Presupuestos posibles
Creo que el gobierno gallego puede estar satisfecho. Hace un par de meses escrib¨ªa en las p¨¢ginas de El Pa¨ªs que uno de los tres escollos con los que deb¨ªa enfrentarse el gobierno, si decid¨ªa no adelantar las elecciones, era la elaboraci¨®n de los presupuestos. Con las elecciones a la vuelta de la esquina y un gasto que no iba a poder crecer mucho m¨¢s del 4%, las tensiones entre los socios de gobierno estaban servidas. Era la prueba del algod¨®n. Se ha superado holgadamente. Los debates internos no han trascendido, las cuentas se han presentado en plazo y nadie del Ejecutivo se queja p¨²blicamente de maltrato.
A partir de ah¨ª, creo que se ha hecho lo que se pod¨ªa hacer, dadas las restricciones existentes. En primer lugar, con unos Presupuestos que crecen tan poco, el margen de maniobra real es m¨ªnimo. Existen gastos que dif¨ªcilmente se pueden soslayar, que tienen una din¨¢mica inercial y que suponen una parte fundamental del Presupuesto: salarios, intereses de deuda, conciertos con colegios o financiaci¨®n local y universitaria, entre otros. Son compromisos adquiridos con agentes p¨²blicos y privados en acuerdos bilaterales, mesas de negociaci¨®n, o mercados financieros. En segundo lugar, tenemos la Ley de Dependencia: para cumplir los objetivos dibujados hasta el horizonte del 2015, el gasto correspondiente debe crecer de forma sustancial. Finalmente, aparecen las medidas de choque contra la crisis econ¨®mica, en el plano laboral y en de la inversi¨®n p¨²blica. En 2009 Galicia seguir¨¢ siendo una de las cuatro Comunidades Aut¨®nomas, junto a Asturias y las dos Castillas, que dedicar¨¢n m¨¢s de una cuarta parte del Presupuesto a gastos de capital. No acabo de ver c¨®mo se podr¨ªan encajar todas estas piezas al mismo tiempo de manera muy diferente.
Entre que le tachen de derrotista o de demasiado optimista, el Gobierno ha optado por lo segundo
Por el lado de los ingresos, caen los corrientes por el efecto de la crisis, crecen ligeramente los que vienen de Europa y aumenta de forma importante el endeudamiento. De hecho, los casi 600 millones de endeudamiento neto previsto son los que sostienen el crecimiento del gasto. ?Esta cifra es grande o peque?a? Equivale al 1% del PIB regional, que es el margen disponible para todas las autonom¨ªas; y l¨®gicamente hace aumentar la deuda en t¨¦rminos de PIB, manteniendo a Galicia entre las CC AA peor situadas seg¨²n este indicador. Lo primero implica que no tiene sentido criticar los Presupuestos porque el d¨¦ficit y el endeudamiento se quedan cortos: no nos dejan ir m¨¢s all¨¢. Lo segundo, debe ser matizado. Porque el uso de la ratio entre deuda y PIB no es lo m¨¢s indicado para los gobiernos auton¨®micos. Cuando se divide la deuda por los ingresos no financieros, la posici¨®n de Galicia es m¨¢s confortable y en el entorno de la media.
Tambi¨¦n hay que referirse al cuadro macroecon¨®mico. En s¨ªntesis, se critica que es optimista en exceso, al suponer que el PIB va a crecer el 1,3% en 2009. Aqu¨ª el Gobierno gallego ten¨ªa dos opciones: fijar los objetivos en funci¨®n de los marcados para Espa?a en los Presupuestos del Estado, o utilizar estimaciones m¨¢s realistas. Si hubiese hecho lo segundo, los Presupuestos del 2009 para Galicia reflejar¨ªan una tasa de crecimiento del PIB inferior a la marcada por Solbes; lo que significar¨ªa asumir formalmente la p¨¦rdida de posiciones y la divergencia respecto a la media espa?ola. Entre escoger que le tachen de derrotista o de excesivamente optimista, el Gobierno ha optado por lo segundo. Yo habr¨ªa hecho lo mismo. Ahora bien, en cuanto Solbes acepte que la realidad va a ser m¨¢s cruda y mueva ficha, nosotros debemos hacer lo propio, manteniendo siempre un diferencial positivo a nuestro favor.
Finalmente, los Presupuestos avanzan en el camino desbrozado el a?o pasado desde la Conseller¨ªa de Econom¨ªa, con la definici¨®n de objetivos e indicadores de las pol¨ªticas de gasto. No obstante, el camino por recorrer es todav¨ªa largo. Y es fundamental que la consecuci¨®n de objetivos se eval¨²e ex post: informes peri¨®dicos de la propia Administraci¨®n, el CES de Galicia y/o comisiones de expertos independientes nombradas por el Parlamento son perentorias para incentivar a todos los responsables del gasto.
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