Antolog¨ªa audiovisual
No me cabe la m¨¢s m¨ªnima duda del brillante futuro que les espera a Carlos del Barco Galv¨¢n y Jos¨¦ Mar¨ªa Arenzana Seisdedos, excelentes escritores y agudos representantes del PP y del PA en el Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa. Sus votos particulares a los dict¨¢menes de este Consejo se han convertido en una pieza esperada de escritura sagaz y de comentarios agudos. Hay ya una expectaci¨®n en toda Espa?a cuando se acerca el momento de que el Consejo Audiovisual andaluz apruebe cualquier dictamen o recomendaci¨®n porque esta famosa pareja tiene la oportunidad de regalarnos con su acerada prosa, con sus comentarios de una altura y una brillantez intelectual que desconoc¨ªamos. Sus votos particulares quedar¨¢n para la historia de la jurisprudencia audiovisual y ser¨¢n estudiados en las facultades de comunicaci¨®n y de derecho como una fuente de sabidur¨ªa. Su pensamiento y su prosa entroncan con una rancia tradici¨®n espa?ola, con un casticismo patrio que desde El Empecinado a Campmany han ilustrado la vida patria con un mismo pensamiento. Si una vez se dijo que la justicia militar es a la justicia lo que la m¨²sica militar es a la m¨²sica, podemos decir que los fundamentos jur¨ªdicos y los razonamientos de esta pareja de consejeros que discrepan con tenacidad son al derecho y al periodismo lo que la Falange es a la historia del pensamiento pol¨ªtico. Porque su base argumental tiene mucho de S¨¢nchez Mazas, Jim¨¦nez Caballero, V¨ªctor Pradera y On¨¦simo Redondo, con las alocuciones de Queipo de Llano y con las intervenciones de Garc¨ªa Sanchiz. Es la elocuencia de la Espa?a de siempre, la Espa?a eterna, la de la camisa que t¨² bordaste en rojo ayer, la de cerrado y sacrist¨ªa, devota de Chicuelo y de Mar¨ªa, la de las tardes de toros donde unas moscas abrevan sangre bajo el flamear de la ense?a patria. Esa Espa?a de mantilla y tarde de toros, de las casullas de monse?or, del incienso y los capirotes, del albero y la manzanilla. La Espa?a eterna, la Espa?a propietaria de Espa?a, la que piensa que este pa¨ªs les pertenece por derecho divino y quienes no piensan como ellos son traidores y ateos.
Pues bien, como digo, a Carlos del Barco y Jos¨¦ Mar¨ªa Arenzana les espera un brillante futuro. Es probable que el PP reitere su confianza en el Se?or del Barco y le ofrezca cobijo al Se?or Arenzana en el momento en el que haya que renovar el Consejo. Roma suele pagar estipendio a sus legionarios por Dios por la Patria y el Rey as¨ª que lo m¨¢s f¨¢cil es que tan brillante erudici¨®n obtenga recompensa con una prolongaci¨®n del mandato que les ofrezca acomodo en el ¨®rgano en el que despliegan su inteligencia. Si no fuera as¨ª, no me cabe duda de que habr¨ªa alg¨²n medio de comunicaci¨®n donde obtendr¨ªan cobijo estos dos hombres y un destino, aunque sea para nuevas cr¨®nicas taurinas que si no tienen el reconocimiento de las de Gregorio Corrochano o Joaqu¨ªn Vidal es porque hasta en el mundo de la fiesta hay mucho rojo suelto. Qu¨¦ inteligencia describir las relaciones sexuales como "intercambio de fluidos entre personas de la misma especia". A nadie se le hab¨ªa ocurrido antes. La cima de la prosa es el voto discordante sobre el deporte femenino en televisi¨®n. Es de una originalidad apabullante tildar de "carnavalesco" el informe por el hecho de que la consejera proponente es de la ciudad de C¨¢diz. Qu¨¦ age, qu¨¦ gracia. ?Habr¨¢n pensado estos consejeros en escribir un cupl¨¦ de carnaval, una sevillana o una sentida copla? Por no hablar del nunca visto juego de palabras relativo a miembros y miembras, entre la petanca y el f¨²tbol. Gracia en estado puro. Duende. No se pu¨¦ aguant¨¢. En definitiva, propongo al consejo que se edite una antolog¨ªa de los votos discrepantes de los dos consejeros de tan tenaces discrepancias para que su inteligencia nunca sea olvidada. Y al partido que propuso a uno y ahora acoge en su seno a otro que sin m¨¢s dilaci¨®n se disponga a revalidar su apoyo a ambos. Espa?a lo agradecer¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.