-CDMA y CDMA 2000), existen 670 millones de suscriptores de tercera generaci¨®n en todo el mundo. En 2012, la cifra se incrementar¨¢ en un 140% hasta los 1.600 millones. Pasar¨¢n al menos cinco a?os antes de que las tecnolog¨ªas 4G que hoy se discuten se puedan comercializar.
Hasta entonces, fabricantes de chips y terminales, operadores y compa?¨ªas de Internet luchar¨¢n por dise?ar e imponer sus contenidos y servicios 3G.
La televisi¨®n celular, la gran promesa, sigue sin despegar en Europa, lastrada por la adopci¨®n del est¨¢ndar D-BVH. En Corea y Jap¨®n el servicio languidece por falta de un robusto modelo de negocio publicitario que lo sustente.
Y en EE UU est¨¢ todav¨ªa por ver si MediaFlo, el est¨¢ndar impulsado por Qualcomm junto a AT&T y Verizon, lograr¨¢ seducir a las masas.
Donde el futuro parece garantizado es en la localizaci¨®n. Y, siguiendo la estela nipona, los pagos y diagn¨®sticos m¨¦dicos a trav¨¦s del m¨®vil podr¨ªan ser la pr¨®xima meta en Europa. Eso s¨ª, siempre y cuando la confianza del consumidor lo permita.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.