Los transg¨¦nicos ganan adeptos
Los pa¨ªses africanos empiezan a aceptar cultivos modificados tras a?os de rechazo contagiado desde Europa - El hambre impulsa una nueva 'revoluci¨®n verde' en pa¨ªses en desarrollo
Setenta y cinco millones m¨¢s y en ascenso. El aumento de precio de los alimentos ha hecho crecer el n¨²mero de hambrientos en el mundo de 848 a 923 millones en 2007. Unos precios que, de acuerdo con la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO), durante este a?o han seguido a niveles alt¨ªsimos en los pa¨ªses m¨¢s pobres e importadores de cereales. Esta situaci¨®n, seg¨²n los analistas, evidencia la necesidad de aumentar la producci¨®n agr¨ªcola, especialmente en los pa¨ªses africanos, netos importadores y que acusan la falta de pol¨ªticas agr¨ªcolas.
La necesidad de aumentar la producci¨®n ha sido aprovechada por los defensores de los cultivos transg¨¦nicos para abogar, una vez m¨¢s, por la necesidad de introducirlos en el continente. El anterior cient¨ªfico jefe del Gobierno brit¨¢nico, David King, desat¨® la pol¨¦mica hace unos d¨ªas al asegurar que Occidente ha exportado a ?frica su rechazo a los transg¨¦nicos, "con consecuencias devastadoras cuando los cultivos tradicionales no bastan para alimentar a la poblaci¨®n creciente africana". Pero, ?son los transg¨¦nicos la soluci¨®n?
Las plantas tradicionales no bastan para dar alimento a todos
Se preparan berenjenas, patatas, tomates o arroz biotecnol¨®gicos
Kenia, Sur¨¢frica y Zimbabue lideran la investigaci¨®n de mejoras de cultivos
Las ONG dicen que las multinacionales no han cumplido sus promesas
Aun cuando el hambre no es por falta de comida sino por el precio de los alimentos, la necesidad de aumentar la producci¨®n en ?frica no se pone en duda. El 22% de las importaciones de cereales corresponden a pa¨ªses del continente. La reciente Evaluaci¨®n Internacional del papel del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnolog¨ªa en el Desarrollo Agr¨ªcola (IAASTD, por sus siglas en ingl¨¦s), una iniciativa promovida por el Banco Mundial, Naciones Unidas, Gobiernos, expertos e instituciones privadas, recuerda que la producci¨®n agr¨ªcola por persona en ?frica "declin¨® entre 1970 y 1980 y luego se estanc¨®". Esto con una poblaci¨®n creciente, donde el 30% sufre hambre cr¨®nica.
El IAASTD destaca en el informe publicado este a?o la necesidad de aumentar los resultados agr¨ªcolas, pero se muestra muy cauto con los transg¨¦nicos, "que, seg¨²n algunas fuentes, pueden ser importantes en t¨¦rminos de producci¨®n, pero cuyo uso e impacto es muy controvertido". Se mencionan sus efectos sobre la biodiversidad o la salud y se subraya la necesidad de los pa¨ªses africanos de disponer de toda la informaci¨®n para legislar. Ahora mismo s¨®lo Sur¨¢frica tiene una legislaci¨®n al respecto.
La cautela de este informe es la base de la cr¨ªtica de King, que asegur¨® que estos cultivos podr¨ªan reproducir las revoluciones agr¨ªcolas de pa¨ªses como India y China. En el subcontinente indio, la llamada revoluci¨®n verde, con la introducci¨®n de pesticidas, fertilizantes y semillas h¨ªbridas triplic¨® la producci¨®n de alimentos a principios de los setenta, lo que sac¨® al pa¨ªs de terribles ciclos de hambruna y lo hizo autosuficiente en alimentos. Ahora, una segunda revoluci¨®n verde se anuncia con una nueva generaci¨®n de transg¨¦nicos. Por ahora s¨®lo se siembra algod¨®n gen¨¦ticamente modificado, pero est¨¢n en investigaci¨®n otros 20 cultivos, entre ellos patatas, tomate y arroz, y se espera que el pr¨®ximo a?o est¨¦ en los mercados una berenjena de este tipo. "Estos cultivos ser¨¢n m¨¢s resistentes a las plagas, con m¨¢s nutrientes y producir¨¢n m¨¢s", dice F. B. Patil, jefe de investigaci¨®n de Ajeet Seed, una de las mayores comercializadoras locales de semillas en la India.
El aumento de la producci¨®n no es la ¨²nica ventaja que se presume de los transg¨¦nicos, "sino que tambi¨¦n supone una menor necesidad de gasto en plaguicidas", seg¨²n Rodomiro Ortiz, del Centro Internacional de Mejora del Trigo y del Ma¨ªz (CIMMYT), con sede en M¨¦xico. Pero la soluci¨®n para ?frica no pasa s¨®lo por los transg¨¦nicos. "Los mayores ¨¦xitos para aumentar la productividad en China o India fueron el resultado de la mejora gen¨¦tica de las plantas, a trav¨¦s de cruzamientos, aumento de inversi¨®n y la promoci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas", dice. Y el experto recuerda un proyecto del CIMMYT, un ma¨ªz resistente a la sequ¨ªa, que se est¨¢ ya utilizando en el continente, cuyo uso es tambi¨¦n una de las prioridades de la Alianza para la Revoluci¨®n Verde en ?frica (AGRA).
Este grupo, con sede en Nairobi, est¨¢ patrocinado por Kofi Annan y pretende aumentar la diversidad de semillas, procurando hacerlas m¨¢s resistentes a plagas o sequ¨ªas. Aunque AGRA opta por las t¨¦cnicas de cruce convencionales, no se manifiesta contraria a los transg¨¦nicos y asegura que invertir¨¢ en ellos a medida que los pa¨ªses africanos vayan aceptando y legislando su uso, "como varios est¨¢n en v¨ªas de hacer".
Seg¨²n el Servicio Internacional para la Adquisici¨®n de Tecnolog¨ªa de Aplicaciones de Agrobiotec (ISAAA), que fomenta el uso de transg¨¦nicos, Burkina Faso y Egipto son dos de los pa¨ªses africanos que tienen previsto sumarse a Sur¨¢frica y en los que se podr¨ªa legislar el uso y comercializaci¨®n de estos productos en los pr¨®ximos dos a?os. Burkina Faso ha realizado ensayos para la introducci¨®n de un algod¨®n resistente a la oruga responsable de que sus cultivos anuales se reduzcan a la mitad. De acuerdo con ISAAA, el futuro de estos cultivos es esperanzador: "El n¨²mero de pa¨ªses, cultivos y hect¨¢reas se doblar¨¢ entre 2006 y 2015", dice en su ¨²ltimo informe, en el que se recoge que "de hecho la contribuci¨®n m¨¢s importante de cultivos biotecnol¨®gicos ser¨¢ la contribuci¨®n a los Objetivos del Milenio de reducir la pobreza y el hambre en un 50% para 2015".
En septiembre se desarroll¨® en Nairobi, Kenia, el primer congreso panafricano en biotecnolog¨ªa. Y es que Kenia, junto con Sur¨¢frica y Zimbabue, son los pa¨ªses en los que se concentra la investigaci¨®n de mejora tecnol¨®gica de los cultivos (transg¨¦nicos o no) en el continente. Nigeria y Ghana son otros dos pa¨ªses en los que se investiga en biotecnolog¨ªa.
"Las naciones de este continente est¨¢n recibiendo mucha presi¨®n", asegura Henk Hobbelink, coordinador de GRAIN, una ONG que aboga por una agricultura sostenible basada en la propiedad comunitaria de los recursos y en el conocimiento local. GRAIN alerta de que la crisis de los alimentos va a ser utilizada por los defensores de los transg¨¦nicos para hacerse con el mercado y que la ayuda a los agricultores en forma de semilla va aliada a la industria agroqu¨ªmica.
Pero, de acuerdo con Hobbelink y otras ONG tan reconocidas como el grupo ETC y Amigos de la Tierra, el aumento no es tal, al menos en producci¨®n. Porque lo que s¨ª aumenta son los gastos del agricultor, en las semillas que est¨¢n patentadas, los herbicidas e insecticidas. "El 80% de los transg¨¦nicos plantados en el mundo son resistentes a herbicidas, pero las hierbas se han ido haciendo tambi¨¦n resistentes, as¨ª que se aumenta su uso. Referente a los insecticidas, s¨ª, tal vez matan a un tipo de gusano, pero la falta de este gusano propicia la invasi¨®n por otra plaga, que ve el campo abierto y hay que continuar fumigando". Cuatro de las 10 compa?¨ªas involucradas en el cultivo de transg¨¦nicos pertenecen a la industria agroqu¨ªmica y comercializan herbicidas e insecticidas, por lo que su negocio es redondo.
Hobbelink recuerda que los transg¨¦nicos comerciales en la actualidad son ¨²nicamente cuatro: "soja, ma¨ªz, algod¨®n y colza, la gran mayor¨ªa de los cuales se destinan a forraje. ?C¨®mo pueden hablar de alimentar al mundo?". En este sentido, la ONG Amigos de la Tierra asegura que "de todas las promesas que la industria ha hecho en la ¨²ltima d¨¦cada, como aumentar la producci¨®n, hacer cultivos m¨¢s nutritivos, resistentes contra sequ¨ªas, salitres o enfermedades, ninguna se ha cumplido".
De los 1.500 millones de hect¨¢reas cultivables que existen en el mundo, 114 millones est¨¢n dedicadas a transg¨¦nicos, seg¨²n el ISAAA. Los pa¨ªses con mayor superficie son EE UU (58 millones de hect¨¢reas), Argentina (19 millones), Brasil (15 millones), Canad¨¢ (7 millones), India (6 millones) y China (4 millones).
La FAO no tiene una postura en bloque hacia los transg¨¦nicos. "Debe examinarse caso por caso y ver que el costo-beneficio sea positivo. Son una herramienta poderosa que puede tener muchos beneficios, pero tambi¨¦n riesgos para la salud y el medio ambiente", dice Andrea Sonnino, encargado de investigaci¨®n agr¨ªcola del organismo. El gran problema de los transg¨¦nicos es que casi todos los que se siembran -con pocas excepciones en China e India- son pensados y desarrollados en y para pa¨ªses ricos, principalmente Estados Unidos. "Si queremos ayudar a los pa¨ªses en desarrollo en su lucha contra la pobreza y el hambre, debe haber proyectos de investigaci¨®n ind¨ªgenas, que atajen problemas locales", afirma telef¨®nicamente Sonnino desde Roma.
En la India, Devinder Sharma, el director del reconocido Foro Internacional para la Biotecnolog¨ªa y Seguridad Alimentaria, coincide. En el subcontinente, el algod¨®n transg¨¦nico, a diferencia de lo que dice el Gobierno, ha tenido un ¨¦xito muy parcial. "En general, no ha producido lo que se esperaba y en muchos casos las cosechas han fallado estrepitosamente. Adem¨¢s, ha causado reacciones al¨¦rgicas en las personas y muerte en el ganado", explica Sharma. Para el investigador, est¨¢ claro que la tecnolog¨ªa no est¨¢ desarrollada para la India y que ¨¦sa es buena parte del problema.
Mientras tanto, ?frica es el nuevo campo donde se pelea la batalla de los transg¨¦nicos.
"Me cans¨¦ de ser esclavo del mercado"
Amarjit Sharma, un campesino indio, guarda con recelo decenas de botes con diferentes tipos de semillas. "De ellas depende nuestro sustento, son el comienzo de la vida", dice el custodio del banco de semillas de Chaina, una aldea al norte del pa¨ªs. "Me cans¨¦ de ser esclavo del mercado: tener que ir a comprar siempre: semillas, fertilizantes, pesticidas. Adem¨¢s, as¨ª protegemos las semillas", dice. Sharma cree que la agricultura no org¨¢nica hace a los campesinos dependientes del mercado.
Con su banco de semillas, este campesino indio est¨¢ contribuyendo a mantener la diversidad gen¨¦tica y as¨ª la seguridad alimentaria. "La conservaci¨®n de las semillas por los agricultores ayuda a preservar material gen¨¦tico para que los cultivos puedan adaptarse a cambios ambientales o plagas", explica el encargado de biodiversidad de la FAO, ?lvaro Toledo.
Con la sustituci¨®n de variedades tradicionales por comerciales mejoradas se est¨¢ dando una "erosi¨®n gen¨¦tica". Es decir, las variedades que se cosechan son las m¨¢s productivas, pero hay menos diversidad gen¨¦tica. "Es una tendencia que ya se hab¨ªa visto desde antes, pero que con los transg¨¦nicos se podr¨ªa acelerar", explica el experto. Dice que por ello deben articularse pol¨ªticas. En 2006, la FAO negoci¨® un acuerdo entre m¨¢s de 120 pa¨ªses para que inviertan y se intercambien estos recursos. "Es un tratado joven, pero ambicioso", contin¨²a. As¨ª, los bancos nacionales tienen recursos para intercambiar con otros pa¨ªses.
Seg¨²n diversas ONG el otro "terrible riesgo" para la diversidad gen¨¦tica es una tecnolog¨ªa conocida como terminator, por la cual se silencian los genes de germinaci¨®n de la semilla y as¨ª, est¨¦riles, no puedan ser usadas para las pr¨®ximas cosechas. Aunque la capacidad ya existe, "no se est¨¢ aplicando s¨®lo gracias a la tremenda oposici¨®n p¨²blica, que ha logrado una moratoria ante la ONU", explica Hope Shand del Grupo ETC.
Desde los ochenta, las semillas transg¨¦nicas se han patentado y deben comprarse anualmente. Las compa?¨ªas persiguen que no se guarden y se siembren al a?o siguiente. Y aunque ha habido casos de campesinos demandados, es dif¨ªcil de penar. Pero, utilizando la tecnolog¨ªa terminator se asegurar¨ªa un monopolio de las semillas m¨¢s fuerte que con patentes y se har¨ªa a los campesinos cada vez m¨¢s dependientes de las compa?¨ªas transnacionales. "Pone en riesgo el sustento de 1.400 millones de peque?os agricultores que dependen de guardar las semillas como ¨²nica manera de sembrar", dice Shand. Tambi¨¦n podr¨ªan contaminar otras cosechas e impedir la germinaci¨®n de las nuevas semillas.
De acuerdo con las organizaciones conservacionistas, tan s¨®lo un grupo contado de compa?¨ªas multinacionales disponen del control de buena parte de las semillas comerciales en el mundo y, por tanto, tienen enorme control sobre la cadena de comida. Las agroqu¨ªmicas Monsanto, Dupont-Pioneer, Syngenta y Bayer copan el 41% del mercado.
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