El G-20 acuerda una acci¨®n p¨²blica masiva

La amenaza de una depresi¨®n mundial, proclamada por una avalancha de tenebrosas estad¨ªsticas, surti¨® efecto. Los l¨ªderes de las principales econom¨ªas del mundo, ricas y emergentes, aparcaron sus m¨²ltiples diferencias para afrontar de forma conjunta, al menos, la cuesti¨®n m¨¢s apremiante: c¨®mo parar la recesi¨®n que irradia desde Estados Unidos y Europa.

El G-20 acord¨® ayer en Washington dar v¨ªa libre a una nueva ola de incentivos p¨²blicos, mucho m¨¢s ambiciosos que los desarrollados hasta ahora, para reanimar la econom¨ªa. Adem¨¢s, dio un primer paso para la reforma del sistema financiero mundial, abri¨® el debate sobre el papel futuro del FMI y del Banco Mundial y lanz¨® un mensaje contra el proteccionismo y en favor de la liberalizaci¨®n comercial.

Europa aprobar¨¢ su plan de acci¨®n frente a la recesi¨®n el 26 de noviembre

El comunicado lleva un elogio impl¨ªcito a la acci¨®n del Banco de Espa?a

Videogaler¨ªa: todos los v¨ªdeos de la cumbre

El comunicado final que sintetiz¨® cuatro horas de debates, sin luz ni taqu¨ªgrafos, urge a los Gobiernos "al uso de medidas fiscales para estimular la demanda interna de forma r¨¢pida". Y acalla las sonoras divergencias entre Europa y Estados Unidos sobre la reforma del sistema financiero, origen de la crisis, desplazando la discusi¨®n a grupos de trabajo. Los l¨ªderes mundiales, adem¨¢s, resucitaron la moribunda ronda de Doha para alejar cualquier fantasma de proteccionismo y buscar nuevos acuerdos de rebajas de aranceles en algunos mercados clave antes de fin de a?o.

Las notables diferencias de criterio con las que los l¨ªderes mundiales acud¨ªan a Washington pusieron en duda incluso el acuerdo de m¨ªnimos sobre la necesidad de una mayor intervenci¨®n p¨²blica. "La soluci¨®n nunca ha sido m¨¢s Gobierno", clam¨® el presidente de Estados Unido, George Bush, en la v¨ªspera de la reuni¨®n. "Puedo decir ahora que hemos contestado con ¨¦xito a la pregunta de si pa¨ªses con intereses tan diferentes pod¨ªamos ponernos de acuerdo", dijo ayer tras clausurar la cita del G-20. La propuesta de generalizar los incentivos estatales fue ganando adeptos conforme se desarrollaba la cumbre. "La crisis financiera puede llegar a convertirse en una crisis humanitaria si no actuamos", sintetiz¨® el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon".

El espaldarazo definitivo a la propuesta vino del l¨ªder ausente en la cumbre, pero determinante para lo que venga en el futuro. Barack Obama hizo acto de presencia en una intervenci¨®n radiof¨®nica que coincidi¨® con el arranque de la reuni¨®n. Y su mensaje fue n¨ªtido. "Al tiempo que actuamos de forma concertada con otros pa¨ªses, debemos intervenir aqu¨ª con urgencia", dijo el presidente electo de EE UU. "Si el Congreso no aprueba ya un plan que d¨¦ a la econom¨ªa el empuj¨®n que necesita, ¨¦sa ser¨¢ mi primera orden ejecutiva como presidente", a?adi¨®.

La propuesta de Obama no se queda ah¨ª. En los primeros meses de su mandato desarrollar¨¢ un ambicioso plan de inversiones p¨²blicas en infraestructuras. Y fuentes dem¨®cratas agregaron que se estudia tambi¨¦n un recorte en el impuesto que grava los resultados de las empresas del 35% al 28%.

La clara apuesta del nuevo l¨ªder norteamericano por utilizar los incentivos fiscales a conciencia para frenar la crisis da credibilidad a la conclusi¨®n del G-20 de que "es necesaria una respuesta pol¨ªtica mucho m¨¢s amplia para reestablecer el crecimiento econ¨®mico". "Veremos a muchos pa¨ªses seguir esta recomendaci¨®n en los pr¨®ximas semanas", vaticin¨® el primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown. "Reactivaremos la econom¨ªa, ¨¦sa es la se?al que mandamos a los mercados", a?adi¨® el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy al t¨¦rmino de la cumbre.

Casi agotada ya la v¨ªa monetaria -s¨®lo en Europa hay margen para recortes de tipos de inter¨¦s significativos-, la alternativa que queda a los Gobiernos es usar sus presupuestos, aun a expensas de m¨¢s endeudamiento y d¨¦ficit p¨²blico. Son medidas que ya han sido ensayadas en los ¨²ltimos meses, pero que ahora deber¨¢n tener una dimensi¨®n mucho mayor.

China acaba de aprobar un plan de inversiones p¨²blicas valorado en medio bill¨®n de euros. Espa?a y EE UU, por ejemplo, ya han devuelto dinero a los contribuyentes. Pero la deriva de la crisis ha dejado claro que esos recortes (en el caso espa?ol, la deducci¨®n de 400 euros en el IRPF) apenas sirvieron para reactivar el consumo. Brown, uno de los m¨¢s fervientes partidarios de nuevos incentivos fiscales, confirm¨® ayer que su paquete de medidas estar¨¢ listo en dos semanas. El presidente espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, defendi¨® tambi¨¦n la necesidad de nuevas medidas fiscales, seg¨²n fuentes de la delegaci¨®n espa?ola. Europa trtar¨¢ de coordinar esas medidas el pr¨®ximo 26 de noviembre y Zapatero expondr¨¢ en el Congreso su plan al d¨ªa siguiente.

A la espera de comprobar si el mandato del G-20 sobre incentivos a la econom¨ªa real tiene la misma eficacia que tuvo hace un mes la recomendaci¨®n del G-7 sobre la necesidad de inyectar dinero p¨²blico en la banca, queda por resolver un debate peliagudo: hasta d¨®nde debe llegar la reforma del sistema financiero, ojo del hurac¨¢n que abate la econom¨ªa mundial.

Las posiciones encontradas sobre c¨®mo regular mercados y agentes financieros que hasta ahora campaban por el pr¨¦stamo f¨¢cil, la rentabilidad alta y el riesgo excesivo se deber¨¢n lidiar ahora en grupos de trabajo, que tendr¨¢n que presentar sus conclusones "antes del 31 de marzo". Unas diferencias que centraron buena parte de las intervenciones de los l¨ªderes mundiales en el Museo Nacional de Arquitectura, sede del encuentro.

Seg¨²n fuentes de la delegaci¨®n espa?ola, Bush abri¨® fuego con una nueva defensa del libre mercado. El siguiente turno fue para Abdullah Bin Abdulaziz, rey de Arabia Saud¨ª, que dej¨® la reuni¨®n nada m¨¢s acabar su intervenci¨®n. Todo lo que lleg¨® de la cumbre -a la prensa se la concentr¨® en el Departamento de Estado, a dos kil¨®metros de la sede- hasta el comunicado final fue un goteo de informaci¨®n filtrada por las delegaciones.

Sin esclarecer qu¨¦ rumbo tomar¨¢ la nueva regulaci¨®n, el comunicado s¨ª asume que el origen de la crisis se debi¨® a la actuaci¨®n irresponsable de varios agentes financieros y que hubo claros fallos del lado del sector p¨²blico: "Pol¨ªticos, reguladores y supervisores en algunos pa¨ªses avanzados (una alusi¨®n velada a Estados Unidos), no apreciaron de forma adecuada los riesgos de algunos mercados ni siguieron el ritmo de la innovaci¨®n financiera".

El resto del comunicado es un amplio listado de los deberes que quedan por hacer. Los ministros de Econom¨ªa, con el apoyo de expertos y bajo la coordinaci¨®n de la troika del G-20 (Brasil, Reino Unido y Corea del Sur) tendr¨¢n que hacer recomendaciones sobre c¨®mo regular los complejos productos derivados financieros (que sirvieron para trocear el riesgo de las hipotecas basura de EE UU) o c¨®mo coordinar las diversas normas nacionales.

El comunicado del G-20 da pistas de c¨®mo se resolver¨¢n algunas de las inc¨®gnitas planteadas. Hay un llamamiento a reflejar el poder de las econom¨ªas emergentes en el Fondo Monetario Internacional y a ampliar su capacidad para prestar dinero a pa¨ªses en desarrollo. Pero no hay ninguna menci¨®n a su papel como supervisor de las finanzas mundiales, una iniciativa europea que EE UU rechaza. Este cometido que parece reservado al Foro de Estabilidad Financiera, un organismo creado por el G-7, que re¨²ne a los supervisores de las principales plazas financieras. Los l¨ªderes mundiales dan prioridad a la ampliaci¨®n de este organismo para hacer sitio a pa¨ªses como China o India, una oportunidad que Espa?a quiere aprovechar para lograr representaci¨®n.

Tambi¨¦n se considera una prioridad la creaci¨®n de colegios de supervisores para seguir la pista a grandes entidades que operan en varios pa¨ªses (tambi¨¦n iniciativa europea). Las recomendaciones sobre c¨®mo supervisar las agencias de calificaci¨®n de riesgos(ahora un monopolio de tres firmas estadounidenses), los sueldos de los ejecutivos, nuevos criterios contables que hagan m¨¢s transparente el valor de los activos financieros o las medidas para garantizar que la banca tenga capital suficiente para afrontar los riegos formar¨¢n parte de esa primera ronda de propuestas. Se hace menci¨®n expresa a la necesidad de poner en marcha regulaciones "antic¨ªclicas", una alusi¨®n que da protagonismo a la propuesta espa?ola de extender su modelo de supervisi¨®n, en el que el Banco de Espa?a obliga a las entidades a dotar provisiones en tiempos de bonanza para utilizar en ¨¦poca de crisis.

"?sta es s¨®lo la primera de varias cumbres, ya hemos tomado medida importantes, pero es necesario tomar m¨¢s", afirm¨® Bush. La pr¨®xima cita de los l¨ªderes mundiales ser¨¢ en abril de 2009, con Obama ya al frente de EE UU y, previsiblemente, en Londres. Un tiempo que servir¨¢ para medir la eficacia del llamamiento a "una respuesta pol¨ªtica m¨¢s amplia contra la crisis". Y para comprobar si, como sostuvo Brown, ¨¦ste es el inicio de un camino que llevar¨¢ "a un nuevo Bretton Woods, a las instituciones internacionales del futuro".

Los l¨ªderes mundiales reunidos en Washington por la cumbre del G-20