Espa?a, con voz y voto

Espa?a tendr¨¢, finalmente, voz y voto en la cumbre financiera de Washington. El Gobierno espa?ol hab¨ªa arriesgado mucho, no al pretender un puesto en la reuni¨®n, sino al hacer p¨²blicas las gestiones que estaba realizando. Por suerte para la econom¨ªa espa?ola, una de las m¨¢s potentes del mundo, el ¨®rdago de Zapatero ha salido bien. Pase lo que pase en Washington y en fechas posteriores, Espa?a podr¨¢ aportar su experiencia como uno de los pa¨ªses con una sistema financiero m¨¢s s¨®lido. No pod¨ªa ser de otra manera. El ¨¦xito de las gestiones dipl¨®maticas de Zapatero pone a Espa?a donde merece.

La reuni¨®n extraordinaria del Consejo Europeo celebrada ayer en Bruselas supuso un paso importante, y tal vez decisivo, en la preparaci¨®n de la Cumbre del G-20 prevista para los pr¨®ximos 14 y 15 en Washington. Conscientes de que un eventual fracaso de esta cita supondr¨ªa una complicaci¨®n a?adida para el sistema financiero y la econom¨ªa internacional, los Veintisiete respaldaron el documento elaborado por la presidencia francesa con vistas a fijar una posici¨®n com¨²n europea. Se trata de un buen punto de partida, alejado de las iniciales y desmesuradas pretensiones de refundar el capitalismo o de convertir la cita de Washington en un foro de debate ideol¨®gico. Pero no deber¨ªa perderse de vista que ¨¦sta es s¨®lo la posici¨®n de la UE, que convendr¨ªa concertar con el resto de los participantes antes de la cumbre.

La Europa pragm¨¢tica que aflor¨® ayer en Bruselas contribuir¨¢ a conjurar el riesgo de que, tras un periodo de desregulaci¨®n como el que ha conducido a la actual crisis, se caiga en el exceso contrario, imponiendo demasiada reglamentaci¨®n. Tambi¨¦n va en la buena direcci¨®n el compromiso de universalizar las normas que se puedan acordar en Washington, de manera que ninguna instituci¨®n financiera, segmento del mercado ni territorio queden al margen de la nueva regulaci¨®n. El FMI resultar¨¢ imprescindible en esta tarea, y de ah¨ª que los Veintisiete acordaran proponer en Washington su reforma y dotarlo de medios adicionales. El hecho de que EE UU se encuentre en transici¨®n entre dos presidencias obliga a considerar la cumbre de Washington como una primera cita. La gravedad de la crisis exige garantizar la continuidad de este intento de concertaci¨®n internacional.