Arreglos
D¨®nde est¨¢ el Diablo, que le doy el alma. Y es que, se lleve como se lleve, qu¨¦ duro es envejecer. Aunque hay gente que se lo curra y est¨¢ mejor que cuando ten¨ªa veinte a?os, ?qu¨¦ envidia! Mi estrategia en la lucha contra la vejez ha sido suprimir cualquier tentaci¨®n de mirarme en los espejos. Menudos sustos me he llevado, quita, quita. Y como en este caso lo de "m¨¢s vale prevenir que curar" no sirve para nada, la gente se cura directamente a base de visitas al m¨¦dico. Con un "qu¨ªtame de aqu¨ª" y bolsa que desaparece, o "est¨ªrame para all¨¢" y piel lisa-lisa-lisa, como dice Argui?ano, todo arreglado.
Hace un par de cumplea?os, mis amigas del alma me debieron de ver tan terriblemente horrorosa que decidieron hacerme un gran regalo. Dado mi estado de decadencia, el mejor que me pod¨ªan hacer: un relleno de col¨¢geno en las arrugas de la risa, para que durante seis meses pareciese mucho m¨¢s joven. Y, como no quer¨ªan ofenderme con la indirecta, ellas me acompa?ar¨ªan, pero no s¨®lo hasta la puerta. No, en un acto de solidaridad inconmensurable, ellas tambi¨¦n se lo har¨ªan; una "esto de aqu¨ª", la otra "un poquito all¨¢" y la tercera "la arruguita esta". Total que, una buena ma?ana, como quien se marcha de compras, ah¨ª me vi tumbada en un sof¨¢ reclinable, mientras un m¨¦dico me dec¨ªa que me vendr¨ªa bien hacerme un retoque m¨¢s importante. Tuve que morderme la lengua para no soltarle un improperio. Bueno, sal¨ª con una sensaci¨®n rara, como de tener un flem¨®n entre moflete y moflete, pero tampoco hab¨ªa sido tan terrible.
Seg¨²n volv¨ªamos a casa, ya ve¨ªa que mis amigas pon¨ªan cara de preocupaci¨®n disimulada. Pero como la naturaleza es sabia y, tal como te que te quita la juventud, te quita la vista, all¨ª, sin gafas, no me ve¨ªa nada raro, s¨®lo que ten¨ªa un poco el morro de cerdita. Al d¨ªa siguiente, cuando sal¨ª a la calle, empec¨¦ a notar que me miraban raro, pero, bueno, sin m¨¢s... Hasta que realmente tuve que mirarme en el espejo y me vi con toda la cara llena de moratones, como si hubiera estado peleando con el difunto Urtain. Ep¨ªlogo: estuve una semana encerrada sin poder salir de casa. Con lo f¨¢cil que es decir que tienes cinco a?os menos.
No llevo nada bien lo de envejecer, pero lo malo es que tampoco llevo bien lo de hacerme arreglos, ni... nada. Lo que m¨¢s me asusta es que cumplas a?os y te pongas a decir tonter¨ªas, como le ha pasado a la Reina. Empiezan a hacernos la campa?a que de tanto en tanto lanzan para vendernos la Monarqu¨ªa, y va y se suelta, en plan cercana, diciendo lo que piensa. Dan unas ganas de soltarle un ?por qu¨¦ no te callas?
Pero en este caso est¨¢ muy bien, que se sepa de qu¨¦ van. As¨ª enga?an menos.A pesar de todo, hay una cosa en la que podemos estar de acuerdo la Reina y yo: en la alegr¨ªa que sentimos de que hayan perdido los republicanos.
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