Cultura de dise?o para la cadena Meli¨¢

Dominique Perrault, el arquitecto de la Biblioteca Nacional de Par¨ªs, construy¨® este rascacielos de 29 plantas con el mismo argumento que se usa para dise?ar aviones: lo importante es que vuele. Aqu¨ª lo esencial es que el edificio funcione como hotel, y en ello est¨¢ empe?ada la cadena Meli¨¢ tras su adquisici¨®n al grupo Habitat. A la vista est¨¢ lo dif¨ªcil que parece que se sustente, con medio cuerpo volado sobre la calle, pero se sostiene, y de qu¨¦ manera, en su caparaz¨®n de vidrio y acero microperforado que act¨²a como una piel reflectante sobre la prolongaci¨®n de la avenida de la Diagonal, en el tecnol¨®gico distrito 22@ de Barcelona. Tambi¨¦n cumplen con su objetivo los encargados de animar el lounge vestibular, decorado con proyecciones hollywoodienses de los a?os cuarenta entre hileras de mamparas acr¨ªlicas de colores que separan la barra ovoide de copas y el restaurante. En esta zona se sirven igualmente los desayunos, convertida ya desde primera hora de la ma?ana en una pasarela de gente guapa e incondicionales parroquianos del ver y ser visto.

A pocas semanas de su apertura, las disfunciones del servicio son todav¨ªa elocuentes y el ambiente, en exceso ruidoso. La planta sexta, sobre cuya plataforma se extienden la piscina exterior y un bar nocturno, apenas tiene uso por parte de la clientela. La quinta, sede del YHI Spa Oriental, tampoco parece funcionar a pleno rendimiento, aunque promete... Eso s¨ª, la amabilidad es una divisa sincera de todo el personal.

Algunos de los servicios son verdaderamente exclusivos: The Level es un piso con 44 habitaciones y 23 suites donde se ofrecen c¨®cteles gratuitos, productos de aromaterapia y recepci¨®n propia. Aunque la guinda la ponen los hermanos Sergio y Javier Torres al frente de su restaurante Dos Cielos, en la planta 24?, que atesora una cocina innovadora y un huerto propio situado en la azotea del rascacielos.

Incongruente parece la propuesta nocturna del lounge, punto de encuentro musical con un dj residente, e incordiar a los trasnochadores con el traj¨ªn matinal de las aspiradoras. Puede que las habitaciones no sean m¨¢s que unas cajas de sue?os, pero cumplen con todos los preceptos del buen servicio y lujo de detalles, incluidos los cosm¨¦ticos de Aveda, adem¨¢s de garantizar unas ins¨®litas vistas a¨¦reas de este futuro Eixample barcelon¨¦s. Obviamente, cuanto m¨¢s arriba, mejor es la panor¨¢mica.

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