Pek¨ªn y La Habana estrechan lazos econ¨®micos y pol¨ªticos
Los dos pa¨ªses han quintuplicado los intercambios desde 2004
Entre Cuba y China hay cierta sinton¨ªa ideol¨®gica. Pero lo fundamental hoy son los intereses econ¨®micos. ?ste fue el principal asunto de la visita de 36 horas que realiz¨® a la isla el presidente chino, Hu Jintao, que ayer se entrevist¨® con su hom¨®logo cubano, Ra¨²l Castro. La apuesta de ambos pa¨ªses es estrat¨¦gica: en s¨®lo cuatro a?os, el intercambio bilateral se ha multiplicado por cinco. Supera ya los 2.600 millones de d¨®lares (2.040 millones de euros), lo que convierte a China en el segundo socio comercial de la isla, tras Venezuela. Adem¨¢s, Pek¨ªn es proveedor principal de nuevos cr¨¦ditos, vitales para la econom¨ªa cubana en la crisis actual.
Hu lleg¨® el lunes por la noche a La Habana tras asistir en Washington a la cumbre del G-20 y visitar Costa Rica, pa¨ªs que ha establecido recientemente relaciones con China tras romper con Taiwan. Pek¨ªn y La Habana firmaron una decena de acuerdos que incluyen contratos de exportaci¨®n de az¨²car y n¨ªquel a China, inversiones en la isla, colaboraci¨®n en biotecnolog¨ªa, financiaci¨®n para la reconstrucci¨®n de viviendas, y rehabilitaci¨®n de puertos y de la red sismol¨®gica cubana. Todo ello dentro de un paquete de ayuda para hacer frente a los destrozos causados por los tres huracanes que han asolado Cuba este a?o.
China tiene inter¨¦s en el desarrollo de la industria petrolera de la isla
El presidente Hu ya visit¨® Cuba en 2004, cuando el comercio entre ambos pa¨ªses apenas rondaba los 392 millones de euros anuales. Fue entonces cuando se suscribieron 16 acuerdos en sectores estrat¨¦gicos -n¨ªquel, petr¨®leo, turismo y biotecnolog¨ªa- y se empez¨® a tejer una tupida red de v¨ªnculos econ¨®micos basada en cr¨¦ditos chinos que hoy son de vital importancia para Cuba. Hu y Ra¨²l Castro asistieron anoche a la firma de nuevos acuerdos de intercambio. El presidente chino visit¨® tambi¨¦n al ex mandatario Fidel Castro, que lleva dos a?os ausente de la vida p¨²blica por una grave enfermedad.
Para China, la relaci¨®n con Cuba es importante en el contexto de las relaciones con Am¨¦rica Latina, aunque la cifra de inversiones en la isla es a¨²n peque?a. Adem¨¢s del inter¨¦s por el n¨ªquel y el az¨²car, China tiene puesta la vista en el desarrollo de la industria petrolera cubana, y aprecia que la isla le sirva de plataforma de entrada en el continente. Miles de chinos estudian espa?ol en Cuba.
Para el Gobierno de Castro, China es hoy un socio importante, como tambi¨¦n lo es Rusia. El presidente Dmitri Medv¨¦dev viajar¨¢ a La Habana la pr¨®xima semana. La relaci¨®n chino-cubana hace tiempo que se basa en intereses econ¨®micos puros y duros, pero los v¨ªnculos pol¨ªticos y la sinton¨ªa ideol¨®gica tambi¨¦n cuentan.
Aunque Venezuela, que le suministra m¨¢s de 90.000 barriles diarios de petr¨®leo a precios preferenciales, sigue siendo su primer aliado estrat¨¦gico, Cuba ha mostrado creciente inter¨¦s en diversificar sus v¨ªnculos por lo que pueda pasar. Otra cosa es el modelo chino como salida a los males econ¨®micos del socialismo cubano. Parece que para eso todav¨ªa hay que esperar.
Las reformas 'a la china' tendr¨¢n que esperar
El 26 de julio de 2007, Ra¨²l Castro anunci¨® la introducci¨®n de "cambios estructurales y de concepto" para reactivar la econom¨ªa, as¨ª como reformas en la pol¨ªtica salarial y en la agricultura para incrementar la productividad. No pocos en la isla interpretaron aquella declaraci¨®n de intenciones como la primera se?al de una apertura a la china, f¨®rmula que Ra¨²l Castro ver¨ªa con inter¨¦s, seg¨²n muchos analistas.
Pero un a?o y medio despu¨¦s, La Habana no parece lista para ensayar todav¨ªa un modelo que conjugue econom¨ªa de mercado y sistema de partido ¨²nico, al estilo de Pek¨ªn. En estos momentos, las autoridades cubanas comienzan a repartir tierras en usufructo entre campesinos y cooperativistas, pero con l¨ªmites y restricciones tan considerables que ofrecen poco margen de acci¨®n para la iniciativa privada.
Seg¨²n economistas cubanos, tampoco es de prever en el corto plazo una apertura decidida a la inversi¨®n extranjera ni la extensi¨®n masiva del "trabajo por cuenta propia". Sin embargo, no es de descartar que m¨¢s adelante, la vida y las circunstancias lleven al Gobierno a repetir experiencias del socialismo asi¨¢tico ante la crisis galopante.
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