LAS ENTRA?AS DE 'HOUSE'
ESTE ascensor no va a ninguna parte. Puedes pulsar hasta la s¨¦ptima planta, pero no se mueve un pelo. L¨®gico. Ni hay polea ni agujero de ascensor, s¨®lo dos puertas: una que te lleva al hall del hospital Princeton-Plainsboro, y la otra, a los despachos de los doctores Gregory House y James Wilson, y a esa sala acristalada donde, semana a semana, el equipo de m¨¦dicos desgrana si el paciente de turno padece lupus, neurocistercosis o encefalitis v¨ªrica. Nunca un simple catarro. "Rara vez es c¨¢ncer. Es una enfermedad aburrida porque nos dejar¨ªa 58 minutos de programa por rellenar de otro modo", apunta divertido y sarc¨¢stico Robert Sean Leonard, ¨¢lter ego real de Wilson, onc¨®logo en la ficci¨®n —y contento de no cargar con el peso de la serie.
El ascensor a ninguna parte est¨¢ en el centro del hangar 15 de los estudios Fox en Los ?ngeles. All¨ª se rueda House, esa serie at¨ªpica de hospitales con un ¨²nico protagonista: Hugh Laurie. "Y yo que dije que s¨ª porque pens¨¦ que House era un personaje secundario y Wilson iba a ser el eje central", espeta el protagonista, sin que nadie entienda su iron¨ªa brit¨¢nica. S¨®lo Leonard le sigue la corriente. "Es que si House fuera una serie t¨ªpica de hospitales, al estilo de Anatom¨ªa de Grey, Wilson ser¨ªa como el doctor Shepherd [el personaje que interpreta Patrick Dempsey]", remata tratando de echar un capote.
Tiene raz¨®n en que de t¨ªpica tiene poco. Cuatro temporadas m¨¢s tarde, y con la quinta ya en marcha, est¨¢ claro que la serie tiene m¨¢s de detectivesca que de drama hospitalario. House es irascible, gru?¨®n, insensible, ego¨ªsta y narcisista, pero, sobre todo, brillante. Un personaje m¨¢s parecido a Sherlock Holmes que al doctor Macizo (el mote del personaje de Dempsey en Anatom¨ªa de Grey).
De hecho, David Shore, creador de la serie, busca las semejanzas. Detective y doctor comparten la misma direcci¨®n (la 221B); si Holmes era adicto a la coca¨ªna, House traga code¨ªna para soportar su dolor de pierna, y, por si quedaba alguna duda, el personaje de Laurie cuenta con su particular Watson. "Yo creo que soy m¨¢s una especie de Walter Matthau en La extra?a pareja", se vuelve a re¨ªr Leonard.
El equipo rueda hoy el s¨¦ptimo episodio de la quinta temporada. "La escena 33", cuchichea el portavoz de la serie, Jeffrey Cole. Por eso, al resto de los int¨¦rpretes habituales hay que pillarles a salto de mata entre toma y toma. "Cameron telefonea a House desde la casa de un paciente que no quiere salir", explica uno de los directores, Greg Yaitanes, sobre una escena que protagoniza Jennifer Morrison. Esto explica que la actividad se concentre hoy en el estudio 10, donde han reproducido la casa del paciente agoraf¨®bico, mientras los plat¨®s n¨²meros 15, 14 y 11, donde la serie se rueda habitualmente, est¨¢n m¨¢s vac¨ªos.
Por eso hoy se puede pasear libremente por esos pasillos tantas veces vistos en televisi¨®n. ?Todo parece real! "Es que lo es", te sorprende Cole: "La compa?¨ªa General Electric es parte de Universal y nos suministra mucho equipo m¨¦dico. No funciona, claro, pero es
aut¨¦ntico". ?Y las pastillas?, pregunto, apuntando a un gabinete lleno de medicinas. "Son caramelos", responde, sacudiendo uno de esos botes de Vicodin a los que House es tan aficionado.
Como en cualquier rodaje, las esperas son tan intensas como el trabajo. Omar Epps, el actor que interpreta al doctor Eric Foreman, utiliza esos ratos para relajarse en un camerino que destaca por tres cosas: un altavoz Bose donde enchufa su iPod, una gran pasi¨®n por los ambientadores y toneladas de pipas de girasol con las que mata el hambre.
Su tr¨¢iler es contiguo al de Laurie. Con su chaqueta arrugada habitual, se pasea por la sala de espera del hospital, un ¨¢rea donde los regalos cursis a la venta y las revistas sobadas y atrasadas recuerdan a una cl¨ªnica de verdad. "No te dir¨ªa que estoy relajado. Nunca lo estoy", afirma, con el incesante movimiento de sus ojos de sem¨¢foro azul. "Lo que me salva es que tengo una memoria incre¨ªble para lo inmediato. Si pas¨® hace m¨¢s de dos horas, no hay forma de que lo recuerde, pero de las ¨²ltimas dos horas lo s¨¦ todo. M¨¢s me vale, porque memorizo de ocho a diez p¨¢ginas de gui¨®n al d¨ªa", a?ade.
Para Laurie, el ritmo es imparable. No importan los cambios en la serie. El m¨¢s dr¨¢stico se dio en la cuarta temporada. Tras despedirse de Cameron, Foreman y Chase, los tres mosqueteros de House, el m¨¦dico irascible procedi¨® a escoger a los sustitutos con un m¨¦todo m¨¢s propio del reality Supervivientes. "No supimos qui¨¦n se quedaba y qui¨¦n no hasta el final", asegura Kal Penn (que interpreta al doctor Lawrence Kutner, uno de los tres nuevos elegidos). "En serio", subraya otro, Peter Jacobson, vista la cara de incredulidad.
Pero, en la quinta temporada, qui¨¦n m¨¢s juego dar¨¢ del nuevo tr¨ªo es Olivia Wilde, la doctora bisexual que hasta ahora se hac¨ªa llamar Trece por su n¨²mero de aspirante a colaborar con House. En el ¨²ltimo episodio nos enteramos de su nombre —Remy Hadley— y de que sufre Huntington. "Me asombra que la gente me pare por la calle para decirme: 'Siento que te vayas a morir", confiesa, con cierto reparo, como si estuviera hablando de su propia vida y no de la de su personaje. "A m¨ª me encanta cuando me dicen que estoy genial en Heroes", dice Penn sobre c¨®mo le confunden con el actor de ra¨ªces indias Sendhil Ramamurthy.
El rodaje les reclama, pero Laurie vuelve a estar disponible precisamente en el momento de hurgar en su despacho. No se puede tocar nada, pero desde la puerta se ve su viejo tocadiscos, el ojo m¨¢gico ese que utiliz¨® en un par de episodios y la pelotita con la que tanto juega. Todo est¨¢ pulcr¨ªsimo. "Ll¨¢malo feng shui, pero donde m¨¢s me gusta trabajar es en mi despacho", admite. ?Y d¨®nde menos? "En lo que llamamos 'oficina exterior': la habitaci¨®n de al lado. All¨ª discutimos los diagn¨®sticos. No s¨¦ por qu¨¦ la odio. Hay muchas posibilidades para rodar desde diferentes ¨¢ngulos. Demasiados. Y me parece que eso acaba con nuestras energ¨ªas", describe.
A la doctora Cuddy (Lisa Edelstein) tambi¨¦n le encanta rodar en su despacho, aunque le cost¨® horrores acostumbrarse a utilizar en las tomas algo que no fuera su mesa. "Ahora tengo colgadas algunas fotos personales por ah¨ª y un diploma de la escuela de medicina de ?1862! ?Para m¨ª que el equipo trata de insinuarme algo...!", r¨ªe, a sabiendas de que, tras el strip-tease con el que se despidi¨® de la cuarta temporada, poco tiene que temer por su edad.
Pero el despacho m¨¢s desangelado es el del doctor Wilson. Algunos trastos todav¨ªa est¨¢n metidos en cajas. Claro que la relaci¨®n entre House y Wilson se vislumbra como uno de los puntos m¨¢s espinosos de la quinta temporada. Aunque en esta serie es raro que alg¨²n paciente muera, el ¨²ltimo episodio de la cuarta temporada acaba sin que House pueda salvar a la novia de Wilson. "House estuvo implicado, pero no fue el responsable de su muerte", se excusa Laurie, defendiendo a su ¨¢lter ego. Leonard nos revela que, efectivamente, estamos ante uno de los conflictos clave: "Est¨¢ claro que estos dos no pueden vivir separados, tendr¨¢n que arreglar su amistad". De ah¨ª, pues, el aspecto del despacho de Wilson, con aires de mudanza.
Tambi¨¦n le llaman al redil. Por fin sola. Es el momento de echar al bolsillo alg¨²n recuerdo inolvidable de una jornada en el rodaje de House. Imposible cantar victoria. Laurie sale de su despacho como si me leyera el pensamiento. Con cara p¨ªcara y su famoso bast¨®n en la mano, pega una ¨²ltima voz. "S¨ªrvete lo que quieras", dice con un tono que deja claro que ¨¦stos son sus dominios.
Fox emite la quinta temporada de House los martes, a las 22.20 h. Cuatro la emitir¨¢ pr¨®ximamente.
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