?Alguien tiene una idea para La Seca?
Delante de La Seca, el edificio que anta?o fue f¨¢brica de moneda de Barcelona, hay varias tiendas de moda. De la cara car¨ªsima. Como la mayor¨ªa de las tiendas que en los ¨²ltimos a?os han ido poblando la calle de Flassaders y casi todo el barrio de la Ribera. Al parecer a eso se le llama gentrificaci¨®n, pero tambi¨¦n podr¨ªa decirse pijizaci¨®n de un barrio. En fin. Est¨¢bamos delante del portal principal de La Seca, tapiado para evitar que volviera a ser ocupada, porque por la ma?ana la comisi¨®n de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona hab¨ªa aprobado la propuesta de que este vetusto edificio datado hacia el siglo XIII se convirtiera en un espacio cultural. ?De qu¨¦ tipo? No lo saben exactamente. Se trata de que los interesados presenten sus propuestas y entonces, en funci¨®n del inter¨¦s, se les adjudicar¨¢ la concesi¨®n por un periodo de 10 a?os prorrogable por cinco.
La antigua f¨¢brica de moneda ser¨¢ un espacio cultural. El Espai Brossa opta al concurso
A ver. El edificio, mejor dicho, una parte (976 metros cuadrados) de lo que fue la antigua Seca, es municipal porque fue expropiado hace unos a?os. Desde entonces se ha intentado colocar all¨ª diversos tipos de equipamientos. Se habl¨® de que fuera sede de las colles de gegants y bestiari de Ciutat Vella, pero no quisieron, y tambi¨¦n de crear all¨ª un museo de la magia. Era bonito. Hubieran podido tener un anexo dedicado a explicar c¨®mo se fabricaba la moneda y al mismo tiempo c¨®mo su valor sube y baja de un d¨ªa a otro gracias a la magia financiera... En fin. Fue en aquel contexto del supuesto museo de la magia en el que se puso en marcha el proyecto de rehabilitaci¨®n del edificio, que corre a cargo del erario municipal. Un presupuesto inicial de 2,8 millones de euros, que no est¨¢ nada mal. La arquitecta Meritxell Inaraja est¨¢ trabajando ya en el proyecto ejecutivo y, aunque finalmente lo de la magia no ha cuajado, el concurso de ideas deber¨¢ adaptarse a las caracter¨ªsticas iniciales de aquella propuesta en la que se prev¨¦ un peque?o teatro -para 80 o 100 butacas- y tambi¨¦n una discreta sala de exposiciones.
Explica Jordi Mart¨ª, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, que podr¨¢ haber cambios en funci¨®n de los usos que finalmente se decidan, pero que lo que se buscan son proyectos que est¨¦n de alguna manera relacionados o adaptados al edificio y "que no tengan un inter¨¦s especulativo econ¨®mico, sino que pongan en valor el edificio desde una perspectiva cultural". La nota de prensa municipal especifica que ser¨¢ un "espacio consagrado a las artes esc¨¦nicas interdisciplinares y parateatrales". Es una definici¨®n que podr¨ªa irle bien al Espai Brossa, cuyos responsables han confirmado que piensan presentarse al concurso ya que el edificio que ahora ocupan es de alquiler y el plazo vence dentro de tres o cuatro a?os. Comentamos que, con lo poco que le gustaban a Brossa el dinero y los bancos, no dejar¨ªa de ser parad¨®jico que el espacio que lleva su nombre acabara en una antigua f¨¢brica de moneda y Hermann Bonnin, director del espacio, se echa a re¨ªr. "M¨¢s all¨¢ del edificio, lo importante es mantenerse en el barrio", a?ade.
Una propuesta, pues, est¨¢ segura. Habr¨¢ que ver qu¨¦ otras surgen, si es que surgen. Los vecinos, no hace falta decirlo, desconf¨ªan. "Llevamos a?os esperando y ahora dicen una cosa y despu¨¦s otra", comenta un comerciante. Casi todos los consultados creen que lo l¨®gico hubiera sido dedicar el edificio a peque?o museo ya que, al fin y al cabo, entre 1441 y 1849 all¨ª se acu?aron reales, florines, ducados y otras monedas de oro y plata que permitir¨ªan explicar una parte curiosa de la historia social y econ¨®mica de la ciudad. Puestos a gastarse el dinero, no est¨¢ mal pensado. La colecci¨®n existe, aunque est¨¢ en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a, donde el gabinete numism¨¢tico realiza un importante trabajo de estudio y exposici¨®n de sus fondos que posiblemente ser¨ªa m¨¢s visible en este viejo edificio de la Ribera. Pero es muy improbable que el MNAC se presente al concurso de ideas y, adem¨¢s, dif¨ªcil lo tendr¨ªan para hacer "artes parateatrales".
Joan Ribot, que regenta una herborister¨ªa, es de los que creen que su uso deber¨ªa ser cultural, p¨²blico y muse¨ªstico. Lleva a?os all¨ª y ha visto como el barrio ha ido cambiando sin que los vecinos hayan podido hacer mucho. "Por aqu¨ª vive gente que gana 450 euros al mes y cuando sale a la calle lo que ve en las tiendas de los bajos de su casa son zapatos que como m¨ªnimo valen 200 euros", explica. Lo privado manda, dice, y la vida all¨ª y en todas partes se ha convertido un espect¨¢culo parateatral.
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