De profesi¨®n, asesinos
Hay gente a la que no le gusta mancharse las manos de sangre. Hay gente que prefiere pagar a un mat¨®n. La polic¨ªa calcula que m¨¢s del 10% de los homicidios no aclarados en Espa?a es >trabajo por encargo.
"Estos asesinatos son los m¨¢s dif¨ªciles de resolver", asegura un comisario del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. Y es f¨¢cil entenderlo. Cuando se produce un homicidio, lo elemental es buscar el m¨®vil. Averiguar qui¨¦n y por qu¨¦ ten¨ªa algo en contra de la v¨ªctima. El matador a sueldo no suele tener nada en contra de su v¨ªctima. Se limita a apretar el gatillo.
En Internet es f¨¢cil encontrarlos: "Si tiene alg¨²n problema con alguien, no dude en contactarnos, es f¨¢cil y r¨¢pido. Viajamos a todos los pa¨ªses. Somos empresarios". Tambi¨¦n hay quien est¨¢ interesado en contar con los servicios de un mat¨®n: "Quisiera saber si me har¨ªas un trabajito. El trabajo en cuesti¨®n ser¨ªa dar un buen, pero buen escarmiento a cierta persona. Ya me entiendes. Ser¨ªa a una mujer. Quisiera saber cu¨¢nto me pides. Y si hacemos un buen trato, quiz¨¢ te pida otro favor".
Los pistoleros profesionales suelen venir del extranjero y regresan a su pa¨ªs con 12.000 o 24.000 euros en el bolsillo. R¨¢pido y mortal. Es raro, casi imposible, que la polic¨ªa pueda cazarlos antes de huir. Pero tambi¨¦n hay sicarios que residen en Espa?a y aceptan el >trabajo por la mitad de dinero, agobiados por la necesidad o la marginaci¨®n.
La abogada madrile?a Mar¨ªa Dolores Mart¨ªn supuestamente contrat¨® a Charles Michael Guarin, ex paracaidista, para que eliminara a su marido. El sicario le mat¨® a tiros en Ciempozuelos un d¨ªa del mes de marzo del a?o pasado. La investigaci¨®n de la Guardia Civil dej¨® al descubierto que Mar¨ªa Dolores hab¨ªa llegado hasta el supuesto sicario presuntamente a trav¨¦s de su amigo Eloy S¨¢nchez, que hab¨ªa sido escolta personal de la actriz Ana Garc¨ªa Obreg¨®n.
Pero, adem¨¢s, los pinchazos telef¨®nicos revelaron que la artista hab¨ªa hablado con su guardaespaldas para preguntarle si conoc¨ªa a alguien que pudiera dar una paliza a Jaime Cantizano, presentador del programa de cotilleo >?D¨®nde est¨¢s, coraz¨®n?, de Antena 3, al que tildaba de "maric¨®n de mierda".
A principios de marzo pasado, en Villanueva del Trabuco (M¨¢laga), un hombre decidi¨® matar a sus dos hermanos por un problema de herencia. Contrat¨® supuestamente a un vecino del pueblo que les descerraj¨® sendos escopetazos en un olivar. Aqu¨ª est¨¢ la historia de unos cr¨ªmenes que no acaban. De aquellos que prefieren tirar de chequera a ver la sangre derramada frente a ellos.
>El crimen de velate. Ocurri¨® en los estertores del franquismo, en 1973, cuando Jaime Balet Cano, de 38 a?os, industrial, ex teniente de alcalde de Zaragoza, decidi¨® quitar de en medio a su esposa, Pilar Cano Peralta, con la que ten¨ªa cuatro hijos. Ella se negaba a separarse y a dejarle libre el camino para mantener relaciones con su amante, Ana ?lava. Requiri¨® los servicios de un asesino a sueldo a trav¨¦s de Juan Francisco de As¨ªs Mid¨®n Leiva, un amigo de la infancia con el que prepar¨® el plan homicida.
Balet y su mujer se trasladaron el 29 de abril de 1973 a Biarritz para jugar a la ruleta en el casino de Bellevue, donde gan¨® 180.000 pesetas. Al regresar a Zaragoza decidi¨® parar en un recodo del alto de Velate, a 25 kil¨®metros de Pamplona, alegando que sent¨ªa una somnolencia que le imped¨ªa conducir. Al poco rato surgi¨® de las sombras un alem¨¢n, Johan Peter Simeth, que revent¨® el cr¨¢neo de Pilar golpe¨¢ndola repetidamente con una barra de hierro. El criminal hiri¨® despu¨¦s al marido -con cuidado- para simular as¨ª que el matrimonio hab¨ªa sido atacado por unos ladrones que despu¨¦s hab¨ªan huido con el dinero.
Jaime Balet y su amigo Leiva fueron juzgados y condenados a muerte. Tuvieron suerte de que Franco muriese antes de la ejecuci¨®n de la pena, que les fue conmutada.
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Un mafioso en la costa del sol. Tres sicarios vestidos de negro de pies a cabeza fueron
quienes, en octubre de 1996, cosieron a tiros de Kal¨¢?shnikov a Jacques Ren¨¦ Grangeon y a su esposa, Catherine Isabelle Castagna, cuando se hallaban en su lujoso chal¨¦ de la urbanizaci¨®n Las Lomas del Marbella Club.
"No me mat¨¦is. Por favor, no me mat¨¦is... que estoy embarazada", suplic¨® Catherine. Le reventaron la cabeza de un tiro con una Magnum 357, la misma arma que empu?a Clint Eastwood cuando encarna en el cine a Harry el Sucio.>
El franc¨¦s Grangeon, de 45 a?os y siete identidades falsas, estaba reclamado en Francia por su presunta relaci¨®n con un asesinato, y en Espa?a se le investig¨® como sospechoso en el robo de m¨¢s de 700 millones de pesetas en 1992 en el aeropuerto de Ibiza.
Dos meses antes de su muerte hab¨ªa recibido la visita de unos mensajeros del clan de los lioneses. Le acusaban del extrav¨ªo de un cargamento de hach¨ªs valorado en m¨¢s de 500 millones de pesetas... Los sicarios volvieron por segunda vez al chal¨¦. S¨®lo que en la ¨²ltima ocasi¨®n no pulsaron el timbre, sino el gatillo de sus fusiles AK-47, con los que escupieron m¨¢s de cincuenta balas. Jam¨¢s han sido detenidos.
>La muerte del rey de la cerveza. Manfred Walter Meisel, de 49 a?os, conocido en Mallorca como >el rey de la cerveza, fue asesinado a tiros en su chal¨¦ de Es Pil•lar¨ª junto con su hijo Patrick, de ocho a?os, y su ni?era, Claudia Leisten, de 30. Ocurri¨® el 11 de noviembre de 1997. Cada una de las v¨ªctimas recibi¨® dos balazos en la cabeza, marca inequ¨ªvoca de un profesional. ?ste, adem¨¢s, utiliz¨® una almohada, colocada junto al ca?¨®n de la pistola. Un >killer de pel¨ªcula. Escondidos en un caj¨®n fueron hallados m¨¢s de cuatro millones de pesetas. Y Meisel llevaba un fajo de 200.000 pesetas en un bolsillo de sus pantalones. El criminal no era un ladr¨®n. La fortuna de la v¨ªctima se estimaba en varios miles de millones, lo que gener¨® un complejo litigio entre sus herederos. ?Fue la codicia lo que gener¨® el triple crimen? Nunca se ha aclarado.
>El jefe del clan de os caneos. "Me muero, Morocha... me muero. Que no se rompa la familia. Estad unidos". Fueron las ¨²ltimas palabras del patriarca del clan de Os Caneos, una de las principales redes del narcotr¨¢fico gallego. Se llamaba Manuel Baulo Trigo, de 62 a?os. Fue asesinado a tiros el 12 de septiembre de 1994 en su casa de la calle del Hospital, en Cambados (Pontevedra). Los pistoleros hirieron a su esposa, Mar¨ªa del Carmen Carballo, que qued¨® paral¨ªtica para el resto de su vida.
Los sicarios, colombianos, llegaron dos meses antes a Espa?a. El objetivo era cerrarle la boca para siempre a Baulo e impedir que siguiera colaborando con el juez Baltasar Garz¨®n en su cruzada contra el narcotr¨¢fico en Galicia. La Brigada Central de Estupefacientes captur¨® en un piso de la calle de Arcos del Jal¨®n (Madrid) a tres de los sicarios. Cada uno de ellos cobr¨® un mill¨®n de pesetas.
Cuatro a?os despu¨¦s, la Audiencia de Pontevedra conden¨® a 33 a?os de prisi¨®n a los matones, pero rechaz¨®, por falta de pruebas, imputar a la familia rival de los Charlines como presunta ordenante del crimen.
>El confidente. Jos¨¦ Luis Recuero del Pino, de 60 a?os, desapareci¨® de su domicilio de Madrid el 23 de enero de 2006. Nueve d¨ªas despu¨¦s fue hallado cerca del aer¨®dromo madrile?o de Cuatro Vientos. Hab¨ªa sido asesinado de tres disparos. Recuero, que durante a?os hab¨ªa sido confidente de la Unidad Central de Informaci¨®n Fiscal y Antidroga (UCIFA) de la Guardia Civil, hab¨ªa recibido una llamada acordando una cita. Acept¨® e inmediatamente fue secuestrado por tres individuos en la calle de Sinesio Delgado. Nadie exigi¨® un rescate por su vida. Recuero y otro colega formaban una extra?a pareja apodada >Los Hermanos Dalton. Hab¨ªa sido condenado en 1997 a nueve a?os de prisi¨®n por haber preparado una importante operaci¨®n de introducci¨®n de coca¨ªna en Espa?a contando con la complicidad de algunos mandos de la UCIFA. Su muerte a¨²n no ha sido aclarada, pero los responsables de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) creen que fue sentenciado a muerte por un clan de la droga de Colombia que sospechaba que Recuero se hab¨ªa quedado con parte de su dinero.
>R¨¢fagas de kal?shnikov. "?Rem¨¢talos! Rem¨¢talos... que a¨²n est¨¢n vivos", grit¨® un hombre a otro que empu?aba un fusil Kal¨¢shnikov todav¨ªa humeante. Ocurri¨® en febrero de 2003, en la calle del Jazm¨ªn, en el barrio de Pinar de Chamart¨ªn (Madrid). Las dos v¨ªctimas, de 28 y 44 a?os, formaban parte de una banda especializada en el robo de coches de lujo y alta cilindrada y el tr¨¢fico de armas.
Los dos muertos fueron ametrallados cuando se bajaron de su Jeep Cherokee al advertir que ten¨ªan pinchado un neum¨¢tico. En cuanto bajaron del veh¨ªculo cay¨® sobre ellos una lluvia de balas. Fueron ametrallados de forma despiadada, sin que a uno de ellos le diera tiempo a abrir fuego con la pistola checa que empu?aba.
La polic¨ªa estaba tras la pista de los dos b¨²lgaros desde seis meses antes de su muerte, tras identificarlos como implicados en el intento de sustracci¨®n de un autom¨®vil de gran cilindrada en un aparcamiento del distrito de Salamanca. No pudieron hacerlo, por causas que jam¨¢s se han aclarado, y huyeron dejando el coche abandonado. Eso s¨ª, los agentes se lo encontraron lleno de manchas de sangre y con varios casquillos en su interior. La polic¨ªa sospech¨® entonces que ambos b¨²lgaros mataron al due?o del veh¨ªculo (probablemente, otro delincuente rival) y que posteriormente se deshicieron de su cad¨¢ver. La venganza lleg¨® meses despu¨¦s, cuando los dos asesinos fueron tambi¨¦n cosidos a balazos.
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