El tiempo de la negociaci¨®n se agota en Palestina
El 15 de noviembre, el pueblo palestino conmemora el vig¨¦simo aniversario de la Declaraci¨®n de Argel, donde la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), entonces liderada por el fallecido presidente Yasser Arafat, reconoci¨® el derecho de Israel a existir en las fronteras de 1967, a la vez que declaraba su deseo de establecer un Estado palestino independiente en Cisjordania, Jerusal¨¦n Oriental, y la franja de Gaza, tambi¨¦n conocidos como los territorios palestinos ocupados.
Durante esa reuni¨®n hist¨®rica, el Consejo Nacional Palestino, el Parlamento palestino en el exilio, realiz¨® un compromiso hist¨®rico por la paz, no s¨®lo reconociendo la existencia de Israel en el 78% de la Palestina hist¨®rica y resolviendo establecer su propio Estado s¨®lo en el 22% restante, sino siendo el primero en articular la que hoy todas las partes reconocen como la ¨²nica soluci¨®n pr¨¢ctica al conflicto: dos Estados viviendo uno al lado del otro en paz y seguridad.
La comunidad internacional debe frenar las pol¨ªticas obstruccionistas de Israel
Desde ese momento, la marcha de los palestinos hacia la libertad y una soluci¨®n justa y duradera para la regi¨®n ha sido obstruida por Israel y su incesante creaci¨®n de hechos consumados sobre el terreno. Tras la firma del Acuerdo de Oslo en 1993, donde los palestinos reafirmamos nuestro compromiso con una soluci¨®n negociada, Israel, por el contrario, continu¨® reforzando la ocupaci¨®n construyendo nuevos asentamientos en los territorios palestinos ocupados, sobre todo en Jerusal¨¦n oriental y sus alrededores. El n¨²mero de colonos israel¨ªes ha crecido de 286.000 en 1993 a aproximadamente 486.000 en la actualidad.
Ahora, un a?o despu¨¦s de que el primer ministro israel¨ª Ehud Olmert prometiera en Annapolis que Israel respetar¨ªa sus obligaciones respecto a la Hoja de Ruta, que incluyen poner fin a toda la actividad de asentamientos, ¨¦sta no s¨®lo ha continuado sino que se ha incrementado en todas las ¨¢reas, desde la planificaci¨®n hasta la construcci¨®n.
Por otro lado, seg¨²n la Oficina para la Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, las restricciones de movimiento impuestas a los palestinos por las autoridades israel¨ªes se han incrementado en un 20% en comparaci¨®n con el periodo anterior a Annapolis. Hoy tenemos al menos 630 puestos de control en un ¨¢rea inferior a los 5.700 kil¨®metros cuadrados: el 80% de esos controles separan a palestinos de palestinos y no a palestinos de israel¨ªes.
Sin embargo, y con independencia de todos esos problemas, los palestinos, junto a los vecinos ¨¢rabes de Israel, continuamos extendiendo nuestras manos a Israel en la esperanza de que este pa¨ªs abrace esta hist¨®rica oportunidad para la paz. Nuestras manos llevan la Iniciativa de Paz ?rabe, lanzada por la Liga ?rabe en 2002 y reiterada este a?o, ofreciendo completa normalizaci¨®n de los 22 pa¨ªses ¨¢rabes con Israel a cambio de terminar con la ocupaci¨®n israel¨ª de toda la tierra conquistada en 1967, incluyendo territorios palestinos, sirios y libaneses, as¨ª como el deseo de encontrar una soluci¨®n justa y acordada entre las partes al problema de los refugiados basada en la resoluci¨®n 194 de Naciones Unidas.
Es el momento de que todas las partes que a¨²n creen en la soluci¨®n de los dos Estados intervengan para poner fin a las obstructivas pol¨ªticas que lleva a cabo Israel. Es el momento para que la comunidad internacional tome una decisi¨®n estrat¨¦gica: o apoyar activamente un acuerdo justo, total e inmediato sobre el conflicto palestino-israel¨ª, o continuar con la pol¨ªtica de impunidad que permite a Israel, la potencia ocupante, obstruir cualquier posibilidad de implementar la soluci¨®n de dos Estados, prolongando as¨ª el conflicto indefinidamente.
Ese activo apoyo a una soluci¨®n justa debe incluir una completa proscripci¨®n de toda actividad econ¨®mica y relaciones comerciales con asentamientos israel¨ªes, incluyendo cualquier actividad que participe en la construcci¨®n del ilegal muro y otras infraestructuras de asentamientos. Esos pasos, de ser realizados de manera persistente, han de pavimentar el camino para terminar con la ocupaci¨®n israel¨ª de tierra palestina y para ayudar a una resoluci¨®n pac¨ªfica al conflicto.
Como alguien que ha estado involucrado en las negociaciones desde el comienzo, hoy encuentro cada vez m¨¢s complicado convencer a mi pueblo de que ¨¦sta es la ¨²nica y la mejor forma de conseguir nuestro Estado. A pesar de que personalmente estoy convencido de ello, es pr¨¢cticamente imposible hablar de paz mientras la vida cotidiana de los palestinos en los territorios ocupados y en los campos de refugiados contin¨²a empeorando, y mientras la fragmentaci¨®n de la tierra palestina, las demoliciones de hogares palestinos, las detenciones administrativas y la p¨¦rdida de vidas palestinas contin¨²an.
La pelota ahora est¨¢ en el lado israel¨ª. Ha llegado el momento de que Israel, la potencia ocupante, se d¨¦ cuenta de que ninguna de las partes puede seguir perdiendo tiempo y comience a aplicar la ¨²nica soluci¨®n que asegura una paz justa para ambos pueblos, retir¨¢ndose a las fronteras internacionalmente reconocidas de 1967 y comprometi¨¦ndose en conversaciones serias para encontrar una soluci¨®n al asunto de los refugiados. La paz es posible; una soluci¨®n viable de Estados a¨²n puede lograrse. Pero el momento para actuar es ahora.
Saeb Erekat es jefe del Equipo Negociador Palestino.
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