"Es m¨¢s una revuelta palaciega que una plataforma alternativa"
Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo Velilla (Le¨®n, 1948), m¨¦dico traumat¨®logo, tiene un verbo f¨¢cil. Habla con una potente voz mientras desparrama sus dos metros de altura en la silla de su despacho de la sede de CC OO. A veces se muestra airado, aunque b¨¢sicamente aparece tranquilo. Empieza la entrevista con iron¨ªa.
Pregunta. ?Le ha sorprendido la nueva corriente que se ha montado para arrebatarle el puesto?
Respuesta ?Qu¨¦ corriente?
P. La que encabeza Toxo, ?no se ha enterado?
R. Es que a m¨ª Ignacio [Toxo] no me ha dicho nada. Estoy enterado por la prensa.
P. ?Pero le sorprende o no?
R. No me sorprende. Pero s¨ª me provoca perplejidades y extra?ezas. Primera, algunas personas que se dice que estuvieron en la reuni¨®n del lunes no acudieron. Segunda, de los citados hay tres personas, Ignacio, Rodolfo [Benito] y Agust¨ªn [Moreno] que quisieron ser secretarios generales y no lo consiguieron. Y es que cada vez que el congreso rechaza a alguien como secretario general suele tener por costumbre montar una pandilla. Espero que esta vez sea la ¨²ltima. Tercera, ?c¨®mo es posible que las dos corrientes minoritarias, que est¨¢n bastante desarmadas, congenien ahora con el secretario de Acci¨®n Sindical [Toxo] que ha conducido los ¨²ltimos cuatro a?os las negociaciones colectivas contra las que han votado sistem¨¢ticamente? Por eso, me sorprende que ahora sea su adalid. Y la ¨²ltima es por qu¨¦ se ha montado un debate cuando no hubo enmiendas a la ponencia confederal y los delegados para el congreso pr¨¢cticamente est¨¢n decididos.
"Creando una nueva facci¨®n no se llega a una candidatura ¨²nica"
P. Le acusan de no aceptar cambios.
R. ?Cambios de qu¨¦?
P. Usted sabr¨¢, yo no s¨¦ cu¨¢les.
R. Es que yo tampoco. He le¨ªdo con bastante estupor (en boca de nadie, por cierto) informaciones tild¨¢ndome de autoritario o de tomar decisiones al margen de la organizaci¨®n. Eso es imposible, aqu¨ª las decisiones se toman por el m¨¢ximo ¨®rgano. Como no s¨¦ qui¨¦n lo dice, no voy a responder.
P. Pero lo tendr¨¢ identificado.
R. No, porque en los peri¨®dicos no se identifican. A m¨ª esas cosas no me gustan; me parece una forma de funcionar, que es mala y cobarde. Estas cosas se discuten en los ¨®rganos y en ¨²ltimo t¨¦rmino, como dijo el Gran Capit¨¢n, del campo saldr¨¢ la verdad.
P. O sea que est¨¢ dispuesto a llegar hasta el final.
R. ?Estar¨ªa bueno! Yo voy a llevar para adelante lo que le estoy contando.
P. Antes ha dicho que Toxo, que por cierto no se lleg¨® a presentar nunca, tiene la mala costumbre de montar pandillas.
R. No, no; Toxo, no. Yo he dicho que en este sindicato se ha reproducido desde los tiempos de Marcelino [Camacho] algo que parece una maldici¨®n b¨ªblica: que el que quiere ser secretario general y el congreso le dice que no, tiene el h¨¢bito de montar un grupo. Y a eso le llaman favorecer el pluralismo. Yo creo que el sindicato est¨¢ suficientemente maduro en relaci¨®n a estas historias de ida y vuelta y sabr¨¢ lo que tiene que hacer. Por eso estoy tan tranquilo.
P. Conoc¨ªa la reuni¨®n a la que se ha referido, a la que fueron varios secretarios generales, claro.
R. Aqu¨ª se conoce todo, pero cada uno se re¨²ne con quien le da la gana. S¨¦ que hay organizaciones que no han tomado decisiones y si ha ido el secretario general habr¨¢ ido a t¨ªtulo personal. Pero tampoco he o¨ªdo pronunciamientos. Que habr¨¢ organizaciones que mayoritariamente apoyen a Ignacio, pues tampoco ser¨ªa anormal porque es una persona de trayectoria larga y reconocida en el sindicato.
P. ?Cree que Toxo ha podido estar influido por esas corrientes?
R. No lo s¨¦, de verdad. Ni soy psiquiatra ni psicoanalista.
P. ?No cree que la presentaci¨®n de Toxo fomenta la divisi¨®n?
R. Me remito a la primera respuesta. Parece una mala costumbre y la gente que practica eso nunca ha sido recompensada. Esto tiene m¨¢s que ver con una revuelta palaciega que con la creaci¨®n de una plataforma alternativa. Y esas operaciones en el sindicato son muy castigadas, porque no s¨®lo tiene mucho instinto de supervivencia, sino tambi¨¦n mucha ambici¨®n colectiva.
P. Toxo asegura que cuenta con apoyo suficiente para ganar.
R. Tambi¨¦n he le¨ªdo que contaban con la simpat¨ªa del Gobierno y no se me va a ocurrir llamar a Zapatero. Si tuviera que creerme a pies juntillas lo que dicen, pues estar¨ªa loco. Hay gente que se puede creer hasta lo que dice despu¨¦s de haberlo publicado.
P. ?Y si le ofrece formar una candidatura ¨²nica?
R. A m¨ª no me tiene que ofrecer nada. Yo no voy a negociar nada. Entre otras cosas porque yo hablo directamente con las organizaciones, no necesito ni comisionistas, ni intermediarios, ni portavoces de otros.
P. Le veo muy seguro.
R. Estoy, digamos, reconciliado conmigo mismo. Tengo otras preocupaciones, como son el ajuste del empleo, la ca¨ªda de las empresas, el futuro de la pol¨ªtica industrial del pa¨ªs, por si todos los parados tendr¨¢n cobertura...
P. ?Usted por qu¨¦ se presenta?
R. Yo expliqu¨¦ en junio que me iba a presentar y para qu¨¦. Me lo pens¨¦ mucho y mucha gente me indic¨® que deb¨ªa hacerlo. Me presento fundamentalmente porque creo que en los dos ¨²ltimos mandatos la gesti¨®n ha sido exitosa, tanto en t¨¦rminos organizativos, como de afiliaci¨®n (el sindicato tiene medio mill¨®n m¨¢s de cotizantes que cuando yo llegu¨¦) y hemos ganado tres veces las elecciones. Yo no me atribuyo nada, y como s¨¦ que ahora viene muy mala he querido seguir porque no soy de los que dan la espantada. El sindicato va a pasar una situaci¨®n de trabajo complicad¨ªsima y lo complicado no es el congreso. La gente est¨¢ pensando en c¨®mo le va a ir con la crisis.
P. ?Qu¨¦ prev¨¦?
R. Mi objetivo es cerrar una lista ¨²nica incluyendo en el equipo de gobierno a gente con capacidad para gobernar con el programa de acci¨®n no para que vengan y hagan oposici¨®n. Eso es imposible con un sindicato dividido. Los trabajadores no necesitan discursos, necesitan a los sindicatos.
P. Lo de la lista ¨²nica tambi¨¦n lo dice Toxo.
R. Podr¨ªa contestarle: yo lo dije antes, yo soy el secretario general o yo tengo m¨¢s apoyos. Pero, desde luego, como no se llega a una candidatura ¨²nica es intentando componer una nueva facci¨®n. He hablado con secretarios que no son de mi corriente que me van a apoyar.
P. ?Qu¨¦ reformas plantea?
R. El programa de acci¨®n es p¨²blico, aprobado por el confederal con m¨¢s del 90%. Tiene que haber una comisi¨®n ejecutiva, un equipo de gobierno y un ¨®rgano m¨¢ximo entre congresos cuya composici¨®n es ponderada en relaci¨®n con el peso afiliativo.
P. ?Y de puertas afuera?
R. Hay que funcionar mejor en las empresas, cubrir cada vez m¨¢s tejido productivo, pelear abajo y fortalecer la acci¨®n sindical. Se ha avanzado bastante y se ha notado en afiliaci¨®n. Adem¨¢s, continuaremos con las pol¨ªticas activas, la mesa de pol¨ªtica industrial y la de formaci¨®n profesional.
P. ?Cree que puede descuidarse la acci¨®n sindical?
R. No, hombre, no. Adem¨¢s ¨¦l sabe que tiene un encargo que es sentarse a hablar de una nueva negociaci¨®n colectiva que ya le hemos pedido a la CEOE para que los convenios colectivos sean pac¨ªficos y sigan combinando la mejora de los salarios con la viabilidad de las empresas. S¨®lo falta que la CEOE componga el equipo.
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